jueves, 6 de diciembre de 2012

Amor Arreglado Capítulo 13


Este es bien, bien largo, para compensar que ayer no les subí, no quise dividir el flashback en dos partes por miedo a que se mezcle todo!, Disfruten y me comentan mucho!! Gracias por leer!! Mañana de noche subo más.






Peter, se quedó tirado en el sillón, pensó en la conversación que habían tenido con Mariana recién. Le vinieron a la mente muchos recuerdos. La primera vez que conoció a Lali…

-FLASHBACK- SEIS AÑOS ATRAS
Era un día lluvioso, había un evento muy importante en la casa de campo de los Lanzani, él en ese entonces tenía diecinueve años, y su hermano Pablo tendría unos quince años. Iban a venir amigos de negocios de Camilo Lanzani a la casa de campo por un fin de semana. Todos los amigos de negocios iban a venir con sus hijas. Solo hijas. Peter ya se imaginaba de qué se trataba principalmente el asunto…

Ya que desde que él había cumplido los dieciocho su padre se había empeñado infructuosamente en conseguirle una esposa adecuada, cosa que Peter no quería. Por nada del mundo quería casarse. Pero el padre de Peter quería a una jovencita no solo linda, educada y cortés,  quería a una niña rica. Por eso, invitó a varios conocidos ricos y a sus hijas, para charlar de negocios, entre otras cosas.

A medida que se acercaba la hora de la cena, Peter se desinteresaba más, su hermano Pablo lo compadecía por ser el mayor, el heredero, el que tuviera que casarse obligado, por eso lo bancaba y se quedaba a soportar la noche con él.

  Y así como así empezaron a llegar las familias con las hijas. Peter se fue al living donde Pablo miraba la televisión, y se sentó a su lado.

Vinieron alrededor de tres familias, los padres se sentaron a cenar en la mesa y las hijas todas arregladitas con vestidos rosas, lilas y celestes, y con los cabellos rubios peinados prolijos y trenzados se fueron al living a tratar de hacer migas con Peter. Pablo se reía de los intentos de las chicas, todas haciendo alarde de modales de revista, risas falsas y chillonas, comiendo poco y nada, y sentadas correctamente. Lo único que captó Peter de las conversaciones que tuvo con ellas fue el nombre de una sola, Paulina, Paula? No se acordaba, eran demasiado aburridas.

Estaba convirtiéndose en la noche más aburrida para Peter, y por extensión también para Pablo cuando de la nada se abren las puertas del living y sale una mujer hablando con una chica morocha, un poco petisa, vestida con unas medias de red y un short, y una remera roja  que dejaba al descubierto la mitad de su abdomen plano, estaba peinada con una cola de caballo alta, y tenía los ojos delineados con lápiz de ojos negros, los labios pintados de rojo, y tenía unos auriculares enchufados a las orejas.
-Mariana, por favor te lo pido, portate bien, como una señorita, te lo suplico, hija.
-Mamá, te lo podés ir? Anda con los Lanzani, no sé ni para que vinieron vos y papá a este lugar si más plata no necesitan, es una perdida de tiempo! –Le gritó mientras su madre se alejaba por el pasillo- Idiotas –masculló.

Se acercó al sillón donde estaban sentados Peter, Pablo y las demás chicas que estaban completamente sorprendidas por la forma en que Mariana iba vestida, por la forma en la que hablaba, caminaba y los miraba. Los miraba desafiante, con una mirada amenazadora, tratando de buscar a alguien conocido en la gente que estaba allí sentada en el sillón, posó la mirada en las chicas, posó la mirada en Peter, y este sintió como un deseo lo recorría, y luego posó la mirada en Pablo, se sentó a su lado y le sonrió. A Peter verla sonreír le pareció lo más increíble del mundo.
 -A vos te conozco. Vas a mi clase, no? Soy Lali.  –le dijo a Pablo.
-Sí. –le respondió Pablo- Mariana, no? Soy Pablo, este es Peter, mi hermano mayor… y ellas son…
-Yo soy Paula –contestó cortésmente una chica- encantada de conocerte, Mariana.
-Eh, hola. –dijo Lali desinteresadamente.
Todas las chicas se presentaron cortésmente pero esta era la que estaba más cerca, las otras cuatro estaban en un rincón apartadas…
-Hola, Peter. –lo saludó Lali.
-Hola.–Esa chica le fascinaba, la elegía a ella entre todas esas aburridas para casarse, pero temía que si se lo decía, Mariana le iba a dar un piña o algo parecido, esta era distinta- Qué escuchás, Lali?
-De todo un poco, rock clásico más que nada, y música indie… -le pasó el reproductor de música a Peter.
Luego de diez minutos muy aburridos, Mariana dijo- Perdonen chicos… -dijo refiriéndose a Pablo y Peter –Esta fiesta en un embole, me voy.
-Adonde vas? No te podés ir, que van a decir tus padres, además estas en una estancia, no te podés ir Mariana! –dijo Paula realmente agitada.
-Quien sos vos, nena, para decirme lo que puedo hacer o no? Ya sé que no me debo ir, pero para algo existen las reglas, para romperlas. –Miró a su alrededor y se dirigió hacia la ventana se dispuso a trepar…
Paula la miraba aterrada y se abrazó a Pitt –Peter, que suerte que te quedás conmigo, porque romper así las reglas, no es correcto, esta mal!
Peter la miró de reojo y volvió a posar su mirada en Mariana. Se resigno a quedarse aburrido toda la noche de un viernes, con esas chicas educadas y tontas, y luego se imagino a él haciendo locuras con Mariana. Se decidió rápidamente.
-Pará! –dijo Peter- Nos vamos con vos, vamos Pablo?
-Vamos! –dijo Pablo sonriente –Por fin, la verdad, hermano, todo bien la fiesta para buscarte esposa, pero un embole.
-Bueno, como quieran, pero después aténganse a las consecuencias, tienen auto? –dijo Lali.
-Yo sí –dice Peter.                      
-Entonces nos vamos en tu auto, hay un boliche a unos cinco kilómetros de acá. –miró a la ventana, estaba un poco alta para que ella se suba- Emm, chicos… -Peter notó que odiaba pedir cosas- alguien me sube? –lo dijo tan inocentemente que Peter sintió ganas de besarla allí mismo.
Pablo y Peter se rieron -Está un poquito alta la ventana, Lali? –bromeó Pablo.
-Jaja, te podés callar? –dijo Lali bruscamente.
–Claro que te subo –le dijo Peter, entonces la agarró por la cintura con mucha delicadeza, como si pese a la fachada de chica rebelde que ella portaba temiera que ella se rompiera, y la levantó, pero el torpe de Pablo la empujó sin querer y Peter y ella quedaron apretados contra la pared, él podía sentir su cuerpo contra el de ella, podía sentir el roce de su piel, de sus pechos. Se chocaron la narices y se rozaron sus labios –Ay, perdoná,  Pablo sos un tarado, te golpeé Lali? –preguntó Peter realmente preocupado.
-Tarado! Me pegué la cabeza! – le gritó Lali, las chicas seguían mirando la escena envidiándola por haber estado tan, tan, tan cerca de Lanzani. Se llevó la mano a la cabeza y vió su mano roja de sangre– Te tengo que matar yo a vos! –Le dijo a Pablo. –Sos enfermo?
-Perdón Lali, perdón. Peter agarrala que capaz se marea,  -dijo Pablo.
Peter la agarró de la cintura y Lali le pasó la mano por la nuca- vamos a la cocina, a buscar hielo.
-No, no importa hay que irnos, no aguanto más estar acá adentro. –dijo Lali.
-Pará- le dijo Pablo al oído para que solo ella y Peter pudieran oírlos- buscamos el hielo y nos vamos a mi cuarto, lejos de estas pendejas ricas.
-Dale –dijeron Peter y Lali.
-Ya me podés soltar, Peter… -dijo Lali.
-Estás segura? –dijo este.
-Si, soltame!-dijo bruscamente.
-Como quieras. –soltó a Lali y  se tambaleó, esta se llevó la mano a la cabeza y se colgó del cuello de Peter demasiado bruscamente, sus narices chocaron, y sus labios rozaron por segunda vez esa noche. Paula y las nenitas esas miraban con envidia a Lali y con anhelo a Peter, como si fuera el nuevo novio trofeo que Papi les fuera a conseguir.
-Perdón, flaco. –le dijo Lali.
-No pasa nada… A ver, me parece que te tengo que agarrar, te vas a caer y pegar más fuerte, todavía… -La alzó sin esfuerzo y Lali como es ella, protestaba, pero ya sin fuerzas.
-Bajame! Lanzani, bajame ahora o grito, bajame… -su voz iba perdiendo fuerza, se estaba desmayando –Bajame o te mato, bajame… bajame… -se desmayó.
-Pablo sos un enfermo, mirá como la dejaste, la llevamos con sus padres? Que la lleven a una de las habitaciones de invitados? –inquirió Peter realmente preocupado.
-Si, vení, vos llevala, y yo le aviso a Papá y a sus viejos, vamos.
Y así sin más, Peter se fue cargando a Lali junto con su hermano, dejando a las chicas expectantes. En menos de veinte minutos esa chica rebelde, sin gracia, y sin vestido rosa con flores había atraído la atención de Juan Pedro Lanzani, para siempre.
En el gran comedor, donde todos los adultos hablaban de negocios, cuando la hija menor de los Espósito entró cargada por el hijo mayor del gran Camilo Lanzani, hubo una gran conmoción.
-Qué pasó, Pedro? Qué hacés? –dijo el señor Lanzani.
-Hubo un accidente, viejo… -trató de explicar Peter.
-Sí, fue mi culpa, yo sin querer la empuje… -dijo Pablo- pero está bien, solo necesita descansar un ratito, con un poco de hielo, mañana ya va a estar bien, no Peter?
-Si, Pablo tiene razón. –dijo Pitt.
-Qué hizo Mariana esta vez? –dijo el padre de esta.
-Ehh, nada señor, fui yo –dijo Pablo.
-Vos sos compañero de Mariana, no?
-Si, mucho gusto –dijo Pablo –Bueno, la trajimos para llevarla a su habitación.
-Si, adonde la llevo? –dijo Peter.

Todos los adultos presentes se dieron cuenta con que determinación llevaba Peter a Lali, como si no quisiera irse de su lado hasta no saber con certeza que se encontraba bien.
-Hijo, no es necesario, acabo de llegar el hermano mayor –justo llego por la puerta un muchacho de unos veinticinco años, de ojos verdes y pelo castaño, alto y musculoso- Vení Victorio, tu hermana se cayó, o algo por el estilo – dijo el Padre de Lali y Vico.
-No es una noche si la petisa no se manda alguna, no? Dámela, Peter, yo llevó a mi hermanita. –dijo Victorio.
-Ehh, yo la llevo, no hay drama, Vico. –replicó Peter, dispuesto a tenerla en sus brazos el mayor tiempo posible.
-No, por favor, dámela, es una pesada Lali, no puede pasar una noche sin matarse.
-Enserio, yo la llevo…
Lali se empezó a mover en los brazos de Peter. Peter la seguía agarrando. Abrió los ojos y estalló.
-Qué hacés agarrándome, nene? Te dije que camino sola! Soltame!
El hermano de Lali se rio –Tonta, te caíste, vení. –dijo Vico.
-Soltame, Lanzani o te juro que te pego una piña soltame!!
-Pará! –Peter no lo podía creer, era la primera persona que no lo trataba como un príncipe  La depositó en el piso y se volvió a tambalear, Peter se apresuró a alzarla de nuevo, pero esta vez su hermano la agarró y la trajo hacia si.
-Pendeja, no puede pasar un día sin que te mandes alguna, no? –la jodió su hermano mayor.
-Callate, tarado. Y yo puedo caminar sola, Vic. –nuevamente trato de caminar pero se tambaleó.
-Vení –la alzó su hermano y la llevó a su habitación en brazos, mientras esta se volvía a desmayar en los brazos de su hermano.
-Pablo y Pedro, me pueden explicar que es lo que pasó? –preguntó Camilo Lanzani a punto de estallar.
-Sin querer yo la empuje y se golpeó la cabeza –dijo Pablo muy afligido.
El padre de Lali le dijo –No te preocupes, hijo. Se trató de escapar, no?
El hombre la tenía calada a su hija, era obvio que esto le pasaba frecuentemente.
-Emm –dijo Pablo – No, se porto re bien.
Los padres de Lali y Victorio los miraron como diciéndoles “ Nos ven cara de tarados?”
-Bueno, vamos a ver como esta Lali? –dijo Peter
-Dale, nos vemos luego, viejo –dijo Pablo
-No, muchachos, vuelvan con las demás chicas, estoy seguro de que Mariana va a estar bien. –dijo Camilo Lanzani seriamente, y ellos, por más que les apeteciera desobedecerlo, no lo hicieron.
Los hermanos Lanzani pasaron la noche más aburrida de sus vidas, Mariana y Victorio no habían aparecido luego de que se hayan ido a sus habitaciones y a la mañana siguiente, Peter y Pablo y las demás chicas que lo seguían a Peter como perritos falderos estaban en la piscina de la casa de campo. Hacía una mañana soleada. Peter y Pablo vestían unos shorts de baño, y las acompañantes femeninas trajes de baño entero de colores pasteles variados que ocultaban todo su cuerpo. Estaban pálidas ya que no querían quemarse con el sol y usaron pantalla solar 70 más o menos. Sus cabellos  dorados estaban recogidos en moños.
Eran las diez de la mañana y Mariana y su hermano, Victorio, no habían aparecido. A las diez y media llegó solo Victorio.
-Hola! Cómo termino ayer la cena? –preguntó Vic.
-En un embole, boludo. Se fue tu hermana y con ella la diversión –dijo Pablo.
-Si, suele pasar…
-Che… Tu hermana tiene novio? –pregunta Peter, como quien no quiere la cosa.
-Pará Lanzani! Ya te la fichaste? Mala idea, mi hermana no se va a atar a nada. Y por lo que veo, tu padre te quiere casado.
-No, es que… No para casarnos, ya sé que mi viejo me quiere casado, pero ya soy mayor de edad. Y tu hermana… nada, no importa
-Tu hermana está muy fuerte, Vico. –suelta Pablo, siempre así el con la verdad de frente.
-Vos querés que te mate? Es mi hermana!
Pablo se ríe y Peter también.
-Donde está, a propósito…? –dice Pablo.
-Yo le avisé que me venía para acá, y ella ya estaba cambiada, pero me parece que se durmió o algo. –dijo Vico.
-Yo la busco, querés? –dice Peter.
-Dale, toca la puerta antes igual. Y no te zarpes porque a la vuelta venís con un ojo morado, Lanzani!! –se ríe Vico.
Peter fue a buscar a Lali su habitación. Tocó la puerta. No abría nadie. Tocó la puerta nuevamente… Nadie. Una vez más… Nadie. Que raro, se dijo. Tocó una vez más y al ver que no había respuesta decidió entrar.
-Hola? Lali? Estás acá?
La cama estaba toda desordenada, como si alguien se hubiera movido mucho la noche anterior.
-Quien está ahí? –dijo la voz de Lali.
Peter hasta el momento no se había dado cuenta de cuanto había deseado oír su voz.
-La, soy yo! Peter! Estás en el baño?
-Si, ya salgo.
Luego de dos minutos salió, lo primero que le vió fue la cara, tenía cara de dormida, con los ojos entrecerrados como si se fuera a dormir en cualquier momento. Los segundo que le vió fue el cuerpo. Estaba usando solamente un bikini rojo con lunares blancos. Acentuaba perfectamente sus pechos y su cintura.  Ella se dio cuenta de como la miraba y le espetó –Qué mirás?
-………-Le iba a decir “Estás muy fuerte!” Sin embargo lo único que le salió fue- Sos… petisa.
Lo miró y arqueó una ceja. –Me podés dejar de mirar? –Se puso un vestido blanco cortito y se ató el pelo flojamente en una cola de caballo. –Vamos, Peter? –dijo con voz de dormida
-Emm, vamos, tenés sueño?
-Si, el tarado de mi hermano me despertó.
-Tenés hambre?
-Si, sabés donde se puede desayunar?
-En la piscina estamos desayunando todos, Pablo, tu hermano, y las demás chicas.
Al llegar a la piscina encontraron a Pablo y a Victorio hablando a los gritos, riendo.
-Jodeme! –decía Pablo.
-No, no te jodo.
Al ver llegar a Lali, Pablo le dice –Lali, salís con Máximo?
A Peter se le arruinó el día. Tenía novio.
-Emm, desde cuando te importa mi vida a vos Pablo?
-Sos mi mejor amiga.
-Recién ayer me acabo de enterar que vamos al mismo curso, Payaso.
-Si, pero hubo una gran conexión –le guiñó el ojo.
Se sacó el vestido y se tiró a tomar sol. Pablo y Peter le miraban fijamente los pechos y Victorio les dijo –Pueden ser menos obvios? Soy el hermano!
Luego de eso Peter, Pablo y Vico, charlaron por un rato hasta que Vico dijo que se tenía que ir. Despertó a Lali.
-Ey, pendeja, me tengo que ir…
-Y andate, no jodas. –dijo con voz de dormida.
-No, me tengo que ir enserio, a casa.
-No te vayas, papá y mamá me van a molestar mucho, hermano, quedate acá conmigo, dale?
-No puedo La, tengo que irme con Cande.
-Pollerudo, dame un abrazo.
Lali lo abrazó al estilo koala, y le dio un sonoro beso en el cachete. –Te quiero, llamame hoy de noche.
Cuando se fue Vico,  Pablo se tiró a la piscina y Peter le dijo a Lali–Sos re unida con tu hermano, no? A pesar de la diferencia de edad…
-Si, es el único de mi familia además de mi abuela, que no me jode todo el tiempo.
-Te jode mucho tu familia?                          
-Uff, no te hacés una idea, todo el tiempo, con las notas, con el comportamiento. Con el comportamiento sobre todo, que soy una desobediente, que no tengo que responder.
-Que mal…
-Si, mi madre es re correcta en todo, y mi padre también. Me quieren enganchar con vos. Ese era el negocio.
-Enserio?–preguntó Peter con una sonrisa.
-Si, por eso vine discutiendo ayer, mi madre quería que actuara como una de esas zombies que te siguen a todos lados, y sea re –hizo una sonrisita igual a la de Paula – así.  –Se rió con su risa característica, contagiosa. –Pero ni loca me casaría, eh, no es nada contra vos. Parecés buen pibe, pero yo no quiero casarme tan joven, entendés?
-Si, obvio, yo tampoco, mi padre puede decir que me voy a casar y todo, pero no pienso elegir a ninguna de estas, es más, te confieso algo? De todas estas, me caso con vos.
-No! Ni se te ocurra decirle eso a tu viejo porque si no me voy a tener que casar con vos obligada, Peter!
-No, no te preocupes, La. Yo no me quiero casar. Quiero divertirme.
-Bueno, querés hacer algo divertido? Vamos a hacer algo divertido.
Ese día se escaparon los dos solos por todo el día, toda su familia los estuvo buscando por todas partes, los invitados también. Se habían robado un auto, y se habían ido los dos solos a una playa que quedaba a unos diez kilómetros. Cuando volvieron, tipo a las doce de la noche, se ligaron el reto de sus vidas, pero no les importó. Ese día había sido inolvidable, porque en esa playa, el amor definitivamente surgió. Y ese amor, duraría para todas sus vidas.
FIN FLASHBACK

6 comentarios:

  1. otroooooooooooooo por favor, quero saber q ocurrio porfaaas!!!

    ResponderEliminar
  2. recien me lei todos los caps
    geniales!!! ♥
    masssss

    ResponderEliminar
  3. Awwwwwwwwwwwww,jajajaj,masmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmas,me encantaaaaaaa,muymuymuy buena,seguila,besos

    ResponderEliminar
  4. Es re tierno Peter se enamoro en cuanto la vio y eela una total rebelde Jaja

    Que habré pasado en esa playa?

    ResponderEliminar