Amor Arreglado Capítulo 11

Bueno, acá les subo otro, espero que les guste, firmen mucho!! Beso enorme.

Lali se rio, le encantaba este jueguito.

Luego de que Gas terminara su turno en la garita, llegó su remplazo y se fueron a surfear. Luego de que se cansaran Lali lo abrazó, toda mojada le dio un beso en cachete, pero él se movió y termino besándolo en los labios.

-Perdón. –dijo con una sonrisa, aunque en realidad no estaba arrepentida por besarlo, le había encantado.

- No te disculpes. Desde que te vi me gustaste mucho Lali. –Y se inclinó y la volvió a besar.

Lali llegó a la casa lo más feliz, dando saltitos de alegría. 

-Que te pasó nena? –Mercedes inquirió. –Te perdiste la cena.

Lali miró la hora, eran las once. Se le había pasado la hora.

-Perdón, me dormí en la playa, síntomas del embarazo, viste… -contestó sonriendo, ni siquiera su suegra le iba a arruinar ese momento.

Mercedes la miró recelosa…

-Lali, mi amor, vení al cuarto, tengo que darte algo.

-Qué pasa?

-Vení.

Una vez en el cuarto, Peter perdió los estribos.

-Me podés explicar que es lo que hacés viniendo tan tarde? Tenés idea de lo preocupado que estuve?

-No me podés controlar. Que te entre en esa cabeza gigante que tenés. Lo único que te pido es que me dejes en paz, Pedro.

 -No, no te puedo dejar en paz. Qué estuviste haciendo?

- Yo estuve en la playa disfrutando del día, no como vos que te pasas trabajando y tu madre que no hace otra cosa que… que… No sé que hace tu madre, pero dejame vivir en paz, querés?

 Lali se dispuso a irse a dormir, cuando Peter la atajó por el brazo. –Qué hacés? No termine de hablarte.

-Yo sí.

-No, me vas a escuchar Lali.

-No! Peter, estoy cansada de esto, no entendés que ya no doy más? Quiero alejarme de vos y de tu familia. Quiero ya el divorcio. Dejame ir, Peter –dijo esto último suplicante.

La acorraló contra la pared del cuarto y le dijo- No te voy a dejar ir porque nosotros dos tenemos un trato que vos vas a cumplir cueste lo que cueste, mañana viene una invitada de mamá, quiero que te quedes en la casa, Mariana.

-Perdoname, desde cuando me llamás por mi nombre completo? Dejame dejarte algunas cosas en claro –Lali había recuperado el coraje, le iba a mostrar quien mandaba – Ni sos el primer hombre, ni vas a ser el último que trate de ponerme los puntos, pero vos a mi no me mandás como querés, Pedro. A mi me respetás, si querés que me quede mañana todo el día, me quedo, pero la próxima vez que me hables así, te juro que blanqueo todo con tu madre y le digo que su hijo favorito se separó hace ya CINCO años. Anda preparando los papeles de divorcio, Juan Pedro. Cambiaste mucho, para peor.

–Ah, y hoy ni pienses en dormir en la cama porque voy a patear mucho. –agregó Lali.

Luego del discurso de Lali, Peter se quedó mudo, y terminó durmiendo en sillón del living.

Al día siguiente Lali se despertó radiante, había podido estirarse por toda la cama enorme, se vistió con uno de los vestidos de señora casada que le había comprado Peter, y se arregló como a él le gustaba, no porque él se lo pedía, si no porque ese día supuestamente vendría una invitada.

Peter por el contrario despertó incomodo en el sillón del living lo despertó la voz de su madre, que se acababa de levantar.

-Hijo! Qué te pasó?

-No quiero hablar del tema, Mamá.

-La nena te echo del cuarto? Yo te dije hijo que mejor te casabas con la otra…!

-Mamá, te lo pido por favor no vamos a volver a ese tema, ya lo superamos.

-Si, hijo, ya sé que esta superado pero hoy justo…

-Mamá, te lo pido por favor, pase un pésima noche…

Justo cuando Peter decía esto, Lali entraba radiante al living, sonreía y les dedicó su mejor sonrisa a su esposo y a su suegra.

-Así que dormiste pésimo, amor?

Peter se calló.

-Nena, me explicás que pasó anoche y porque mi hijo durmió todo incomodo?

-Y la verdad que durmió incómodo porque quiso.

-Qué me querés decir con que quiso dormir incómodo?

-Bueno, Mamá basta, ya está. Dormí, pésimo, La, pero es verdad que me lo busque… -dijo en tono de disculpa fingida, me hizo una seña para que le siguiera el juego.

-Dormiste muy incómodo, amor? –le seguí el juego. –Pobrecito, bueno, no peleemos más, ta? –Se sentó al lado de el en sillón lo abrazó y le dio besos en toda cara, menos en sus labios, una vez que su madre se fue, sin embargo le soltó la cara bruscamente.

-Peter, voy a hablar con tu madre de una cosa. Le voy a decir que no estoy embarazada.