viernes, 7 de diciembre de 2012

Amor Arreglado Capítulo 14


Capítulo cargado de emociones, como vieron lo prometido es deuda, dije que les subía uno a la noche y se los subí!!! Espero que les guste mucho! FIRMENNN, beso!!-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------


Lali volvió rápidamente luego de visitar a Gastón, se encontró a Peter en el sillón tirado, parecía pensativo, pero estaba sonriendo.
-En qué pensás?
-En nada.
-Dale, contame, Pitt, en que pensás? –dijo sonriente Lali.
-De verdad querés saber?
-Si.
-Pensaba, bah, más bien recordaba cuando le dijimos a mis viejos que nos habíamos casado. Ah, y de la “Luna de Miel”, si se le puede llamar a eso luna de miel.
-Peter, porque pensás en esas cosas? –le dijo triste, con expresión afligida.
-Fueron buenos momentos.
-Fueron.
-Si –en ese instante entra Mercedes al living.
-Mecha! –la llama Lali.
La madre de Peter la mira despectivamente. –Qué pasa?
-Ehh, tenemos que hablar? Te animás a sentarte?
-De qué se trata todo esto hijo?
-Escuchá, Mamá –le responde Peter.
-Bueno, a ver, ayudame vos también, amor. –le dice a Peter. –Bueno, el tema es que, el embarazo. Era una falsa alarma. Tuve un atraso, después me maree y su hijo, muy muy muy atropellado, asumió que estaba embarazada. Muy tonto de su parte ya que ilusionó a todo el mundo.
-Y así me soltás la noticia de que no voy a tener un nieto, nena?
-Cómo quiere que se lo diga? –le replica Lali molesta.
-A ver, si, Ma, no te preocupes –Peter la abraza- Ya van a llegar los nietos, somos muy jóvenes todavía… Capaz en unos años…
-Muchos, muchos años! –dice Lali con una risa nerviosa.
-Con que tu padre no me responda las llamadas y esto, ya fue demasiado, me voy a dormir. Podías haber tenido un poco más de tacto, nena!- Se va ofendida hacia su habitación y no la vuelven a ver en toda la noche.
-Bueno, oficialmente, yo no pego una con tu vieja, desde que me conoció que me trata pésimo.
-Lali, no le podés caer bien a todo el mundo, siempre va a haber alguien que te odie.
-Tengo sueño –dijo somnolienta. Se veía linda con cara de sueño. Peter se rio. –De qué te reís, Pedro?
-Nada, nada –dijo con una sonrisa – Ya te querés ir a dormir? No comimos, además es temprano, son como las seis…
-Si ya sé, pero no tengo hambre, Peter. Hoy fue un día… complicado. Lo sabés bien, yo siento que me fui al pasado, y que en un día reviví cosas que era mejor dejar donde estaban.
-A veces está bueno revivir el pasado. Yo reviví varios momentos hoy, me acordé de cosas que creía que mi memoria había borrado. Momentos felices. Antes del incidente, Lali, yo era otro.
-Eras otro. –confirmó ella. –Lamentablemente cambiaste, porque ese Peter, el tranquilo y gracioso, no el serio y arrogante, es el hombre más considerado, sincero y honesto que conocí en mi vida, si sigue todavía por ahí, decile que Lali lo busca.
Se fue a su habitación, Peter la siguió minutos después la encontró poniéndose el pijama.
-La, ese Peter sigue acá, sabés? Y está acá en gran parte porque vos estás acá.
-No te entiendo.
-Ese Peter solo existe porque estás vos, yo ya te dije, y te vuelvo a repetir, ese Peter se fue con vos esa noche de lluvia cuando vos te fuiste. Se fue con vos. Y ese Peter, te amaba.
-Yo también te amaba, te amaba, tiempo pasado, logre superarte, costó pero lo logré.
-Me superaste? –respondió con tristeza.
-Si –dijo ella con seguridad.
-Yo también creí que te había superado, pero hoy permití que mi mente viajara al pasado, y no sé como hice para vivir los últimos cinco años de mi vida, siento que estuve anestesiado. –Se fue acercando cada vez más a ella.
-Peter… no. –dijo con la voz entrecortada. –No… es buena idea…
Sin más, le atrapó el rostro con sus manos y juntó su boca con la suya. Ella le devolvió el beso luego de unos segundos.
-No sé que tengo que tengo con vos, que no puedo olvidarte –murmura Peter entre beso y beso.
-Y yo no sé que tenés vos, que no me deja odiarte. –responde Lali.
Se besaron apasionadamente mientras se deshacían de sus ropas. Una de sus manos recorría la espalda de Lali provocando que se arqueara acercando su cuerpo mas al de Peter, mientras que la otra le acariciaba la mejilla asegurándose que sus labios no se separen de los de él.
Las manos de Lali jugaban con su pelo, también acariciaba su nuca y su cuello para que ese beso no cesara. La temperatura de sus cuerpos estaba aumentando y no era por el calor que hacia. Sus respiraciones estaban agitadas, ya no daban más. Lali sintió como la depositaba delicadamente sobre la cama, y como él se ponía encima de ella con cuidado de no aplastarla.
Era todo perfecto, los dos en la cama a punto de concluir su acto de amor, con la luz de la luna como único testigo de todo lo que se amaban. Esa noche, fueron uno. Se entregaron a la pasión contenida por cinco años, mientras hacían, otro viaje al pasado.
 Peter se levantó y no se sorprendió al encontrar la cama vacía. Se levantó tranquilamente, se dio una ducha, se vistió y se fue a desayunar. Cuando llegó al comedor su madre ya estaba levantada, desayunando.
-Hola, Ma –dijo sonriendo.
-Hola, hijo, dormiste bien?
-Increíble dormí. –dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
-Bueno… Hijo, hablando de cosas increíbles, te tengo una sorpresa.
-Si? Cual es? –La sonrisa de su rostro era imborrable.
-Ya vas a ver, che… Qué le pasaba a la nena? Salió hace una hora corriendo, sin saludar, sin desayunar.
-No sé.
-Además iba muy mal vestida, iba con un bikini y un short abajo, una desubicada, hijo, no sé que le viste.
-Mamá, cortala, por favor te lo pido. –le dijo mientras untaba una tostada.
Lali salió corriendo de la casa en cuanto se despertó. Fue corriendo muy rápido hasta el agua, agarró la tabla,  se metió a las olas. Estaba confundida, lo que había pasado anoche no era habitual. Se juró a si misma no volver a estar nunca más involucrada con Juan Pedro Lanzani. Creía haberlo superado, creía que ya no le importaba, pero después de anoche… descubrió que todavía tenía la herida abierta.
Lali salió del agua, puso la toalla en el suelo y se tumbó a tomar el sol. Era un día hermoso, de pronto se le vino a la mente las imágenes de anoche. Sacudió la cabeza. No, no podía pensar en eso ahora. No debía pensar en eso. Nunca más. Y así, con ese pensamiento en mente, se quedó dormida.
Luego de lo que parecieron cinco minutos, se despertó. Le ardía todo el cuerpo. Genial, pensó, se había insolado, se miró la piel, la tenía roja. Cuanto rato se había quedado dormida al sol? Caminó muy dolorosamente de la playa a la casa, usualmente un camino que se hacía corto, pero que se le alargó por el ardor del cuerpo. Ni la toalla se podía pasar por alrededor del cuerpo para taparse. Le ardía cada centímetro. Por fin llegó.
-Nena! Qué te pasó? –preguntó Mercedes, con un tono de voz muy irritante.
-Me insolé. –respondió con un tono muy irrespetuoso, y una sonrisa insulsa.
-Ayy, que descuidada, tuviste que haber llevado pantalla solar, si no hubieras salido tan rápido te alcanzaba- rio, evidentemente le  daba risa el dolor de Lali.
-Que divina… -murmuró Lali.
En eso entra Peter. –Lali, qué te pasó? Tapate, mi amor. –se dispuso ponerle la toalla por arriba.
-No me toques, te lo suplico, me arde todo! –Parecía que no quería que la tocara por otra razón además del ardor de su cuerpo.
-Pero, La. Tapate, mi amor.
-No. Me. Toques. Peter me arde todo el cuerpo que parte de eso no entendés? –le espetó Lali.
-Bueno… Yo me voy, los dejo hablar tranquilos –dijo Mecha, con su risa irritante.
-Váyase… Insoportable –murmuró Lali. –No me banco a tu vieja.
Peter se rio – Estás toda roja, La. A ver, vení.
-No me toques, Peter! Me arde todo el cuerpo.
-Bueno, ok, sentate. Te traigo algo para comer? Mamá me dijo que saliste corriendo sin desayunar.
-Si, pero… qué hora es?
-Son la una de la tarde.
-Estuve cuatro horas al sol. –dijo preocupada.
-Bueno, ya se te va a pasar. Vení a la cocina así comés algo, que no desayunaste.
-Si, ay, pará. No me toques. –dijo, porque Peter se dispuso a ponerle el brazo por la cintura.
-Bueno, bueno.
Se sentaron a la mesa a y el la observó mientras comía la ensalada,  él sonreía.
-Qué te pasa que me mirás así? –inquirió Lali evidentemente molesta.
-Nada… Es que estas muy roja, Lali –dijo riéndose – Posta, mírate al espejo.
-Callate, querés? Por si no te diste cuenta, hoy no es mi mejor día. Es más, estoy en uno de los peores días de mi vida.
-Mariana, tenemos que hablar –dijo un poco más serio.


8 comentarios:

  1. me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa espero el proximopoooo

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  2. me encanto!! gracias por subir!! quiero mas, muchos masss

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  3. Yuyu,me encantó,masmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmas,jajajaj,genial el capítulo,ya quiero saber q viene después de ese "mariana",jjajja,muymuymuy buena,seguilaaaaaaaaa,besos!!!me voy a dormir con una sonrisa en la cara:-D

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  4. Me encanta tu novela! Mas mas quiero saber de que tienen que hablar

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  5. xq lali es tan seca q mala
    quiero saber xq se fue lali!!
    masss

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    1. te explico, Lali despues de eso, se siente muy rara, tiene mucho miedo, despues vas a saber más, por ahora te dejo la intriga...

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