Capítulo cargado de emociones, como vieron lo prometido es deuda, dije que les subía uno a la noche y se los subí!!! Espero que les guste mucho! FIRMENNN, beso!!-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Lali
volvió rápidamente luego de visitar a Gastón, se encontró a Peter en el sillón
tirado, parecía pensativo, pero estaba sonriendo.
-En qué
pensás?
-En
nada.
-Dale,
contame, Pitt, en que pensás? –dijo sonriente Lali.
-De
verdad querés saber?
-Si.
-Pensaba,
bah, más bien recordaba cuando le dijimos a mis viejos que nos habíamos casado.
Ah, y de la “Luna de Miel”, si se le puede llamar a eso luna de miel.
-Peter,
porque pensás en esas cosas? –le dijo triste, con expresión afligida.
-Fueron
buenos momentos.
-Fueron.
-Si –en
ese instante entra Mercedes al living.
-Mecha!
–la llama Lali.
La madre
de Peter la mira despectivamente. –Qué pasa?
-Ehh,
tenemos que hablar? Te animás a sentarte?
-De qué
se trata todo esto hijo?
-Escuchá,
Mamá –le responde Peter.
-Bueno,
a ver, ayudame vos también, amor. –le dice a Peter. –Bueno, el tema es que, el
embarazo. Era una falsa alarma. Tuve un atraso, después me maree y su hijo, muy
muy muy atropellado, asumió que estaba embarazada. Muy tonto de su parte ya que
ilusionó a todo el mundo.
-Y así
me soltás la noticia de que no voy a tener un nieto, nena?
-Cómo
quiere que se lo diga? –le replica Lali molesta.
-A ver,
si, Ma, no te preocupes –Peter la abraza- Ya van a llegar los nietos, somos muy
jóvenes todavía… Capaz en unos años…
-Muchos,
muchos años! –dice Lali con una risa nerviosa.
-Con que
tu padre no me responda las llamadas y esto, ya fue demasiado, me voy a dormir.
Podías haber tenido un poco más de tacto, nena!- Se va ofendida hacia su
habitación y no la vuelven a ver en toda la noche.
-Bueno,
oficialmente, yo no pego una con tu vieja, desde que me conoció que me trata
pésimo.
-Lali,
no le podés caer bien a todo el mundo, siempre va a haber alguien que te odie.
-Tengo
sueño –dijo somnolienta. Se veía linda con cara de sueño. Peter se rio. –De qué
te reís, Pedro?
-Nada,
nada –dijo con una sonrisa – Ya te querés ir a dormir? No comimos, además es
temprano, son como las seis…
-Si ya
sé, pero no tengo hambre, Peter. Hoy fue un día… complicado. Lo sabés bien, yo
siento que me fui al pasado, y que en un día reviví cosas que era mejor dejar
donde estaban.
-A veces
está bueno revivir el pasado. Yo reviví varios momentos hoy, me acordé de cosas
que creía que mi memoria había borrado. Momentos felices. Antes del incidente,
Lali, yo era otro.
-Eras
otro. –confirmó ella. –Lamentablemente cambiaste, porque ese Peter, el
tranquilo y gracioso, no el serio y arrogante, es el hombre más considerado,
sincero y honesto que conocí en mi vida, si sigue todavía por ahí, decile que
Lali lo busca.
Se fue a
su habitación, Peter la siguió minutos después la encontró poniéndose el
pijama.
-La, ese
Peter sigue acá, sabés? Y está acá en gran parte porque vos estás acá.
-No te
entiendo.
-Ese
Peter solo existe porque estás vos, yo ya te dije, y te vuelvo a repetir, ese
Peter se fue con vos esa noche de lluvia cuando vos te fuiste. Se fue con vos.
Y ese Peter, te amaba.
-Yo
también te amaba, te amaba, tiempo pasado, logre superarte, costó pero lo
logré.
-Me
superaste? –respondió con tristeza.
-Si
–dijo ella con seguridad.
-Yo
también creí que te había superado, pero hoy permití que mi mente viajara al
pasado, y no sé como hice para vivir los últimos cinco años de mi vida, siento
que estuve anestesiado. –Se fue acercando cada vez más a ella.
-Peter…
no. –dijo con la voz entrecortada. –No… es buena idea…
Sin más,
le atrapó el rostro con sus manos y juntó su boca con la suya. Ella le devolvió
el beso luego de unos segundos.
-No sé
que tengo que tengo con vos, que no puedo olvidarte –murmura Peter entre beso y
beso.
-Y yo no
sé que tenés vos, que no me deja odiarte. –responde Lali.
Se
besaron apasionadamente mientras se deshacían de sus ropas. Una de sus manos
recorría la espalda de Lali provocando que se arqueara acercando su cuerpo mas
al de Peter, mientras que la otra le acariciaba la mejilla asegurándose que sus
labios no se separen de los de él.
Las
manos de Lali jugaban con su pelo, también acariciaba su nuca y su cuello para
que ese beso no cesara. La temperatura de sus cuerpos estaba aumentando y no
era por el calor que hacia. Sus respiraciones estaban agitadas, ya no daban
más. Lali sintió como la depositaba delicadamente sobre la cama, y como él se
ponía encima de ella con cuidado de no aplastarla.
Era todo
perfecto, los dos en la cama a punto de concluir su acto de amor, con la luz de
la luna como único testigo de todo lo que se amaban. Esa noche, fueron uno. Se
entregaron a la pasión contenida por cinco años, mientras hacían, otro viaje al
pasado.
Peter se levantó y no se sorprendió al
encontrar la cama vacía. Se levantó tranquilamente, se dio una ducha, se vistió
y se fue a desayunar. Cuando llegó al comedor su madre ya estaba levantada,
desayunando.
-Hola,
Ma –dijo sonriendo.
-Hola,
hijo, dormiste bien?
-Increíble
dormí. –dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
-Bueno…
Hijo, hablando de cosas increíbles, te tengo una sorpresa.
-Si?
Cual es? –La sonrisa de su rostro era imborrable.
-Ya vas
a ver, che… Qué le pasaba a la nena? Salió hace una hora corriendo, sin
saludar, sin desayunar.
-No sé.
-Además
iba muy mal vestida, iba con un bikini y un short abajo, una desubicada, hijo,
no sé que le viste.
-Mamá,
cortala, por favor te lo pido. –le dijo mientras untaba una tostada.
Lali
salió corriendo de la casa en cuanto se despertó. Fue corriendo muy rápido
hasta el agua, agarró la tabla, se metió
a las olas. Estaba confundida, lo que había pasado anoche no era habitual. Se
juró a si misma no volver a estar nunca más involucrada con Juan Pedro Lanzani.
Creía haberlo superado, creía que ya no le importaba, pero después de anoche…
descubrió que todavía tenía la herida abierta.
Lali
salió del agua, puso la toalla en el suelo y se tumbó a tomar el sol. Era un
día hermoso, de pronto se le vino a la mente las imágenes de anoche. Sacudió la
cabeza. No, no podía pensar en eso ahora. No debía pensar en eso. Nunca más. Y
así, con ese pensamiento en mente, se quedó dormida.
Luego de
lo que parecieron cinco minutos, se despertó. Le ardía todo el cuerpo. Genial,
pensó, se había insolado, se miró la piel, la tenía roja. Cuanto rato se había
quedado dormida al sol? Caminó muy dolorosamente de la playa a la casa,
usualmente un camino que se hacía corto, pero que se le alargó por el ardor del
cuerpo. Ni la toalla se podía pasar por alrededor del cuerpo para taparse. Le
ardía cada centímetro. Por fin llegó.
-Nena!
Qué te pasó? –preguntó Mercedes, con un tono de voz muy irritante.
-Me
insolé. –respondió con un tono muy irrespetuoso, y una sonrisa insulsa.
-Ayy,
que descuidada, tuviste que haber llevado pantalla solar, si no hubieras salido
tan rápido te alcanzaba- rio, evidentemente le
daba risa el dolor de Lali.
-Que
divina… -murmuró Lali.
En eso
entra Peter. –Lali, qué te pasó? Tapate, mi amor. –se dispuso ponerle la toalla
por arriba.
-No me
toques, te lo suplico, me arde todo! –Parecía que no quería que la tocara por
otra razón además del ardor de su cuerpo.
-Pero,
La. Tapate, mi amor.
-No. Me.
Toques. Peter me arde todo el cuerpo que parte de eso no entendés? –le espetó
Lali.
-Bueno…
Yo me voy, los dejo hablar tranquilos –dijo Mecha, con su risa irritante.
-Váyase…
Insoportable –murmuró Lali. –No me banco a tu vieja.
Peter se
rio – Estás toda roja, La. A ver, vení.
-No me
toques, Peter! Me arde todo el cuerpo.
-Bueno,
ok, sentate. Te traigo algo para comer? Mamá me dijo que saliste corriendo sin
desayunar.
-Si,
pero… qué hora es?
-Son la
una de la tarde.
-Estuve
cuatro horas al sol. –dijo preocupada.
-Bueno,
ya se te va a pasar. Vení a la cocina así comés algo, que no desayunaste.
-Si, ay,
pará. No me toques. –dijo, porque Peter se dispuso a ponerle el brazo por la
cintura.
-Bueno,
bueno.
Se
sentaron a la mesa a y el la observó mientras comía la ensalada, él sonreía.
-Qué te
pasa que me mirás así? –inquirió Lali evidentemente molesta.
-Nada…
Es que estas muy roja, Lali –dijo riéndose – Posta, mírate al espejo.
-Callate,
querés? Por si no te diste cuenta, hoy no es mi mejor día. Es más, estoy en uno
de los peores días de mi vida.
-Mariana,
tenemos que hablar –dijo un poco más serio.
me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa espero el proximopoooo
ResponderEliminarme encanto!! gracias por subir!! quiero mas, muchos masss
ResponderEliminarYuyu,me encantó,masmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmasmas,jajajaj,genial el capítulo,ya quiero saber q viene después de ese "mariana",jjajja,muymuymuy buena,seguilaaaaaaaaa,besos!!!me voy a dormir con una sonrisa en la cara:-D
ResponderEliminarMe encanta tu novela! Mas mas quiero saber de que tienen que hablar
ResponderEliminarMaaaaassssss
ResponderEliminarLo ameeeee
ResponderEliminarxq lali es tan seca q mala
ResponderEliminarquiero saber xq se fue lali!!
masss
te explico, Lali despues de eso, se siente muy rara, tiene mucho miedo, despues vas a saber más, por ahora te dejo la intriga...
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