Bueno, este capítulo esta lleno de emociones, disfrutenlo, capaz me hago un tiempito y les subo otros.Firmen mucho mucho, me encanta ver los comentarios. GRACIAS otra vez por leer, espero que les guste...
miércoles, 28 de noviembre de 2012
martes, 27 de noviembre de 2012
Amor Arreglado Capítulo 8
Lali llegó al living con el pelo
mojado en bikini con la ropa hecha un bollo toda arrugada en sus manos. Para
peor, Gastón le había regalado una tabla de surf y la tenía bajo el brazo.
Parecía todo menos la esposa de un empresario. Mercedes la miró horrorizada.
Peter la miró entre furioso y… divertido? No, definitivamente furioso, pero lo
disimuló muy bien.
-Mi amor! Vení, no tenés que
cargar cosas pesadas, dame. Te divertiste en las olas?
Lali sonrió – Si, divina el agua,
tenemos que ir juntos. A nadar, vos también, Mechi, no sabés lo linda que está
el agua.
Lali se fue a cambiar, pero en vez
de ponerse los atuendos que le compró Peter se puso un short y una musculosa
blanca, con una campera. Se sentó a la mesa.
-Nena, contame, cómo se te ocurre
irte a hacer surf estando embarazada?
Lali se quedó en blanco.
-Emm, no sé, me divierte mucho,
igual solo fui a nadar, surfeé poquito.
-Vos siempre fuiste muy rebelde,
nena, muy rebelde…
-Seee- dijo Lali- Igual, ni tanto,
Mecha. Estás exagerando… –No había mentira más grande, en su adolescencia había
todo lo que sus padres consideraban inapropiado y lo que estaba terminantemente
prohibido, salir con Peter, para empezar.
-Peter, querido, pensaron en
nombres? –preguntó Mercedes.
-Emm, no Ma, todavía no.
-Yo pensaba, que tal si es nena le
podríamos poner Elvira…
-Ni loca le ponemos ese nombre!
–saltó Lali muy en el personaje.
-Es un nombre divino, era el
nombre de mi madre! –se defendió Mercedes. –Y mirá vos nena, sos la menos capaz
de elegir un nombre cuando apenas hace unos años te lo elegían a vos!
-Ah Bueno!, Peter, es un nombre espantoso, ni locos le
ponemos eso, te aviso. –Peter sonrió por un momento le hubiera gustado que
fuera verdad, por solo un momento. Borró ese pensamiento de su cabeza
inmediatamente.
-Ma, es un nombre un poco
antiguo…. – dijo Peter para mediar…
-Es espantoso, viste Mecha? Hasta
tu hijo lo dice. Está descartado, mi amor. –Lali le dijo mi amor, hacía seis
años que no le decía mi amor, incluso aunque era falso, se sintió bien
decírselo a él.
-Bueno y si es nene –continuó
Mecha- como mi abuelo, le podemos poner Horacio.
-Vos querés que mis hijos sean la
burla de la clase? –saltó Lali de vuelta. –Ni loca les pongo esos nombres.
Bueno, Peter, Suegra, me voy a dormir, tengo mucho sueño…
-Mi amor, no comiste nada- dijo Peter, a él también le
sentó bien decírselo.
-Ya sé, pero vamos a dormir?
Acompañame…
-Buenas noches, Ma.
-Buenas noches, querido. Nena…
Lali puso los ojos en blanco,
nunca iba a dejar de llamarla así.
Amor Arreglado Capítulo 7
Aterrizaron luego de dos horas de
discusiones y tomaron una lancha. Cuando llegaron a la isla de Peter llamada
Isla Bella, Lali quedó maravillada, una casa enorme que daba a una playa.
Contaba con un velero para salir a navegar, motos de agua y por supuesto
seguridad del más alto nivel. Había un portón eléctrico con una garita donde un
hombre joven se asomó, era rubio de ojos claros, Lali en ese momento se puso
los lentes negros y una capelina ( tenía que ser ahora la señora Lanzani, le
valdría actuar como tal) y se recostó en el asiento…
-Señor Lanzani, qué gusto verlo.
Trajo a la señora Mariana también?
A Lali le sorprendió que el
servicio de la isla supiera su nombre. Sacó la mano para saludar pero no hizo
otra cosa, estaba devastada por el viaje y el desmayo, podría ser que estuviera
somatizando?
-Gastón, qué gusto verte, si la
traje. Nos abrís?
-Claro señor, cómo no. Disfrute
mucho, he oído que habrá días muy soleados.
-Gracias, Gastón que tengas un
buen día.
Al llegar al umbral de la casa,
Peter le susurró a Lali –Preparate para hacer un buen acting, te lo pido por
favor, no me defraudes.
Él le pasó una mano por la
cintura y la ayudó a subir los
escalones. Antes de que Peter abriera la puerta su madre, una mujer de unos
cincuenta años con el pelo rubio y los ojos verdes salió afuera –Mi amor!!
Llegaste, querido! –empujando a Lali para afuera corrió a los brazos de su hijo
varón más grande- Cómo estuve el vuelo?
-Bien, Ma –una vez afuera del
abrazo- La verdad que bien el viaje fue muy cómodo, aunque Lali se mareó un
poco…
Justo en ese momento Mercedes
Lanzani se dio cuenta de que su nuera estaba allí.
-Trajiste a Marianita… -su cara
denotaba disgusto.
Lali sonrió con su sonrisa
característica –Hola! Cómo estás Mecha?
-Hola, nena, tantos años, Peter no
estaba embarazada la nena?
Lali lo miró a Peter con ojos
expectantes, ya sentía que el “acting” se les había ido por el caño.
-Tengo veintiuno, Mecha, no soy
más una nena –apodo que le había puesto en cuanto Peter la había presentado.
-Si, Ma, está embarazada... –Puso
una mano en su panza- de unos… de un mes.
-Bueno, hijo, no lo puedo creer!
Vas a ser papá! –comentó emocionada. Lo abrazó de nuevo y Lali quedó pintada
mirando la escena.
-No me felicitás a mi? –preguntó
sonriendo forzadamente.
-Felicitaciones, nena. Mi amor!
Vas a ser papá –abrazó a Peter de nuevo- Bien!
Luego de unas dos horas
felicitaciones para Peter y miradas despectivas a Lali… Peter pasó su brazo por
la cintura de Lali y la condujo hacía su habitación, que ahora sería de los
dos, pensó Lali con desanimo.
-Peter, creo que tu madre no nos
cree nada, viste la cara con la que me miró?
-Eso es porque estás hecha un
palo. Y porque muy bien no le caés.
-Bueno, no tiene nada que ver tu
madre me odia, mi suegra me odia. Y tu padre?
-Viene en dos días.
-Ah… Bueno, me voy a la playa o
algo, ya me quiero sacar esta ropa espantosa –Estaba usando la ropa que la
había dado Peter-
-Bueno, podés disfrutar de la
playa y de todo lo que hay acá en la isla, pero en dos horas te quiero acá que
la hora de la cena. Igual no te parece que mejor descansás un poquito? Estuviste medio mareada
y…
-Peter, me voy te veo en dos horas
–y así sin más se fue, tenía que alejarse de él.
Se cambio se soltó el largo pelo
color café, se puso un short, una musculosa blanca y unas ojotas, con el bikini
debajo se fue a la playa. Se tumbó a tomar el sol, cuando vio unas tablas de
surf clavadas en la arena. Se dispuso a agarrar una. Cuando
alguien le llamó la atención.
-Epa, quien sos petisa? –le atajó
la mano un hombre rubio y de ojos bien celestes.
-Qué divino –dijo sarcástica –Petisa,
tu abuela, rubio.
-Soy Gastón.
-Ah sos el de la portera de hace
un rato. –dijo ella.
-Si, nos vimos nosotros? Porque me
acordaría de alguien como vos, bombón. Cómo te llamás?
-Soy Lali.
En ese momento Lali se dio cuenta
que él no sabía quien era ella. Para el, ella era solo Lali. Iba a aprovechar
esta oportunidad.
-Creo que te confundí, pero un
gustó conocerte, Gastón. Me enseñás a surfear?
-Obvio. Vamos, peti.
-Todo bien, pero el petisa
dejalo… eh.
En el mar Gastón aprovecho para
hacerle unas preguntas para conocerla.
-No sabía que trabajabas acá, y yo
conozco a todo el personal domestico de la isla.
-Eh si, no sé. Yo trabajo en la
casa.
-Ah, para los Lanzani en directo.
-Si, se podría decir que hago algo
por el estilo.
-Conocés a todos?
-Si.
-Yo conozco a todos menos a la
esposa del señor y a su hermano.
-Yo los conozco.
-La esposa es una cornuda, el
flaco salió con la mitad de las chicas de la ciudad. Sale en las revistas y
todo.
-Yo no estaría tan segura
–respondió Lali con una sonrisa – La señora Lanzani es más viva de lo que
parece, tuvo varios novios, Lanzani no puede controlarla.
-Enserio? Mirá vos…
La llevó al mar y estuvieron
surfeando por dos horas, hasta que Lali se acordó que tenía que ir a cenar con
su esposo y su suegra.
-Uy! Me tengo que ir, Gas
-A donde?
-A atender a los Lanzani, hay una
cena familiar.
-Ah, divertite, La. Nos vemos
mañana y andamos en moto de agua.
-Me encanta la idea. Nos vemos mañana, y dejando un beso largo en su mejilla, salió corriendo hacia la casa.
lunes, 26 de noviembre de 2012
Amor Arreglado Capítulo 6
Eran las siete y media de la
mañana. Peter estaba una hora atrasado, a este ritmo perderían el avión. Lali
llevaba poco equipaje, un bolso pequeño con unos libros, cuadernos y un poco de
su propia ropa para usar cuando esté sola, se imaginaba usando esa ropa
incomoda de esposa perfecta que Peter le había comprado y la idea no la
entusiasmaba lo más mínimo.
A las ocho en punto llegó Peter.
Se subió a su auto. Tal vez fue que se sentó muy de golpe, o tal vez el olor a
auto nuevo pero Lali se empezó a marear.
-Vamos, el jet privado nos espera.
Estás bien?
- Mas o menos, estoy un poco
mareada.
-Ya se te va a pasar. En cuanto
subamos se te pasará. –le aseguró.
En el avión privado de Peter
despegó y con ello la conciencia de Lali. Lo último que vio fue a la azafata
coqueando con su marido descaradamente.
Cuando recuperó al conciencia se
descubrió a si misma todavía sentada en el avión, Peter estaba despierta con la
mirada fijada en ella.
-Bueno… Te sentís mejor? –preguntó
secamente, no se podía esperar otra cosa.
-Si… -preguntó Lali con la voz
ronca- Peter cuanto tiempo estuve desmayada o dormida o lo que sea?
-Unas ocho horas, en dos horas
llegamos al aeropuerto y luego nos tenemos que tomar una lancha para llegar a
la isla, por suerte te despertaste ahora porque tenemos que hablar.
-De qué?
-De como te tenés que comportar
con mis padres.
-Ah, mis suegros… Cómo me tengo
que comportar? Peter, ya me conocen, me odian, no sé que querés que cambie,
francamente…
-Lali, tenés que actuar –dijo como
si ella no hubiera dicho nada- de embarazada, tenés que tener los síntomas,
tenés que actuar bien. Tenemos que actuar como si fuéramos dos personas que se
aman…
-Ah, nos va a salir pésimo el
acting, Peter…
-Imaginate que soy tu novio…
-No. –A Lali se le estrujó el
corazón al pensar en Simón, lo extrañaba, aunque sabía el sentimiento no era
mutuo.
-Lali, tiene que salir bien, vos
sos mi esposa y estoy felizmente casado con vos. –sonrió forzadamente.
-No te sale. Y no tengo novio. Me
dejó.
La expresión de Peter no fue de
felicidad, tampoco de tristeza. Era una mezcla de emociones que iba desde sus
ojos verdes hasta su boca.
-No sabía… Probablemente sea lo
mejor… Así no le mentís.
-No sé si sea lo mejor, pero ta,
no importa…
-Te sentís bien? –dijo Peter, en
algunas ocasiones le importaban los sentimientos de las demás personas.
-Che, tu padre lee los diarios?
–Lali quiso cambiar de tema, no le apetecía en lo más mínimo charlar ese tema
con el- Porque apareces vos con una nueva conquista todas las semanas…
-No lee nada que tenga que ver
conmigo.
-Pero seguro sabe…
-Francamente no lo sé.
-Bueno, que tengo que hacer?
Fingir ser feliz?
-Tener síntomas, dormí mucho, y
hacete la mareada. Lo del mareo de ahora nos viene perfecto.
-Bueno, ok. Vos entonces, tratá de
no ser vos, si querés que salga bien.
Amor Arreglado Capítulo 5
Y se fue así sin más. Al llegar a
su departamento, Simón estaba dormido, ella lo despertó con un beso.
-Hola, mi amor –lo besó.
-Lo conseguiste?
-Eh, más o menos, tenemos que
hablar.
-Qué pasó?
-Acabo de volver del trabajo
–mintió Lali- hay… una especie de curso de tres meses en España. Yo tengo
muchas ganas de ir, es un viaje pago. Y no quiero perder la oportunidad. Me voy
a arrepentir si no voy.
-Te vas tres meses, Lali?
-Si, me voy. Igual, nos vamos a
poder contactar, creo. Mi amor, hablame, qué pensás?
-Nada, hermosa, si a vos te hace
feliz, te voy a extrañar mucho. Cuando
te vas?
-No lo sé… Este… la verdad que no
lo sé. Pero lo averiguo mañana. Perdón por perderme la cena.
-Está bien. No importa. Te amo,
oíste? –Lali sintió una culpa sobrehumana.-
A las diez de la mañana del día
siguiente Peter pasó a buscar a Lali. Ella lo esperaba afuera, estaba vestida
con una remera de algodón blanca de manga larga y unos jeans, llevaba el pelo
suelto por la espalda. Y tenía puestas una zapatillas blancas Converse. Peter
tenía un traje, estaba formal, como siempre. Lali comparó sus dos vestimentas.
-Perdón por no ponerme algo más…
formal? No tenía nada que ponerme.
-Eso se arregla hoy mismo, te
llevo a comprar ropa.
-Qué tiene de malo mi ropa?
-Nada, solo que no es adecuada
para la mujer de un empresario como yo.
-No me quiero ni imaginar la ropa
que vos considerás adecuada, Peter…
Una vez dentro de la tienda la
dependienta le había traído ropa Lali suficiente para usar cuatro veces al día
por un año…
-A ver señora, pruébese esto,
esto, esto y esto. –dijo la dependienta del negocio.
Lali miro los precios, eran más
que tres sueldos de ella.
-Peter –susurró a su oreja- esto
no lo puedo pagar.
-No te preocupes por la plata.
-Me preocupo, y esto a mi no me
entra.
-Cómo no te va a entrar?
–Respondió Peter sorprendido- Estás más flaca que antes, te lo aseguro.
Lali no sabía si era un cumplido u
otra cosa, bien sabía ella el tipo de mujeres con las que salía Peter, altas,
voluptuosas, rubias. Ella no era nada de esas cosas.
-Bueno.
Al probárselo se dio cuenta de lo
contrario, por más que era una prenda ajustada a ella le quedaba un poco
suelta. Fue a mostrarle a Peter.
-Hay un talle más chico? -preguntó Lali
-Es el más chico señora –respondió
la dependienta.
-Bueno llevamos todo eso –Peter le
señaló la pila de ropa a la dependienta.
Lali llevó a Peter a un lugar más
apartado –No sé porque comprás esta ropa si dentro de unos meses voy a tener
que hacer de embarazada.
-Esta ropa la vas a precisar.
-Como digas…
Desayunaste hoy?
-No, pero no importa porque me
tengo que ir a…
-Yo te llevó a desayunar ahora.
-Peter no puedo ir…
Peter como siempre hizo casi omiso
a Lali. Con Peter era así.
Peter compró toda la ropa y no le
dio tiempo a protestar a Lali, la llevó de la mano y se la llevó a desayunar a
un café sumamente lindo.
-En dos días nos vamos.
-Dos días? –inquirió Lali con los
ojos bien abiertos –Peter no me puedo ir en dos días.
-Nos vamos en dos días, Lali. Si o
si.
-Bueno, las valijas no te
preocupes que tu ropa no vas a usar, vas a usar la nueva. Y el trabajo, vas a
tener que renunciar.
Lali lo miró incrédula- A ver,
quien te creés vos para meterte en mi vida?
-Tu esposo.
-Cuando nos divorciemos voy a
pedir una orden de restricción.
-Comé Lali, me tengo que ir a
trabajar. Escuchame, en DOS días te paso a buscar por tu departamento a las
seis y media de la mañana. Oíste? Chau.
Al llegar a su apartamento y
comentarle a Simón, su reacción no fue la que Lali esperaba.
-En dos días? –preguntó como
desinteresado.
-Si, mi amor en dos días no nos
vamos a ver tipo por tres meses. –Lali lo trató de besar pero el movió el
rostro.
-Bueno La, acerca de eso… Yo
pensaba que, viste, tres meses es mucho tiempo, princesa. Mucho.
Lali lo miraba con los ojos bien
abiertos.
-Y bueno, nada –prosiguió Simón-
que podríamos…cortar la relación y volver cuando vuelvas… No sé, estuve
pensando, Lali. Además, vos no vas a ningún lado con lo del divorcio, te re
olvidaste y ahora te vas tres meses a un curso de baile a no sé donde. Vos
sabés que las relaciones a distancia nunca funcionan.
-Ay si supieras lo que hago por el divorcio, querido…
-Bueno. Si es lo que querés –dijo
Lali fríamente- No te voy a obligar a estar conmigo. Simón, andate por favor,
necesito estar sola. Tengo que hacer mi bolso, andate.
Él se fue, y Lali ya no lo volvió
a ver.-
domingo, 25 de noviembre de 2012
sábado, 24 de noviembre de 2012
Amor Arreglado Capítulo 3
-Sentate, es largo de explicar. No, pará, dejame que te
invite a cenar y te lo digo allá. Vamos? – le tendió su mano.
-Peter – Lali suspiró- enserio no estoy para tus juegos,
tengo que estar en una hora en un lugar importante.
-Qué es más importante que una cena con tu esposo? –preguntó
Peter sonriendo, a él le encantaba molestarla.
-No sos mi esposo.
-Soy tu esposo, lo dice la ley.
-Vamos a cenar, dale – dijo Lali rápidamente. No quería
tener esa discusión ahora.
Salieron juntos a la recepción donde la recepcionista le
echó otra mirada despectiva a Lali. Peter le anunció a la mujer- Luna, voy a
salir a cenar con mi esposa así que no me pases llamados ni nada por el estilo.
De acuerdo?
-Su… su esposa, señor? No me dijo que tenía esposa…
- Perdón? Mi esposo no tiene por qué comentarte nada,
querida. –respondió Lali
Lali le sonrió y solo para molestar a la mujer se abrazó a
Peter y le dio un beso en el cachete. Peter, sorprendido por esta muestra tan
repentina de cariño se sintió un tanto confuso, Lali siempre lograba que él se
sintiera así, nunca sabía con lo que se iba aparecer, o decir, o hacer. Eso le
encantaba. Y lo extrañaba tanto.
-Si, mi esposa. No me pases llamados Luna – le repitió y la agarró a Lali de la mano y se
subieron juntos al ascensor.
Cuando las puertas del ascensor se cerraron, Lali se soltó
de Peter.
-Qué pasó? –preguntó Peter contrariado.
-Nada, no me cae bien tu recepcionista y la quería molestar
un poco. Pensaba que yo era una nenita tarada de esas que tenés vos.
-Bueno, vos también venís así vestida con esa pinta. –luego
cambiando totalmente de tema dijo- Me prometes que vas a pensar bien lo que yo
te pida? Es importante y te preciso para que me ayudes.
-Por lo que estoy oyendo me parece algo malo.
-No es malo.
Se subieron al auto de Peter y llegaron al restaurant, como
Lali supuso era un restaurant formal, de esos a los que van la gente rica. Como
Peter. A él lo conocían allí en el restaurant y le mostraron el camino a su
mesa favorita. Él ordenó algo para los dos y cuando el camarero se fue le dijo
a Lali- Bueno, la propuesta que te tengo que hacer es rara…
-Cómo que rara?- lo interrumpió Lali.
-No me interrumpas y yo te cuento todo, pero por favor no me
interrumpas.
-Bueno, dale, seguí.
-Te acordás de mi padre?
-Cómo no me voy a acordar de tu padre?
El padre de Peter por alguna razón no le caía bien Lali.
Desde que la conoció la quiso lejos. Sin embargo, había sido muy amigo de los
padres fallecidos de ella. Personas muy formales y correctas, lo opuesto de lo
que era Lali, una adolescente rebelde y desobediente, que enamoró a su hijo.
El señor Lanzani era un hombre correcto, fanático de seguir
las leyes al pie de la letra. Y Lali simplemente rompía los esquemas. Cuando se
enteró de que su hijo se había casado con ella, les dijo que pasara lo que
pasara ellos ahora estaban unidos de por vida. Camilo Lanzani, así era su
nombre, quería mucho a Peter, ya que era su hijo mayor. Pero más adoraba el
cumplimiento de las promesas y las leyes. Y ese matrimonio, por más que lo
odiara, era una promesa.
-Él no sabe que nos separamos, Lali…
-No le contaste lo que pasó? Vos estás loco?
-Si, ya sé, pero el piensa que vivimos felices, juntos. Por
eso me es difícil conseguir el divorcio.
-No, no, no, no. Sos un tarado. Seguí, Peter, dale antes de
que me arrepienta y me vaya.
-Bueno, mi padre quiere verte, comprobar que seguimos
juntos… Y nos invito a su isla unos meses para…
-Tenés una isla? –Interrumpió de vuelta Lali- Tengo que ir a tu isla a demostrarle qué a tu
viejo? Peter no pienso…!
-Te podés callar y dejarme hablar? –Lali suspiró y Peter
prosiguió el relato- Sí, tengo una isla, es una isla que queda en el Caribe.
Bueno, mi padre piensa irse de vacaciones unos tres meses allá. Y quiere que yo
también vaya… con vos. Lali el sigue pensando que vos y yo estamos juntos y
felices. No lo puedo decepcionar.
-Peter, desde cuando te preocupa decepcionar a la gente?
martes, 20 de noviembre de 2012
Amor Arreglado Capítulo 2
Capítulo 2
La recepcionista la condujo hasta la oficina y la dejó el la puerta, luego se fue.
Lali tocó la puerta y antes de esperar una respuesta la abrió…
La primera impresión que tuvo Peter de Lali fue lo
extremadamente delgada que estaba. Luego sintió una opresión en el pecho.
La primera impresión que tuvo Lali de Peter luego de tantos
años fue –El tiempo le hizo muy bien,
seis años y más caño que antes…
-Lali, que sorpresa. –dijo Peter con un tono que casi la
derrite.
-Sí, emm, si, bueno…
-A qué se debe esta visita?
-Peter, vengo a hablarte de un tema importante, espero tener
una charla corta con vos y luego irme con lo que vine a buscar. –dijo Lali muy
directamente, como era ella.
-Querés plata? –preguntó serio.
-Quiero el divorcio, Peter.
La cara de Peter denotó sorpresa por primera vez.
-Cómo que el divorcio?
-Si, Peter, lo más rápido posible, no me importa la plata,
la verdad que no la necesito.
-No querés plata?
- Solo el divorcio. –repitió Lali con voz clara.
-Lali, mirá vos, yo te iba a ir a buscar dentro de unos días
para pedirte un favor. Uno importante. Y mirá las casualidades de la vida, vos
venís solita a mi oficina.
-Qué querés, porque la verdad no estoy para juegos, tengo que estar en otro
lugar en una hora.
Peter la miró. –Lindo atuendo para venir a una oficina… Pero
que tarado, estoy hablando con vos, me olvido.
-Peter, me vas a dar el divorcio, si o no? –dijo Lali
haciendo caso omiso del comentario de Peter.
-Te lo voy a dar después de que vos me des una cosa…
lunes, 19 de noviembre de 2012
Amor Arreglado Capítulo 1
-Te amo, te amo, te amo! –exclamó Simón.
-Si, ya junté valor para hacerlo, mi amor, es que hace años
que no lo veía y tenía miedo pero hoy mismo, te prometo que voy y lo consigo,
sea como sea.
-Bueno, dale, Lali. Yo te espero en tu apartamento. Te amo.
Se despidieron con un beso. Corto y dulce. Justo como su
noviazgo, que había empezado hace poco, pero era muy dulce.
Lali se dirigió al gran edificio. Entró y se subió al
ascensor, una vez que entro en el mismo, se sintió fuera de lugar. Sus jeans
gastados y ceñidos al cuerpo, junto con su remera de lana blanca y su cola de
caballo, la hacían parecer impresentable para la oficina. No le importaba
demasiado, ella era una persona que se enorgullecía de ser honesta y simple.
Siempre iba de frente. Nunca mentía. Y eso se reflejaba en su forma de vestir.
Al llegar al piso más alto del edificio, la atendió la
recepcionista.
-Hola, vengo a hablar con el señor Juan Pedro Lanzani.
La recepcionista la miró de arriba abajo –Tiene usted una
reunión?
Lali le dedicó una sonrisa –No, pero verá que es urgente
esto.
-Sin reunión no puede ver al señor Lanzani, es un hombre muy
ocupado.
-El “señor Lanzani” me tiene que dejar pasar. Si o si. Llámelo al señor y dígale que Mariana
Espósito lo está esperando en recepción.
Así que señor Lanzani, que quedó del chico risueño y
seductor?
La recepcionista llamó a Lanzani –Señor hay una chica – Lali
se molestó al ver que la mujer se refería a ella como chica- que dice necesita
verlo urgente.
Lali escuchó la voz del teléfono –Dígale a la chica que ahora no puedo, que estoy muy ocupado.
-Bueno señor, le digo que haga cita y que la semana próxima
usted la puede atender? – La recepcionista miró a Lali con un sonrisita de
suficiencia.
-Sí, decile eso… Pará,
como decís que se llama la chica?
-Se llama Mariana Espósito.
-Por qué no me dijiste
antes! Hacela pasar inmediatamente! Est[as loca?! Ya mismo me la hacés pasar!
Esta vez Lali le sonrió con suficiencia a la mujer. –Si, no
le importa, voy a pasar.- dijo mientras se reía.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)