Amor Arreglado Capítulo 16

Volví!!! Bueno, este capítulo va para ustedes por esperarme tantos días!!! Termine oficialmente el año!!!! Al fin. Cuando tenga 20 firmas minimo, les subo otro. Voy a estar chequeando!!!--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

-Qué linda sorpresa! –exclamó la persona a la que había tirado.

-Hola, Gas –dijo triste –Qué hacés acá, tan tarde?

-Nada, estaba yendo a un fogón. Va todo el servicio domestico de la isla, es algo tipo una reunión de empleados, vos también ibas para allá?

-No me invitaron.

-Cómo qué no te invitaron, todos los empleados están invitados, Lali. Vení conmigo, vamos juntos, bombón.

-Bueno, dale, llevame con vos.–Le dio la mano y le dio un beso prolongado en los labios. Si bien no era el hombre que desearía estar besando, Gastón no besaba tan mal.

Llegaron juntos de la mano al fogón que los empleados de la isla estaban organizando. Los saludó mucha gente, en especial chicas, que miraban a Lali con envidia al fijarse que estaba agarrada de la mano de Gas. Eligieron sentarse en un tronco cerca de la fogata y se sentaron juntos abrazados.

-Gas! Amigo, que hacés? Quien es tu amiga? –preguntó un chico que se acercó a saludarlos.

-Hola, Nacho, qué hacés, hermano? Ella es Lali.

-Lali… Lali…. Donde trabajás Lali? No te ubico, y mira que conozco a todas… -remarcó la palabra “todas”.

-Emm –se empezó a poner nerviosa- yo trabajo en la casa de los Lanzani.

-Enserio? Ves en vivo y en directo a los Lanzani! No sabés todas las chicas que se mueren por estar en tu lugar… Debés de ganar mucho, no?

Lali se copó con el personaje –Sabés que no gano mucho? Debería… Che, Nachito, contame, por qué todas se morirían por tener mi trabajo?

-Porque todas, absolutamente todas, le tienen ganas a Lanzani. –dijo resueltamente. A Lali eso le molestó demasiado. Cómo que le tenían ganas a su esposo? No, no debía pensar así. Peter no era su esposo, era su futuro ex-esposo. Si, sonaba mejor así…

-Jaja, no Nachito, Lanzani tiene esposa…

-Conocés a la Sra. Lanzani? –preguntó Nacho, que se había sentado al lado de ella y Gas para seguir la conversación.

-Si, obvio, nene. Trabajo en la casa.

-Y…? Cómo está?

-La Sra. Lanzani se parte. No sabés lo linda que es. –definitivamente se había copado demasiado con el personaje, pero, que es la vida sin un poco de color?

-Ya me imagino… Pero nunca sale, no? Lanzani debe de tenerla cortita?  Qué nos podés decir sobre la convivencia? –inquirió una chica que se había sumado a la conversación con un aire de chismosa.

-Bueno, a ver… La esposa tiene veintiún años, Lanzani la engaña, pero ella también lo engaña a él… Qué mas…

-Está viviendo la madre de Lanzani, por ahí. No? Que tal se lleva con la mujer? –preguntó la chica de nuevo.

-Pésimo, mi suegra es una pesada –Se dio cuenta de que había metido la pata en cuanto las palabras le salieron de la boca.

-Tu suegra? –intervino Gastón.

-La mierda –dijo Lali en voz baja. –Mi suegra, qué quiero decir con “mi suegra”?, que es como si fuera mi suegra, viste las suegras son muy pesadas… Entendés, quiero decir, pero como forma de decirlo. Entendés?

-Ahh –dijo no muy convencido. –Si vos decís, La.

-Digo, Gas! Yo digo que es pesada, la vieja, pero la re quiero, por eso digo que es como si fuera mi suegra. No te enojes amor. –Le dio un beso, con lo que muchas chicas le tiraron miradas envidiosas- Mañana a las nueve y media en la playa para surfear?

-Dale, princesa. No me falles.

Lali llegó a la casa a las dos de la mañana. Se escabulló por el living, y fue a la cocina a buscar algo para comer. Abrió la heladera. No había nada rico. No entendía como había podido sobrevivir estas últimas semanas. Abrió el frízer y encontró un pote de helado de frutilla. Su favorito. Anotó, de todos modos en la lista de pedidos que había en la cocina: “Comprar facturas rellenas” y “Helado de frutilla”, le tendrían que hacer caso.

Cómo no tenía sueño, se sentó a ver una película en la gran televisión mientras comía el helado. Estaba frío. A la mitad de la película, mas o menos. Peter apareció con cara de dormido…

-Lali, qué hacés? –dijo mientras se sentaba en el sillón, como siempre hizo caso omiso a lo que Lali le había pedido que hiciera antes de irse al fogón: No hablarle a menos que haya otra gente alrededor, daba igual, ella no esperaba que la cumpliera.

-Miro una película. –dijo mientras se metía una cucharada de helado en la boca.

-Son como las tres de la mañana, La.

-Y? –preguntó con indiferencia.

-Nada, llegaste hace mucho?

-Qué te importa? –dijo bruscamente, odiaba que luego de una pelea hiciera como si nada hubiera pasado. Ella trataba de hacerle el vacío y Peter se lo estaba poniendo difícil!

-Nada, solo por curiosidad. Me convidás un poco de helado? –Pidió como un nene, algo muy raro en el Peter nuevo…

Lali pensó en la posibilidad de compartirlo, miró su carita, pero le respondió –No, no te voy a compartir mi helado.

-Dale, es re grande el pote. Además, lo compré yo el helado, es mío también.

-Ahora es mío. –se rio Lali mirando fijamente la pantalla, en un intento de no mirarlo a  él.

-Dale…  -Le hizo la sonrisita compradora, wow dos veces en un mismo día, pero ella no iba a ceder.

-No. No te puedo prohibir que mires la película, pero no te pienso compartir mi helado. –dijo enojada –Te pasa por tratarme mal.

-Bueno, por hoy. Y solo por hoy, te la dejo pasar.

-Callate que estoy viendo la película –contestó fríamente de nuevo.

-Como quieras.

A la media hora Peter se durmió, pero Lali no se podía dormir. Se terminó la película y el helado y ella se trató de dormir en el sillón, no pudo. Caminó por toda la casa, y se tiró en el sillón  otra vez pero bien alejada de Peter, y probó dormirse. No lo logró. Se miró otra película, con esperanzas de que la lograra dormir, pero no. Luego se levantó del sillón, y solo porque se sentía con ganas de molestarlo a él específicamente, lo despertó.