miércoles, 25 de diciembre de 2013

HOLA!!!... y Chau.




Hola... hace muchísimo que no entro acá. Primero que nada, me quiero disculpar por hacerlas esperar. Lamento decirles que no tengo ninguna excusa que valga la pena.. ningun problema familiar, ni de salud, ni de... nada. Que en fin, es bueno, no?

El punto es que no tengo inspiracion, siento que ultimamente ya pase por toda la etapa teen angels y estoy madurando en otros intereses, otra musica, varias otras series... Perdí completamente TODA mi fé en Laliter, chicas... enfrentemoslo, Peter Lanzani con la de Violeta? En serio??? Boludo, no... Just NO. Y fijense lo perdida que estoy, me enteré de esto HOY. Así de poco es el interés que tengo en las vidas de Peter y Lali.

Han sido meses movidos. Se acuerdan que me iba a mudar a Inglaterra? El plan ese se fue a la mierda y ahora mismo me encuentro en Nueva York. Es un sueñoooo, esta ciudad me completa. Me competa y nunca me sentí más en casa y más segura de mi misma, de mi cuerpo, de mi alma y de mi ser como en NYC. Realmente, es increíble. Siento que acá te podés expresar como quieras sea en arte, como en literatura como en...Todo. Chicas es mi lugar. Lo encontré. Estoy contenta por eso. Extraño mucho a mis amigos pero siento que estoy en otro nivel. Además de no tener tiempo, tengo inspiración completamente bloqueada para Laliter.
Uno esperaría que estando en un ciudad llena de artistas y una ciudad que en sí es una obra de arte, una se inspiraría. Pero la inspiración es una cosa que va y viene, y ultimamente estoy re inspirada, pero no para esta novela. Siento que estoy madurando y eso me pone triste y contenta a la vez. Tengo tiempo para enfocarme en cosas que realmente quiero hacer y casi no tengo tiempo libre. Pero estoy feliz. Me siento adulta.

 Siento que esta historia que creé en mi mente hace como ya un año está perdida para siempre en las profundidades de mi cerebro. Si quieren saber como se desarrolla en mi mente y como termina, mandenme un mail a ithinkwonderful@gmail.com
Les voy a contar todo lo que necesitan saber si no pueden más de curiosidad. Un beso enorme, y gracias por tomarse un tiempo para leer estas historias, que realmente significan muchísimo para mí. En serio.

Igual, nunca se sabe puede que algun dia me vuelva la inspiracion para terminar esta historia.

GRACIAS. -pAz.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Opuesta Atracción Capítulo 36

Oh god, nada, medio decepcionada porque hay re poquitos comentarios? Probablemente sea porque soy una boluda que no sube más rápido los capítulo. Nada, estoy re aburrida, elijan un tema de qué hablar en los comentarios o algo (o alguien a quien criticar, seamos sinceros, criticar es lo más ;) y me sumo!)

Nada, aca está el capítulo!

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Lali notó contenta que a medida que pasaban los días,  Lucas estaba cada vez mejor. Lo veía a las mañanas, cuando lo levantaba todos los días a las siete y veinticinco, porque Lucas era insoportablemente puntual, que sonreía cuando dormía. También babeaba cuando dormía, pero ella leyó en algún lado que si babeas cuando dormís quiere decir que dormiste bien, así que lo deja pasar.
La rutina oficial es, levantarse, darse una ducha, arreglarse con el atuendo para la oficina, despertar a Lucas y desayunar charlando. Lali tenía que confesar que pensó que este verano iba a ser un embole, pero… se la estaban pasando bien ellos dos, y ocasionalmente cuando venían los amigos de Peter, Nico y Agus a comer al depto.
Esa mañana al levantarse, Lali encontró a Lu cocinándole el desayuno y le vino un extraño deja-vu de otro chico que le había cocinado el desayuno. Sonrió.
-Madrugando?
-No hay otra. –contestó Lucas, sonriendo.
-Qué estás haciendo? –preguntó Lali curiosa.
-Nada. –contestó simplemente.
-La última vez que dijiste eso terminé con el pelo rubio platinado y raíces morochas. Más te vale que no hagas nada que me lo deje violeta.
-Okay, Mar, ya entendí que no agradeces el cambio de look, creí que ibas a ser más receptiva cuando veas que te preparé un desayuno.
-Volvés a cocinar? –preguntó Lali con la cara iluminada.
-Vuelvo a cocinar. –La cosa es que Lucas era, bueno, es un cocinero excepcional. –Estoy pensando en ir a una escuela de chef o algo. Me gusta. Relaja.
-Creo que es lo mejor que dijiste desde que llegaste. Cómo vas a pagarla? –preguntó curiosa Lali mordiendo una tostada con manteca y mermelada de frutilla. Su favorita.
-Conseguí otro laburo, Mar. –dijo, con una pinta de orgullo en su voz. –De miércoles a domingo soy mesero en Flo por las noches. Pagan bien.
-Si sabré yo… -dijo Lali irónica. –Pagan muy bien. Pero te echan por nada. –comentó.
-Bueno, no importa, no pienso enemistarme con Dolores Oviedo muy pronto. –comentó entregándole un café a Lali y sorbiendo el suyo propio luego de hacerlo.
-Lu, enserio estoy contenta por vos. Orgullosa. –dijo ella sonriendo. –Excepto porque me dejaste el pelo color Barbie, volviste a ser mi mejor amigo.
-Tenía que hacerlo, tenía.
-Callate.  –dijo Lali mirándolo seria.
-Te queda bien! –insistió por quincuagésima vez.
Y era verdad, el moño que portaba con el cabello atado le favorecía. Junto con la camisa celeste y la pollera de oficina corta beige justo diez centímetros sobre las rodillas y los pies adornados con unas sandalias trenzadas de cuero sintético. Lucía… adulta.
-Callate. –repitió.
-Te hago un cumplido, boluda. –dijo sonriendo.
-Qué hora es? –preguntó ella con preocupación. La charla se había extendido demasiado.
-Ocho y cinco. –contestó él mirando el reloj. –Te llevo?
Lali lo miró extrañada. –En qué me llevás? –preguntó alzando una ceja.
Él sonrió. –En mi auto.
-Qué auto? –inquirió ella preocupada. –Lucas, qué auto? Cómo carajo conseguiste un auto si no te para entrar a la escuela de cocina?
-Te podés calmar? Digamos que estoy haciendo las paces con mis padres?
-Cuando? No me separé de vos ni un momento. –dijo ella interrogativa.
-Lali, la noche que saliste a romper la noche con tus amigotes famosos. –contestó él riendo. No podía creer que Lali Espósito se junté con esa gente. Le caían sorprendentemente bien, pero ni a palos era la gente que pensabas que se relacionaban con Mar.
-No salí a romper la noche! –se defendió ella. –No salgo a romper la noche yo! Fuimos a la casa de Agustín, había gente y música! Eso no es romper la noche!
-No tiene nada de malo romper la noche.
-No es romper la noche. Romper la noche es definición de que salí, tomé hasta el agua de los floreros y terminé con dos tipos en mi cama y posiblemente una mujer. No. Salí. A. Romper. La. Noche, Lucas. –dijo explicita.
Él rió. –Ok, Mar, lo que digas, saliste. Punto, no te tenés que explicar.
-Ok, sí salí, pero fue hace dos semanas, ta? Punto final.
-Siempre la última palabra, Mar.
-No importa eso, cómo es que estás haciendo las paces con tus padres?
-A qué te referís?
-Cómo pasaste de ser el hijo drogadicto al que echaron de la casa a ser el hijo al que le prestan el auto sin miedo a que te escapes y te tires por una zanja. –dijo Lali, entrando y saliendo del baño, con el cepillo de dientes en la boca y a espuma por toda la boca.
Lucas rió. –Con tiempo. Paciencia. –respondió paciente. –No sé, me pasé por ahí, me encontré a mi viejo sentado y tuvimos una charla… Nada. –dijo encogiéndose de hombros, quitándole importancia.
-Lucas qué decís? Cómo qué nada? Es importante! Hoy… escuchá, hoy vos y yo salimos, y hacemos algo, te debo una salida, salir los dos como amigos.
-Qué celebramos?
-Que somos amigos de vuelta, idiota. –replicó Lali secándose la boca y poniéndose una brillo labial. –Lu, me tengo que ir, cuidate, sí? Nos vemos hoy de tarde y hacemos algo.
-Andá, Mar. Chau. –Lali salió por la puerta apurada, pelo rubio teñido corriendo detrás de ella.
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Lali llegó a la oficina literalmente cuatro minutos antes que María del Cerro. Y gracias a Buddha, o el universo o lo que sea, porque nadie, absolutamente nadie quiere llegar tarde bajo el ojo de María.
Saludó a Jazmín el escritorio de adelante y sonrió. Jazmín no le dio ni bola, estaba demasiado ocupada en su celular o con su computadora o con lo que sea que se haya distraído.
-Lali! –gritó de la nada su compañera.
-Ya te dije hola. –comentó Lali mientras se ponía a hacer su trabajo, no era nada del otro mundo solo rellenar formularios, responder llamados. Cosas así.
-No, boluda, no es eso, acabo de leer en Gossip.com que Pablo Martínez está enfermo, pobre! Decís que venga hoy a trabajar?
-Cuando vas a dejar de mirar esas páginas, enserio.
-Nunca, mirá acá hay un video que una entrevista que dio Peter Lanzani ayer de noche desde la gala Chrysallis! No sé si sabías pero soy re fan de Peter Lanzani, también.
Lali sonrió. –Miremos ése video. –dijo ella.
-Bueno, vení acá. –Lali se acercó a su escritorio, justo cuando ella hizo click en la computadora. –La verdad que es un caño, Lali, mirá lo que es, vos lo viste?
-Claro que sí. –dijo Lali con una pinta de orgullo en su voz.
-Yo soy re tranquila con los famosos, osea, tipo, podría no ser tan fan girl, pero boluda, yo veo a Lanzani, y me le tiró encima.
-Nah… -dijo Lali moviendo la cabeza en un gesto de negación.
-Sí, boluda, posta, me le tiró encima y le doy el beso de su vida.
-No. –dijo Lali alzando las cejas. –No. –repitió.
-Ay! Descubrí tu celebrity crush!
-Peter Lanzani no es mi amor platónico. –dijo ella. Se refrenó de decir que Peter Lanzani era su novio. No quería que la gente la empezara a tratar diferente, y francamente… tenía miedo de que no le creyeran… Ok, era estúpido ok? Pero no tenía ganas de que la gente se enterara completamente de que ella era la novia, ya perdería su privacidad y eso era algo que no estaba dispuesto a perder.
-Sí…Lali admitilo, te gusta.
-Me encanta, pero insisto, no es mi celebrity crush.
-Le encanta. –dijo Jazmín.
-Prefiero que le encante el trabajo en vez de ver videos de famosos. –murmuró María del Cerro entrando en toda su gloria y sexy aura.
Lali corrió inmediatamente a su escritorio. –Perdón, no va a volver a pasar, Mery.
La diva alzó las cejas. –Eso espero. –Se dio la vuelta pero giró así de la nada. –Gorda, no te va el rubio. –le dijo a Lali, con… pena, preocupación?
Lali suspiró y sonrió. –Es una larga historia. –dijo a modo de explicación.
-Eso espero. –su celular sonó y dejó de hablar. –María. –dijo a modo de saludo.
Lali y Jaz la miraron en toda su gloria. Era imponente. Su altura, su actitud. Su actitud, más que nada. Era… como si fuera de la realeza.
-No me importa si te estás muriendo de varicela, para qué creés que existe el maquillaje? –Lali y Jaz la miraron nuevamente. –No me importa. –repitió. –Te quiero acá en… -miró su reloj. –Exactamente diecisiete minutos, me rehúso a esperarte más de veinte minutos, Pablo. Te tomás lo más fuerte que tengas, y te quiero parado en el set, maquillado, vestido y peinado para hacer las fotos, quedó claro? –Sonrió complacida, casi dulce. –Me alegro, gor, nos vemos.
Se fue caminando con el aura real que traía y dejó la recepción sola, exceptuando a Jaz y a Lali.
-Listo, quiero ser como ella cuando sea grande. –dijo Jazmín mirándola alejarse. –Esa chica… se puede morir en paz.
-Te parece feliz?
-A quién le importa ser feliz con ese lomo, Lali? Probablemente le vendió al diablo su alma por ese cuerpo y estoy segura de que no se arrepiente de la decisión.
-Viajaba ella. –murmuró Lali riendo.
-Lo digo enserio! –dijo Jazmín riendo.
Se pusieron a trabajar en silencio, de vez en cuando conversando de algún que otra tema, cuando fueron interrumpidas nuevamente. Esta vez por el sexy, vulnerable y tímido Pablo Martínez.
Francamente, Pablo había visto mejores días. El flaco era un desastre. Nariz y ojos rojos, ojeras, pelo negro azabache despeinado, ojos verdes claros llorosos, caminaba cansado, con un aire de tristeza en su persona que te daban ganas de escribir un poema sólo para tratar de capturar un ápice de la tristeza del chico.
-Pablo? Estás bien? –preguntó Jazmín con preocupación.
-Eh… -se volteó y habló con voz ronca y cansada. –Eh… Sí… más o menos.
-Mejorate. –Jaz le ofreció una sonrisa empática. –Mery te está esperando hace un rato. Está furiosa.
-Gracias, Jaz. –dijo Pablo luciendo medio muerto. Como si lo acabara de pisar un camión. Como si no hubiera dormido en tres días. Sin haber tomado cafeína.
-Pará. Pablo no podés irte a trabajar así. –dijo Lali. –Siquiera tomaste una aspirina o algo?
-Ehh…
-Voy a tomar eso como un no. –dijo Lali buscando frenéticamente algo en su bolso. Extendió su mano hacia él. –Tomate esto, a menos que quiera morirte a media sesión.
Pablo le ofreció una sonrisa triste. –Eh…Muchas gracias, Lali. –dijo tímidamente.
-No hay problema, apurate que te esperan.
Se fue caminando como pudo y Lali y Jaz lo miraron irse.
-Hay algo sobre ese chico… algo. –dijo Jazmín pensativa.
-Posta, no sé qué tiene que cada vez que lo veo tengo ganas de abrazarlo y decirle que no se va a morir hoy. –Jazmín rió luego de que Lali terminara de hablar.
-No, enserio te digo! –le dijo Lali. –Tiene algo… me da… no sé. No sé cómo explicarte tampoco.
-Bueno, a mí, para empezar, cada vez que lo veo enfermo o no, me dan ganas de atarlo a una cama y hacer toda clase de cosas.
-Dios, dejá de hablar, boluda, porque voy a empezar a vomitar.
-Me podrías culpar, Lali?
Lali la miró pensativa por unos segundos. Luego, muy seria dijo. –No. No te pueda culpar.
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Lali suspiró. Se suponía que Lucas la tendría que haber pasado a buscar por la oficina hace veinte minutos. No atendía su celular, no contestaba los mensajes… Si no daba señales de vida en diez minutos se tomaba un bondi a casa.
Su celular sonó de repente. –Hola? Lucas, te estoy esperando hace horas!
-Pará exagerada, estoy retrasado sólo por unos minutos. –contestó al otro lado de la línea.
-Cuando venís? Me siento como una nena a la que se olvidaron de venir a buscar. –se rió Lali.
Lucas rió con ella. –Sobre eso… mirá, me surgió algo, tengo que cancelar nuestros planes para hoy de noche también, Mar.
-Cómo? –preguntó ella. –Qué pasó?
-Nada importante… -contestó él evasivo.
-Tiene que ser importante para que le canceles a tu mejor amiga. –replicó ella.
-Bueno, es importante, pero no es de tu incumbencia.
-Cóm- comenzó a decir, pero fue interrumpida. -
-Me tengo que ir. –dijo abruptamente. –Nos vemos mañana.
-Pero no tengo nadie que me lleve y me dejaste sin planes para hoy de noche! –le gritó al teléfono. –Buenísimo! –exclamó, pero fue de nada, Lucas ya había cortado.
-Lali…? –una voz llamó a sus espaldas, sonaba dubitativa. Ella se volteó para ver a Pablo, colorado en las mejillas y sonriendo levemente.
-Hola. –saludó ella. –Te sentís mejor, me alegro. –sonrió.
-Eh… sí. Te… te quería agradecer… -Lali alzó las cejas expectante. –Por… por la pastilla? Gracias. –dijo incómodo.
-De nada, Pablo. –respondió ella.
-Sin querer… escuché la conversación, no es que ande escuchando las conversaciones ajenas, pero ta… -se puso rojo nuevamente.
-Sí? –preguntó Lali y realmente tuvo que hacer un esfuerzo para no reírse de lo tierno que era.
-Nada… eh, si precisás que alguien te lleve a algún lado, yo ya terminé acá por hoy… te llevo. –ofreció tímidamente.
Lali le sonrió. –Lo apreciaría mucho.
Se quedó mirándola, y sonriendo. Tildado. Lali alzó las cejas, esperando algún movimiento de su parte. –Pablo? –preguntó ella, moviendo la mano en frente de sus ojos, esperando alguna reacción de él.
-Ah! –Se puso colorado, otra vez, sí. –Eh… el auto.
Se subieron al auto y Lali notó que Pablo, se relajó un poco más. –Estás bien? –preguntó Lali.
-Sí. –dijo Pablo. –Por qué lo preguntás?
Lali suspiró y lo miró. Consideró preguntarle qué le pasaba, por qué estaba tan alerta constantemente, y ése nerviosismo que tenía encima. –No. Por preguntar. Seguís teniendo a Carla Bruni ahí? –señaló la radio.
-Sí! –dijo, y estuvo medio sobre excitado. –Sí, la tengo ahí. Sin falta.
Lali le sonrió tranquilizadoramente. –Qué memoria que tengo.
-No fue hace tanto que estuviste acá. –dijo él y Lali notó que empezaba a relajarse.
-Unas semanas. –contestó ella. –Ey… Pablo, tenés planes para hoy de noche? –Pablo la miró sorprendido. –Si querés podés venir a casa y vemos unas películas, te va?
-Me re va –dijo sonriente. Continúa manejando en silencio por varios minutos y Lali siente la necesidad de llenar ese silencio con palabras, aunque sea palabras vacías.
-Me re dás como el chico que le gustan las películas, estoy en lo correcto?
-Eh… Me gustan las películas. –contestó bastante serio.
-Qué películas? –preguntó Lali sonriendo. –
-Cualquier película en general. –contesta. –Por qué… por qué me invitaste? –pregunta abruptamente. –A mí. Por qué me invitaste a mí?
Lali no entiende qué le pasó para que sea tan inseguro e socialmente incómodo a este chico. –Por qué no, Pablo? –responde con calma.
-Por qué no estás con tus amigos? –empieza a cuestionar nervioso. Lali nota que su frente empieza a perlar de sudor y comienza a frenar al estacionar en frente de su edificio. –Por qué de la nada me decidiste invitar a mí a ver películas con vos? Te mandó él? Esto está arreglado, no? –Sus acciones se tornan frenéticas, rayando en violentas.
-Qué estás diciendo? –responde Lali alzando la voz.
Pablo la mira. –Por qué no estás una noche en pleno verano, saliendo con tu novio o con tus amigas, por qué estás conmigo? Quiero saber si te mandó él a que me hagas compañía. –replica con vos dura, sudor en la frente, y ojos brillantes.
Lali lo mira atónita. Quiere hablar pero no le salen las palabras. –No sé qué decir a eso. –sinceramente, no tiene palabras.
-Con razón! Actuás bien, dejame decirte… -comienza a jadear y a respirar entrecortadamente. Lali lo mira fijamente, sin saber qué hacer o decir. Pablo saca un inhalador de su bolsillo y comienza a aspirar. Termina y la vuelve a mirar. Ésta vez habla con la voz cortada y nerviosa. Lucía dolido. –Qué seguís haciendo acá? Si fueras cualquier otra ya te hubieras ido.
Lali lo sigue mirando fijamente y trata de no mostrar pena hacia este chico sufrido. –Pablo… -comienza a hablar muy despacio. –No sé de qué estás hablando. Te invité a casa… porque el idiota de mi mejor amigo me dejó plantada y te vi solo y me vi sola y pensé… que me caés bien para ser un modelo. –Ella sonrió reconfortándolo. –Y creo… mi primera impresión tuya… es de alguien muy solo. Es verdad? Y como me caés bien, y yo también me encuentro bastante sola últimamente, que estaría bueno estar solos juntos, no? Quiero ser tu amiga, no me mandó nadie. –Alzó las manos a ambos lados de su cuerpo simulando un arresto. –Lo prometo.
Él rió. –Perdón. Perdón por ser un paranoico, imbécil, idiota… -y la lista seguía, pero Lali lo interrumpió.
-No sé si sabés muy bien cómo funciona esto, pero los amigos se cuentan cosas… si te querés descargar conmigo sobre quien manda asuntos sobre tu vida… o simplemente cómo te sentís. Estoy acá.
Se llevó las manos a la cabeza y lo que acababa de hacer le cayó –Debés pensar que soy patético. –le dijo sin mirarla a los ojos.
-No! –dijo Lali, descubriéndole la cara y forzando a mirarla a los ojos. –No pienso eso, en serio.
-Y qué pensás? –le preguntó Pablo.
-Pienso que soy una persona que tiene mucho en su plato. –contestó ella, seria mirándolo fijamente. –Y que está desesperadamente buscando aprobación. –Pablo suspira y baja la mirada. –Innecesariamente buscando aprobación, no necesitás la aprobación de nadie. Tenés que hacer las cosas que vos querés hacer.
-Gracias. –responde él. –Perdón… de nuevo por… eso. –dice avergonzado. –Enserio, me siento horrible, me da vergüenza, Lali, perdón.
-No me tenés que pedir perdón… ahora qué decís si bajamos, pedimos un delivery, y te prometo que te dejo elegir el delivery que quieras, si querés comida china, la comemos, tailandesa, lo que quieras… Mirá que no es poca cosa que te deje elegir el delivery, no le dejo elegir el delivery a nadie…
Pablo sonríe genuinamente. Lali continúa hablando. –Y vemos unas películas y después… si querés me podés contar… tus problemas? No es que te esté presionando ni nada… pero si te hace bien.
-Estaría bien. –responde Pablo, calmado. Se baja del auto y Lali lo guía hacia adentro del edificio.
Mientras entran al depto, Lali no puede dejar de pensar que hay algo… hay algo que la inquieta de este chico, algo que hace que quiera ayudarlo y abrazarlo y resolverle todos sus problemas.

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Es largo, no? QUIERO COMENTARIOS, QUE LOS COMENTARIOS ME INSPIRAN A ESCRIBIR MÁS.  

viernes, 13 de septiembre de 2013

Hello...



Nada, hoy casi me viene un ataque porque creí que había perdido el Word, tipo el Micrsoft Word, que ta, ni idea que pasaba pero no se me habría y estaba re inspirada para escribir y el Word no abría!! Ta, me puse histérica, creo que me baje como ocho virus para la computadora por googlear "bajar office gratis", "bajar Microsoft word gratis"... Nada, resulta que tipo la boluda de mi hermana me desenchufó la computadora sin querer, la puteé de arriba para abajo, y cuando prendí la computadora me volvió a funcionar.

Escribí pila y creo que tengo tres mil palabras, pero estoy tipo re inspirada y quiero hacer un capítulo re largo, porque soy así de buena con la gente.

Nada, hoy fue un día re histérico, como les fue a ustedes? Mañana con suerte subo...

Ah, felices vacaciones. 

jueves, 5 de septiembre de 2013

Opuesta Atracción Capítulo 35

Ta, ni idea si les interesa, pero en los comentarios me aparecieron preguntas. No estoy en Inglaterra todavía, me voy el año que viene... Jaja. Subi mas temprano, no? Mejor ;)-----------------------------------------------------




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Tardó en vestirse. A propósito. Sabía que probablemente iban a estar furiosas con él. Pero no le importó. Para empezar, ellas básicamente lo habían forzado a comprometerse a ir a la estúpida gala o caridad, o lo que sea qué fuere eso. Se vistió despacio entonces, y simple. Pantalones negros, camisa blanca, un poco abierta; pelo para atrás. Eso era nuevo. Se miró al espejo y por primera vez, se sintió un poco inseguro. Nunca le había pasado antes. Eso de necesitar aprobación para algo. No le gustaba.
Se sacó una foto, y sí, se sintió demasiado estúpido sacándose una foto a sí mismo. Antes se vivía sacando fotos pero… las circunstancias cambiaron y se sentía un boludo sacándose una foto a él mismo. Se la mandó a Lali con el mensaje “Te gusta el look Old Hollywood? Necesito una reseña, La. Una fiesta estúpida, te cuento mañana.” Se continuó peinando, se puso los zapatos y a los tres minutos le llegó una respuesta.
“Me encanta. Sos lindo. J” Se le hinchó el corazón. Porque… Lali no era de esas personas que regalaban cumplidos. Cuando lo hacía simplemente te daban ganas de saltar como una nenita en un parque a la que le habían regalado un helado. Sí. Esa reacción. Muy masculino, Peter.
Salió a la calurosa noche de Los Ángeles y sintió un escalofrío. Adrenalina. No supo bien por qué. Quizás porque hacía mucho que no salía? Se sintió más o menos bien. Se subió al auto y arrancó. La brisa marina y de noche era espectacular. De pronto se dio cuenta de que amaba  esta ciudad. Y realmente quería a Lali acá con él.  
Se fijó en el papelito que le habían dado las chicas. Vivían en un complejo de apartamentos, bastante, bastante lindo. No era como su apartamento en la playa… pero… no todos eran Peter Lanzani. Estaban esperándolo afuera. Con caras enojadas. Oriana, como siempre, atrevida, se subió al auto en el asiento delantero y Jenny en el de atrás. La pelirroja lucía decepcionada por varias razones.
-Peter, te das cuenta hace cuanto te estamos esperando? –lo incriminó Oriana.
-No. –replicó Pitt.
-Bueno, te digo, hace mucho.
-Ok, ni que fueran los Oscars, es cualquiera este evento, claramente tu agente no te informa bien. –dijo sólo por el placer de molestarla.
-Mi agente me informa re bien! –contestó ella, molesta.
-Sí, gorda, sí. –dijo Pitt, dándole la razón en tono irónico.
-Se dejan de pelear, por favor? Somos amigos, yendo a una gala, vamos a pasarla bien. –Peter puso los ojos en blanco. Las conocía hace un día se creían las mejores amigas? Okay…
-Sí, tenés razón, Jennu, la vamos a pasar re bien, primera gala de caridad, primera fiesta de famosos, pri…- Fue interrumpida por el celular de Peter que sonó estruendosamente.
Peter les hizo un gesto de que se callaran y contestó el celular, que empezó a sonar en todo el auto. Sí, tenía ése tipo de tecnología.  –Hola! –Saludó al altavoz.
-Boludo! –se oyó en todo el auto. –Peter qué hacés?
-Nico Riera! –dijo Peter sorprendido. –Boludo, vale llamar! El teléfono es de ida y vuelta!
-Jaja, a qué no sabés con quién estoy ahora y en dónde? –replicó Nico riendo, se oían voces a lo lejos y música.
-No, pero me dan ganas de irme para allá en este momento. –Peter se percató recién de Oriana y Jenny. No podían creer que Nico Riera, sí, él Nicolás Riera matador de zombies, alienígenas y malhechores, actor superestrella de acción esté teniendo una charla con él Peter Lanzani. Luego vió en las caras de las chicas un poco de celos, porque… supuestamente estaba diciendo que prefería irse ya y no ir a la gala con ellas, o qué?
-Boludo, bancá que pongo altavoz y escuchás a todos! Ey, callense, está Peter acá! Callense dije! –gritó. –La puta madre, no me hacen caso, Lali. –dijo Nico, no hablando a el teléfono.
-Está Lali ahí? La! –Peter seguía manejando y tuvo que frenar un toque, porque estaba prestando más atención a la conversación que al camino. –Banquen un toque que tengo que darle bola a esta llamada. La! –gritó. Oriana puso los ojos en blanco, pero Jenny continúo prestando aún más atención, la curiosidad completamente despierta.
-Ok, ta, callense, Agustín, vení para acá, no importa que se vayan, boludo, vení que está Peter! Vení te digo! –Peter se rió y las chicas en el auto sonrieron.
-Pasame con Lali, estúpido! –gritó Peter riendo.
-Prendé la cámara! –oyeron una voz femenina. –Nicolás bajame y prendé la cámara!
Por fin Peter pudo ver, a Lali, Nico y Agus. Estaban en el patio de la casa de éste último, era de noche y había unas pocas personas que se estaban yendo a lo lejos.
-La qué hacés ahí? –preguntó Peter, acabo de hablar con vos hace una hora.
-La pasamos a buscar. –contestó Nico con simpleza. Peter alzó su celular para verlos mejor, Oriana y Jenny estaban calladas, pero no menos atentas.
-Sí, boludo, se la extrañaba.
-Me alegro –dijo Peter. Sonrió a Lali.
-Pará! –dijo Nico. –Pará, pará, vos viste lo que es esto? –agarró un mechón de pelo de Lali y lo alargó. Casi platinado. –Vos ves esto, Peter? –Se empezó a reír estruendosamente y Lali se cubrió la cara con las manos. –Esto es épico. É-pico. Nah.
-Callate! –le dijo Lali entre risas. –Casi no salgo de la casa, Nicolás me tuvo que cargar todos los pisos en escaleras! –dijo ella.
-Estás divina. –dijo Pitt.
-Hola! –Y sí, tenía que pasar que Oriana se largó a saludar. –No nos presentaron, soy Oriana.
-Ah, sos del programa? –dijo Lali.
-Sí. –contestó Ori, orgullosa.
-Peter presentanos, quedamos hartos maleducados, no que a ellos les importe, pero a mí sí! –dijo Lali, pegándole a Agustín y Nicolás en joda.
Peter suspiró. –Te acordás la gala que te conté que tengo que ir?
-A la que estamos llegando tarde! –dijo Oriana, medio en broma, ocultando el odio a dicha situación que alargaba la tardanza.
Jenny estaba sentada en el asiento de atrás, medio tímida. –Bueno, no importa –dijo Peter. –Ellos, ta son Nicolás Riera y Agustín Sierra, ya los conocen, son mis mejores amigos, ellas son Oriana y Jenny, del elenco. –Se saludaron, y saludaron a Jenny, que no la habían visto antes, la cámara del iPhone de Peter la enfocó. –Ella es Lali Espósito, mi novia. –dijo él orgulloso. Lali les sonrió. –Ori y Jenny, Lali. –Las chicas le sonrieron.
-Ay! Es re linda, Peter! –dijo Oriana. Dah, obvio. Y luego pensó, tipo, que comentario más desubicado, porque, por qué carajo iba a necesitar la aprobación de Oriana, tipo, no le necesitaba ni la quería, Dios, que mina más fuera de lugar.
Lali rió estruendosamente. –Peter, me cae re bien tu compañera nueva! –dijo Lali con humor. Oriana rió.
-Sí, pero no dijo nada que yo no me haya dado cuenta antes así que no cuenta, no?
-Y esa amigos, es la transición de Lanzani mujeriego a Lanzani de Lali. –dijo Nico bromeando.
-Callate, no se burlen de él –dijo Lali.
-Ahhh! –La jodieron.
-Chicos? –dijo Jenny, refiriéndose a todos en grupo. –Peter como que nos tenemos que ir, no? Ya de por sí estamos tarde, no?
-Deberíamos –dijo Oriana.
-Pero podemos quedarnos a hablar un ratito más, no? –Peter notó lo divertidos que estaban sus amigos y su novia.
-Peter la gala empezó hace una hora, ya nos perdimos las entrevistas de la prensa.
-Entonces todo va a ser una pérdida, por qué no mejor no vamos? –Peter trató de zafar de la situación.
-Peter… es que yo tenía muchas ganas de ir… -Jenny puso una cara muy triste. Peter sintió un poco de lástima.
-No se diga más. Pitt, ey, nos hablamos mañana sí o sí, ok? Te quiero, amor.
-Y yo te amo, La, chau.
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Caminaron, siendo fotografiados, por una alfombra morada. No roja, porque no era la alfombra roja. Era la gala del momento, qué más. Peter vio a varios amigos, amigos famosos, por supuesto, y Oriana y Jenny venían atrás, contentas de haber logrado entrar finalmente en este mundo exclusivo.
-Peter! –Se dio vuelta despacio, poniendo su cara de confusión para las cámaras, oía gritos de fanáticos, los clicks de las cámaras y sentía la presencia de Ori y Jenny detrás de él. –Peter Lanzani. –una entrevistadora lo llamó.
-Hola. –saludó a la cámara.
-Cómo te está tratando el regreso a la televisión? –pregunta, poniéndole el micrófono en la cara.
-Bien, recién hoy empezamos a grabar acá con Oriana y Jenny. –las saca en la conversación para atraer la atención a ellas y que no le hagan preguntas a él. Las chicas sonríen y comienzan a explicar todo lo que es “Aliados”, como les está gustando Los Ángeles, qué se siente ser tan joven y ser tan exitosas. Pará flaca, estás haciendo un show para la tele, no te copes, ok?
Los entrevistadores, eventualmente se aburren de las novatas, quieren los detalles jugosos de Peter Lanzani. Como todos.
-Peter, contanos de tus proyectos futuros. –Sonríe de costado él.
-Por ahora, mis proyectos incluyen “Aliados”, y creo que en el horizonte veo de volver a la pantalla grande.
-Cómo fue trabajar con Natalie Pérez más temprano en el año? La película fue un éxito pero nunca se supo muy bien cual era tu relación con la señorita Pérez.
-Natalie es una chica divina, pero no fuimos más que compañeros. Nos llevamos muy bien, igual.
-La seguís viendo? –pregunta la chica. Historia con Natalie? Enserio? Eso es del año pasado, gente.
-Oí que se mudó a  España, así que he tenido poco contacto con ella, pero buena gente.
-Novias? –pregunta otra periodista.
-Ya cambiamos de tema tan rápido? –pregunta Peter, tratando de ocultar el hecho de que se estén metiendo en su privacidad.
-Bueno, se sabe que estás afuera de la escena de fiesta y mujeres. No se te ve en mucho tiempo, qué nos podés decir?
-Estoy muy feliz en la relación en la que estoy, muchas gracias. –dijo cortante, ya queriéndose ir, serio.
-Qué nos podés contar de ella? –insistió por ahí otro periodista.
-No es de por acá. –ofrece, y obviamente no es suficiente para los periodistas, porque quieren seguir preguntando y metiéndose pero Peter se va y Oriana y Jenny lo siguen de cerca.
-Peter, tuvimos que habernos quedado más tiempo! –le recuerda Jenny.
-Nos quedamos suficiente, me estaban hartando. –responde, pasándose la mano por el pelo y posando para las fotos en frente de los banners de marcas. Promocionando.
Está posando sólo, pero Oriana y Jenny se acercan y se le cuelgan una en cada brazo y sonríen a las cámaras, que se vuelven locas. Los fans gritan y chillan y Peter decide que, ya que le debe su carrera a la gente (mentira, técnicamente su padre le compró los roles.) a lo mejor puede saludar a esas pobres chicas sin vida que su único propósito es seguirlo a donde sea que vaya. Se acerca a las rejas (porque no se puede estar cerca de estás locas sin una reja de por medio) y sonríe. –Hola chicas! –Obviamente la reacción que recibe es de locura…y probablemente de violación, sí, Peter piensa que no le gustaría estar en un callejón sin salida de noche y con esta gente.
-Peter Lanzani!!! –gritan a coro. –No lo puedo creer.
La pobre criatura empieza a llorar. Dios, mala idea, Peter. Al final uno trata de ser buena gente con sus fans y termina haciéndolas llorar (de emoción), pero igual. Qué gente rara.
Inmediatamente empieza a firmar autógrafos y remeras y objetos y frentes, incluso unos pechos. Pero bueno, no es nada si no un actor complaciente, así que lo hace.
Luego de varios autógrafos, fotos, incluso unos abrazos, porque es un tipo bueno por donde se lo mire, Jenny y Oriana lo traen adentro para la cena.
Una palabra. Un sentimiento. Embole.

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martes, 27 de agosto de 2013

Opuesta Atracción Capítulo 34

Creo que son tres mil palabras. PERDON. No puedo expresar lo agradecida que estoy de que no se hallan rendido en mi novela. Trate hacerlo muy largo. Lo mas largo que pude. Me tengo que ir. Special Thanks a Luli. Comenta pila y me pase por su blog. Escribe super bien. Beshos. 





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Al llegar al departamento en donde se iba a quedar se alegró de saber que por fin, había conseguido un auto y su hospedaje en uno de los edificios más prestigiosos de L.A. estaba todo arreglado. Tenía comida, su ropa, sus cosas… No le faltaba nada. Decidió que se iba a tirar a dormir una siesta por un ratito.
El ratito duró tres horas y cuando se despertó eran como las siete de la tarde, o sea que en Buenos Aires serían las once de la noche, Lali debía de estar durmiendo. Peter se cocinó a si mismo un omelette (era un crack) y se tiró a dormir nuevamente.
Al despertarse, a las seis de la mañana para grabar, decidió que hacía mucho que no hablaba con Lali, y mejor la llamaba, porque… no es que lo hiciera quedar como un nene…pero extrañaba a su novia, ok? No es un asunto para reírse. Marcó su número y le contestó su novia, con un tono de voz impropio de ella.
-Hola? –contestó, su voz cansada, triste, sombría.
-Lali! Mi amor, cómo estás? –saludó el hablando muy fuerte.
-Pitt… baja la voz querés? Qué hacés, todo bien ahí?
-La, estás bien? –inquirió Peter confundido.
-Sí, sí, -dijo ella sin darle importancia. –Vos? Vos estás bien? Cómo está L.A.? –dijo Lali fingiendo entusiasmo.
-Bueno… es muy soleado, hay mucha más gente, la producción esta buenísima y ya conocí a los actores, que en realidad son medio amateurs, creo que soy el único pro ahí, pero todo bien. –Lali murmuraba ajá cada tanto. –Y nada, estoy quedándome en un apto que tiene una vista imponente al mar, mi amor, no sabés lo espectacular que es, imponente, me encantaría que estés acá conmigo… Se me ocurren cosas que podríamos hacer juntos… -terminó seductoramente.
-Ajá. Sí, emm, muy bueno, ok? Llamame más tarde, Pitt, realmente me tengo que ir ahora, te amo, sí? No lo olvides, chau. –Cortó.
Pitt se quedó con una sensación en el estómago que no pudo comprender, no sabía si definirlo como vacío o qué… pero lo dejaba inquieto e inseguro por primera vez en su vida. Y lo odiaba. 

O sea, básicamente le acababa de decir a su novia que no podía esperar hasta que estén juntos y hagan el amor y ella tipo “Ok…”. Cuando Peter Lanzani te decía que quería partirte al medio, vos no decías “Muy bueno”, vos te subías en el próximo avión y no usabas ropa interior por una semana. Así de simple.

Peter decidió dejar el tema estar, probablemente Lali estuviera cansada, con un largo día de trabajo por delante, al igual que él. Comió algo rápido y se subió a su auto, esta vez, Ricky le consiguió un Ferrari azul eléctrico, muy llamativo. Lali lo odiaría y… francamente, Peter también lo odiaba un poco, el color, por supuesto. El auto era un fuego, por sí solo. Decidió dar una vuelta en él e ir ya al set. Estaba llegando diez minutos tardes, pero al ser el actor estrella y el más imprescindible, podía darse el lujo.
Los Ángeles es fantástica, pensó Peter. El sol, el calor, la gente, las playas, palmeras, todo. Le re pintaba tirarse al agua. Capaz una vez que llegue a su depto hoy de tarde cruzaba a la playa. Llegó al set y al bajar del auto los periodistas lo acosaron hasta que logró entrar al estudio, listo para grabar.
-Sin comentarios. –dijo en general, para que dejen de molestarlo.
Pero… como si fuera a zafar de las entrevistas. Al entrar, Cris Morena lo saludó con una caluroso abrazo.
-Peter! Cómo andás? Escuchá, hay unos reporteros que vienen a hacer unas entrevistas, ya tienen todas con los chicos, pero naturalmente, vinieron acá por vos. Podrías ir allá con Ori y Jenny?
Peter la miró directamente a los ojos. –Preferiría que no, Cris. Sabemos bien que no me van a preguntar nada del show.
-Yo sé que odiás esto, pero sos el que está más acostumbrado a esto. Las chicas no tienen ni idea de qué hacer y les vendría muy bien un ejemplo a seguir.
-Yo? Ejemplo a seguir? –Cris sólo sonrió enigmáticamente y lo guío hacia donde estabas las chicas dando entrevistas. Los entrevistadores lucían aburridos, esperando al protagonista y las chicas no sabían qué hacer para entretenerlos.
-Peter! –Oriana Sabatini lo saludó como si lo conociera de toda la vida y todas las cámaras y personas voltearon para mirarlo. Oriana se levantó y lo arrastró básicamente al sillón en medio de él y Jenny. Ahora sí estaba interesante la cosa.
-Bueno, chicos, acá tenemos a Peter Lanzani. –dijo Oriana, osada como era ella.
-Hola Peter, soy Amelia, de TMZ. –se presentó la primera entrevistadora. –Oriana y Jenny nos estaban contando que todos son como una gran familia acá en Aliados.
Peter alzó las cejas. –Enserio? Yo acabo de llegar ayer recién. Cómo es esta familia? –Ori y Jenny lo miraron atónitas, se suponía que debía seguirles la corriente. No decir la verdad.
-Tonto! Siempre jode así. –Oriana lo abrazó de costado y Jenny la imitó.
-Parece que estás con muy buena compañía, Peter. Qué nos podés decir que tu vida amorosa? –Obvio, esta no era una entrevista de trabajo, esto era especialmente para que pendejas incogibles lean de su ídolo adolescente favorito.
-No estábamos hablando del programa? –Contestó Peter, evadiendo la pregunta. La entrevistadora rió.
-Seguís con tu novia de ya casi un año? –Jenny rió ante esa pregunta.
-Eh? –dijo Peter, confundido ante la risa de su compañera.
-Y esa risa? Qué está pasando en realidad en el set de Aliados, los fans están muertos de ganas de saber! –Peter estaba siendo filmado, abrazado a dos chicas, y no tenía ni idea de qué carajo hacer.


-Esa risa no es nada, o sí? –pregunta Peter. Decidió que mejor respondía con sinceridad. –La verdad, que ni idea como es el set de Aliados porque no grabé ni siquiera mi primera escena, mucho menos hice las fotos promocionales. Con mi novia, todo muy bien, y lo único que sé de estás dos señoritas es el nombre… Con permiso. –Se levantó y Oriana y Jenny fueron forzadas a soltarse del agarre que le tenían a Peter. Los periodistas chequeaban desesperadamente si habían captado lo que había dicho Peter Lanzani y sonreían triunfantemente al descubrir que sus cámaras habían captado todo lo que salió de la boca soñada de Lanzani.
-
Peter bufaba mientras se alejaba de los reporteros. Inmediatamente el crew de maquillaje y vestuario lo agarró y lo empezaron a transformar en Noah. Luego de eso, se tomó unas cuantas fotos y finalmente llegó la hora de grabar. Grabó toda la mañana, las primeras escenas fueron francamente interesantes de hacer. Todavía su interés amoroso en la novela no aparecía, pero se llamaba Venecia y tenía grandes sospechas, bah, no. Tenía grandes certezas de que ése era el papel de Jenny.
Su personaje hasta ahora había chapado con diecisiete chicas, una tras otra completamente dispuesta a hacer algo más que besarse al terminar la escena y dejarle, no muy sutilmente un papelito con su nombre y número en el bolsillo. Peter a la hora del almuerzo, nada disimuladamente, sacó todos los papelitos del bolsillo y los tiró en la basura del centró del comedor. Todas las chicas que le dieron los papelitos con los números ser dieron cuenta y lo miraron con la cara rota.

Peter les sonrió de costado e inmediatamente se distrajo porque Jenny se paró en frente de él para decirle algo. Algo que no supo que era porque a su vez se volvió a distraer por el sonido de su celular que vibraba y sonaba muy alto. Alzó un dedo para decirle a Jenny que cualquier cosa que ella tenga que decir, no importaba tanto para él porque tenía que atender esta llamada. Sí, todo eso en un gesto. La pelirroja asintió y se volvió a sentar. Peter oyó que le decía a Oriana algo así como… -No tenía ganas de hablar conmigo…

Peter sonrió. –Hola! –saludó alto. Capaz muy alto, porque todos en el comedor lo miraron extraño. Era Lali.

-Hola, Pitt! –Por fin, Lali estaba más normal esta vez. –Perdón que la última vez que hablamos estuve medio en otra. Ya estoy acá para me hablés y me cuentes lo que quieras hasta que mi oreja se me caiga. –Peter se rió. El sentimiento amargo que tuvo toda la mañana por la conversación fallida de antes con Lali se desvaneció.
-Igual me quedé re preocupado, La, te juro, creí que había pasado algo. Está todo bien por allá?
-Cosas de la vida. –dijo ella a modo de respuesta. –Ahora no es el mejor momento para contarte, estoy en la oficina. Vos, dónde andás?
-Yo también estoy laburando.
-Sí? Cuando sale al aire este programa? Tiene buen material? –preguntó Lali jodiendo.
-Ni idea, recién acabo de grabar las primeras escenas, y la verdad… me sorprendió, no es una mierda… enteramente. Bueno, lo único que no es una mierda es mi personaje, no quería admitirlo, ni ser egocéntrico pero si hay una razón por la cual tengas que ver el programa, soy yo, amor. Listo, lo dije. –Lali se estaba riendo a carcajadas y para Peter, era música para sus oídos.
-Te extraño. –murmuró ella en el teléfono. –No puedo esperar a que vengas, Pitt.
-Estás llorando? –dijo Peter con preocupación. –La?
-No! –dijo ella riendo. –No, no estoy llorando. María me mandó a hacerle un té raro de hierbas y creo que no son legales. Me estoy drogando más o menos con este olor, Peter… es inhumano. –Peter rió.
Peter no pudo evitar sacarse el sentimiento de que Lali lo estaba distrayendo. Había algo que le estaba ocultando. Era buena, cambiando de tema, para no contarle lo que de verdad le estaba pasando. Muy buena, le debía eso. –Sos divina, La, te tengo que dejar, me están llamando para grabar. Te amo, sí? Mandame un mensaje hoy con la hora a la que puedas conectarte a Skype y hablamos. Sí o sí, Espósito.
-Sí, yo también me tengo que ir, Peter. Te amo, ok? Nos hablamos hoy.
-Sí o sí. –le recordó él. –Beso, La.
-Chau. –Ella esperó para cortar, y él esperó a que ella cortara.
-Chau, La. –dijo él.
-Chau, Pitt. Cortá.
-Cortá vos. –replicó él. A lo lejos oyó que llamaban a todos a grabar. Oriana se acercó a él para decirle algo y él la ahuyentó con un gesto de la mano.
-Peter… -Advirtió Lali. –De verdad nos estamos convirtiendo en ése cliché de parejas? Cortemos el teléfono, dale.
-Sí, chau. Beso.
Beep. Llamada finalizada. Peter suspiró. Oriana se volvió a acercar a él, esta vez Jenny estaba con ella. –Llamada importante? –preguntó la morocha.
-Muy. –contestó Peter.
-Ah… era tu novia? –preguntó Jenny.
-Ajá. –dijo Peter, sonriente.
-Qué amor. –dijeron las dos a unísono.
-Tenemos una escena los dos juntos, Peter. –dijo Jenny emocionada.
-Sí? –preguntó Peter curioso.
-Sabés decir más de una palabra monosílaba, Peter? –preguntó Oriana un poco molesta, ocultandolo con una sonrisa falsa.
-Claro que sí. –dijo él.
-Ah… Bueno, estaba pensando que podríamos promocionar el show hoy yendo a este evento en Beverly Hills, va a haber mucha prensa. Obvio que estabas enterado, no Peter? –preguntó Ori.
-Sí… Chrisallys Ball, o algo así? Es una caridad, o una beneficencia, no?
-Sí! –dijo Oriana extasiada.
-Seee, no voy a ir a eso.  –dijo Peter. La sonrisa de Oriana, junto con la de Jenny se cayó.
-Por qué? –preguntó Jenny poniendo una trompita, como si fuera una nena.
-Porque… no tengo ganas? –respondió sádico.
-Peter, deberías ir. –insistió Oriana. –Como ya dije va a haber mucha prensa. Hay que promocionar el programa, y no es que esté siendo injusta con los demás chicos, pero, seamos francos. –Su voz se tornó en un susurro. –Nosotros tres somos la razón por la que este programa tiene pinta de triunfar. –Jenny asintió enfáticamente y Peter le clavó el visto.

Sinceramente, Ori? ÉL, él! Peter fucking Lanzani era la única razón por la que este programa de cuarta no se venía abajo. –Peter, Ori tiene razón, vamos los tres juntos. Esta es nuestra dirección. –Sacó del bolsillo una tarjeta que parecía que la tenía preparada hace días y se la puso en la mano a Peter. –Estamos viviendo juntas. –Jenny sonrió. Ori la imitó. –Pasanos a buscar hoy a las siete, y vamos juntos los tres, sí?
Las chicas se fueron antes de que Peter pudiera decir nada y se quedó mirando la tarjeta como un boludo. –Qué carajo? –dijo en voz alta.
-
El día terminó bastante rápido de ahí en más. Fue a su depto, se duchó y se conectó a Skype. Por suerte, Lali estaba conectada. La llamó y a los segundos contestó la llamada. La miró por la pantalla pixelada de la computadora y sintió deseos de tomarla en sus brazos y simplemente besarla hasta dejarla inconsciente. Seee, estaban a dos mil kilómetros de distancia. Medio imposible.
Lali estaba usando un short de jean rotoso y una musculosa negra. Tenía el pelo atado y… notó que coleta de pelo de Lali era… rubia. Se había teñido el pelo! Bueno, seguía siendo morocha en la mayoría del pelo, pero estaba rubia. Parecía molesta por alguna razón y Peter la miró con cara divertida.
-Ok. Qué te pasó de acá a dos días, quiero informe completo YA. –dijo Peter mirándola expectante.
-Ay, Peter! Qué lindo verte! –dijo ella, sonriendo.
-Informe! –contestó él riendo.
Ella suspiró. –Es largo. –advirtió.
-Tengo todo el tiempo del mundo. –Mentira, tenía que ir a buscar a Oriana y Jenny en una hora, pero valía la pena hacerlas esperar.
Lali se largó a explicar. Su rostro adquirió una expresión cansada. –Hace tres días… Peter hace tres  días, de noche, siento que me tocan la puerta. Me levanto, y a quien me encuentro hecho mierda, en el umbral de la puerta?
-A quién? –dice él preocupado.
-Volvió Lucas. Te acordás que sus padres lo echaron de la casa? Se fue a no sé dónde con los imbéciles de los amigos y cuando se quedó sin plata, volvió, los padres, obviamente los mandaron a la mierda y viene a mi casa. Pitt, lo tengo acá, dormido en el cuarto de Vico, no sé qué carajo hacer con él. Yo tengo que ir a trabajar y él esta… esta raro. No sé en que anda, ni con quien anda, pero no lo puedo dejar solo cuando más me necesita.
Peter exhaló frustrado. –Lali, es un flor de boludo! –se estaba empezando a enfurecer. –Lali, ese pibe tiene que rehabilitarse, estar hospitalizado.
-Ya sé. Pero no tengo ni idea de qué hacer. Igual, yo le dije que si se quiere quedar conmigo en mi casa, que busque laburo. Y nada, consiguió algo, no sé, creo que es guardavidas en la piscina pública o algo, el punto es que no es completamente inservible. Pero, igual. No te preocupes, igual, estoy manejando bien la situación.
Peter le sonrió, pero la sonrisa, no le llegó a los ojos. Decidió cambiar de tema. –Me explicás el look de rubia, por favor? Qué le pasó a la mayoría de tu pelo color chocolate que tanto amo, La? –dijo haciéndose el poético.
-Ay… -dijo cubriéndose la cara con las manos. –Me quiero matar. Esto sí es culpa de Lucas y lo voy a matar. Viste que se está acercando mi cumpleaños dieciocho? –Peter asintió. Tenía algo muy especial planeado para su cumpleaños. Pitt le sonrió y le indicó para que continuara. –Lu y yo teníamos una tradición, que… al parecer la seguimos teniendo… -agregó. –Y nada, me estoy bañando y agarró el producto para desenredar el pelo, y… el boludo éste parece que le puso una mezcla de agua oxigenada, con limón, con manzanilla y un producto que tiñe el pelo y lo quema más o menos. Una mezcla letal. –Lali se cubrió la cara con las manos. -Me fui a dormir, al día siguiente amanecí estúpida.
Peter rió fuerte. –No te rías! –lo retó Lali. –Peter, creo que lo dejé estéril de por vida con la patada en las bolas que le dí.
-Ésa es mi chica. –Eran tan tiernos que se chocaron la mano por la compu.
-Pero es horrible y lo peor de todo es que no me puedo cortar esto porque me va a quedar el pelo recontra corto. –dijo Lali riendo. –Entonces tengo que esperar a que me crezca.
-Nada que ver, el pelo corto te re favorecería.
-Nah… -dijo ella. –Te gusta?
-Te podrías teñir el pelo de rosado y me gustaría?
-Siempre quise tener el pelo rosado…
-Era joda!
-Ok, pero en otra realidad alternativa hay una Lali con el pelo rosado, te lo juro. Algún día quiero tener las agallas de teñirme el pelo de rosa.
-Seee, La, no va a pasar. –Dijo él riendo.
Hablaron de millones de cosas. Casi como los viejos tiempos, excepto que estas charlas usualmente se daban antes del sexo, o después del sexo. Y en muchos casos antes y después del sexo.  Se sentía tan bien estar conectado a Lali, aunque sea a través de una pantalla.
-Hablamos mañana? –preguntó ella.
-Eso no se pregunta, La. Obvio que hablamos mañana.
-Chau, Pitt. –dijo ella. –Te quiero.
-Yo también, y el rubio te queda hermoso. Me encanta.
-Entonces yo te amo.
-Más.
Lali le voló un beso y la llamada de Skype terminó. Peter suspiró. Eran las siete y cuarenta. Se iba a dormir, en ese instante cuando se acordó de un arregló hecho varias horas antes.
-La puta que las recontra parió! –gritó él a nadie en particular.
...
  

viernes, 9 de agosto de 2013

Holu.

CHICAS.... COMO VA? YO NADA... ME ENTERÉ DE UNAS NOTICIAS MEDIO SHOCKEANTES PERO ME LAS ESTOY TOMANDO RECONTRA bien. Me estoy mudando a Inglaterra....

Sé que las he hecho esperar mucho y pedirles que esperen aún más sería demasiado HDP de mi parte... estos días han sido... bueno, decir que han sido locos se quedaría corto. Estoy medio estresada porque la idiota de mi profesora de química me puso un escrito y acabo de salir de clase particular y no entendí un carajo y... bueno.. No sé porque estoy contando esto pero necesito sacarme un poquito de estrés y supuestamente este es mi blog así que puedo escribir lo que quiera, no?

RUMBO DE LA NOVELA.

No he tenido nada de tiempo de escribir pero el rumbo que va a tomar va a ser Lali en Bs.As. con su laburo y su sexy colega nuevo, y Pitt en L.A. con esta mina pelirroja nueva de aliados.

Otra cosa... hablando de Aliados... a alguien le cae bien Jenny Martínez la actriz posta? Para mi no actúa NADA bien, vi un episodio el otro día (La verdad que no miro Aliados) y la mina tipo hizo una risa recontra falsa y pase puteandola por una hora. (Resiento el hecho de que Lali no haga de pareja de Pitt). Nada quiero opiniones en eso, porque me parece que soy la única boluda que la odia.

El próximo capítulo lo voy a hacer muyyyyyyy largo, aprox unas dos mil, tres mil palabras, para compensar esta ausencia tan prolongada... pero tienen que esperar. Si quieren uno largo,,,, va a tardas.

Nada... quiero que me respondan esa pregunta de la pelirroja, me carcome saber si hay gente que odia las mismas cosas o personas que yo... soy media bitch pero siento que crea una especie de union, no? Tipo cuando no te cae bien alguien y una chica dice "Ay pero esa mina es una forra" y a vos tipo se te ilumina la cara porque encontraste a alguien que te apoya y estas HELL YEAH.
Beso enorme gracias por bancarme (Si no es obvio por la forma en la que escribo, soy argentina.)

lunes, 22 de julio de 2013

Opuesta Atracción Capítulo 33

Perdon,,, días difíciles, luego de la muerte de Cory Moneith no... no me daba para escribir... YO SOY RE FAN DE GLEE... No se si sabía y me pegó mucho su muerte. R.I.P. Cory.------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------


No es posible que sea un asesino serial, no?
Lali abrió la puerta con decisión, pero con una pequeña chispa de miedo.
No estaba del todo errada, lo que vio del otro lado de la puerta era para morirse de miedo.
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No era la primera vez que visitaba Los Ángeles, había venido en muchas ocasiones. Pero esta vez era diferente. Esta vez se quedaba a vivir… No permanentemente, claro, pero iba vivir ahí.
Los Ángeles era soleado. Muy soleado, hacía calor. Se sacó la campera y entró a la limo. Una limo lo esperaba, carajo. Esto es tratamiento de estrella, pensó con una sonrisa.
Lo malo de haber llegado de día, sim embargo, era que tenía unas ganas bestiales de dormir hasta el día siguiente. Y no. No, carajo. Según su agente, tenía, sí o sí que ir al estudio a conocer a los actores. Y, o sea, no le puede importar menos, ok? Quiere dormir. Dormir, y no es que en el avión no durmió, ok? Durmió como un oso, pero quiere dormir en una cama. En una cama con Lali para ser más específicos, pero no. Medio imposible ahora, porque, tipo están a cinco mil kilómetros. Cinco mil kilómetros? Tan lejos queda L.A. de Buenos Aires? Tenía que googlearlo, definitivamente. Lo googleaba en el camino de LAX hasta el laburo, iba a ser largo esto…
Al llegar a los estudios Paramount, sí, los estudios Paramount, carajo. Se baja de la limo y mira Ricky, que tiene una cara de cadáver, el pobre no durmió un carajo, cortesía de la señorita Mery del Cerro y Peter le pone una mano en el hombro.
-Cuánto tiempo nos tenemos que quedar acá de nuevo?
-Dos horitas, una hora como mucho, Peter, es conocer al elenco, ver como se llevan.
-Y vos tenés que venir… por qué?
-Porque yo tengo que hablar un temita con alguien.
-Hace la tuya, pero yo qué hago? A mí ya me conocen acá. –dijo Peter resuelto.
Ricky suspiró. –Vos soñás con formas de torturarme a mí, pendejo? Conocés gente, charlás un toque con la gente que tenés que laburar y yo hago lo mío y después nos vamos los a dormir un muy bien merecido descanso. Trato, campeón?
Pitt suspiró. –Trato, Ricky. –Él sonrió.
Fue entrar y quedar obnubilado. Las luces del set lo cegaron momentáneamente, al parecer lo mismo le pasó a su manager. –La puta madre, boludo. –masculló Peter.
-Tranquilo, vení… -Ricky lo guío a una esquina donde conversaban animadamente dos personas.
-Cris! –saludó Ricky.
-Ricardo! –exclamó la mujer rubia evidentemente llamada Cris.  –Hola! –parecía simpática. –Y Peter Lanzani!
-Hola. –saludó Peter, por alguna razón esa mujer lo ponía en un estado pacífico que no podía explicar, y le cayó inmediatamente bien.
-Hola, Peter, cómo andás, yo soy Cris Morena.
-Ella es la creadora de este proyecto, Peter, y este señor es el director, Mariano Demaría.
-Hola. –saludó Peter con una sonrisa. Le dio la mano a los dos.
-Bueno, muy contenta de que haya llegado nuestro protagonista! Vení que te presento a todo el elenco, sos el último en llegar, pero no importa. Vení. –le dio la mano y lo guío por unos pasillos, con Ricardo siguiéndolo por detrás.
El lugar al que Cris los guío era como una sala de recreación, había una máquina de café, muchos sillones, y mucha gente, el elenco.
-Chicos, escuchen un toque. –Inmediatamente, el murmullo y la conversación cesó. Así como así. Muchos ojos se despegaron de Cris para posarse en Peter e inmediatamente Peter distinguió admiración, celos, y envidia… esas eran las más comunes. –Bueno, como ya saben, él es Peter Lanzani, obvio… -El elenco ríe. –Peter acaba de llegar de un largo vuelo de Buenos Aires, así que se va a quedar acá un ratito y comienza mañana el horario de trabajo regular. Espero que le den todos una bienvenida agradable y… Arriba “Aliados”! –Un aplauso de todo el mundo, Cris afuera, y gente se acerca a Peter.
Varias personas llegan y dicen cosas que se esperan que digan (“Hola, soy tu fan!”, “Un honor trabajar con vos, Peter, un honor”, “No lo puedo creer, sos vos de verdad!” Qué no eran profesionales o algo?), al carajo el profesionalismo, muchachos… Al parecer, según Ricky, esta gente es nueva y está recién entrando al negocio, no sabiendo si siquiera se van a quedar en él. Peter es la estrella del programa. Punto final.
Viene esta chica pelirroja que Peter no le da dos miradas, y que Ricardo hace que Pitt sea muy cordial con ella. No entiende nada que una mujer se para al lado de la pelirroja y saluda a Peter, preguntándole si ya le informaron del arreglo.
-Eh? Qué arreglo? –le dice Peter a la mujer confundido. Ricardo se ve culpable y la chica no dijo dos palabras seguidas, mirá a Peter como si su vida dependiera de ello. Él ya se olvidó su nombre. Dios, qué está pasando?
-Peter, campeón, con Muriel -señaló a la mujer al lado de la pelirroja. –pensamos que… que hay que promocionar el programa, al igual que sus carreras. –La pelirroja sonríe y asiente.
-No le estaríamos dando un propósito a los carteles, entonces, no? –responde Peter sarcástico. Los tres pares de ojos lo miran decepcionados, los de la chica más que todos. –Y mi carrera tiene más que suficiente promoción, muchas gracias…
-Creí que ya le habías informado… -le dice la mujer a Ricardo.
-Todo a su tiempo, este arreglo les beneficia más a ustedes, claramente, así que los que tomamos las decisiones somos nosotros. –dice Ricardo, mostrando que es el manager que Peter eligió alguna vez, probablemente cuando estaba bajo una sustancia sospechosa o algo… Hasta el día de hoy no entiende como se quedó con Ricardo. No cuestiona porque elegir manager es complicado.
-No entiendo qué carajo está pasando acá, me dijiste que íbamos a socializar, y después nos íbamos a dormir, Ricky, esquivamos la parte de socializar y nos vamos dormir? Dale, Ricky.
Ricky suspira, la mujer bufa y la pelirroja luce como si le hubieran roto el corazón.
-El arreglo, Peter… el arreglo consiste en que vos, en orden de promocionar la serie y la franquicia, que finjas salir con Jenny acá. –dijo Ricardo en voz manager profesional. La mujer asiente con la cabeza y la pelirroja sonríe esperanzadoramente.
Peter no piensa dos veces, hasta se ríe un poco. –Ni a palos. –simple y llanamente.
-Por qué no lo pensás un poquito? –insiste Ricardo.
-No. –dice Peter. –No.
Ricky suspira.
-Se puede preguntar por qué no? –La pelirroja habla por primera vez. Peter alza las cejas.
-No tengo por qué dar razones. –dice Peter. Se dio cuenta de que sonó muy maleducado y que su compañera está al borde del colapso nervioso, y dado que es su primer día y no quiere hacerse enemigos en su trabajo, porque, francamente, no quiere dejar a nadie sin trabajo. (Obviamente si hay un desacuerdo o algo,  no echarían a Peter Lanzani, dah.) Peter suspira. –La verdad no entiendo en qué me beneficiaría. Estoy muy metido en el negocio.
-Ah… -responde simplemente la pelirroja. –Te beneficiaría en el sentido de que podrías estar saliendo con alguien que no es muy conocido, te daría una nueva imagen.
-Jaja, no. –La pelirroja lo mira confundida. –No, no. Ya salí con alguien que está completamente fuera de la farándula. –La chica lo mira sorprendida, ya Ricardo y la mujer se fueron, pensando de habían pegado onda y el trato había sido sellado. –Sí, salí, y nos va bárbaro. Nos va muy bien. En la última entrevista que hice, le confesé que quería tener hijos con ella y esas cosas que hacen los novios.
La chica quedó anonadada. Y aunque Peter, en su momento quiso olvidar ese momento en la entrevista del desastre (nombre que usa en su mente para describir cierto momento) se dio cuenta de que es la segunda vez en el día que menciona el tema de que va a tener los hijos de Lali. Se dio cuenta de que no odia la idea para nada.

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Al llegar al departamento en donde se iba a quedar se alegró de saber que por fin, había conseguido un auto y su hospedaje en uno de los edificios más prestigiosos de Miami estaba todo arreglado. Tenía comida, su ropa, sus cosas… No le faltaba nada. Decidió que se iba a tirar a dormir una siesta por un ratito.
El ratito duró tres horas y cuando se despertó eran como las siete de la tarde, o sea que en Buenos Aires serían las once de la noche, Lali debía de estar durmiendo. Peter se cocinó a si mismo un omelette (era un crack) y se tiró a dormir nuevamente.
Al despertarse, a las seis de la mañana para grabar, decidió que hacía mucho que no hablaba con Lali, y mejor la llamaba, porque… no es que lo hiciera quedar como un nene…pero extrañaba a su novia, ok? No es un asunto para reírse. Marcó su número y le contestó su novia, con un tono de voz impropio de ella.
-Hola? –contestó, su voz cansada, triste, sombría.
-Lali! Mi amor, cómo estás? –saludó el hablando muy fuerte.
-Pitt… baja la voz querés? Qué hacés, todo bien ahí?
-La, estás bien? –inquirió Peter confundido.
-Sí, sí, -dijo ella sin darle importancia. –Vos? Vos estás bien? Cómo está L.A.? –dijo Lali fingiendo entusiasmo.
-Bueno… es muy soleado, hay mucha más gente, la producción esta buenísima y ya conocí a los actores, que en realidad son medio amateurs, creo que soy el único pro ahí, pero todo bien. –Lali murmuraba ajá cada tanto. –Y nada, estoy quedándome en un apto que tiene una vista imponente al mar, mi amor, no sabés lo espectacular que es, imponente, me encantaría que estés acá conmigo… Se me ocurren cosas que podríamos hacer juntos… -terminó seductoramente.
-Ajá. Sí, emm, muy bueno, ok? Llamame más tarde, Pitt, realmente me tengo que ir ahora, te amo, sí? No lo olvides, chau. –Cortó.

Pitt se quedó con una sensación en el estómago que no pudo comprender, no sabía si definirlo como vacío o qué… pero lo dejaba inquieto e inseguro por primera vez en su vida. Y lo odiaba.

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Como dije, falta pila para que esta novela se termine, estuve escribiendo mucho y adelantando mucha la próxima. Pero todavía queda MUCHOOO de Opuesta Atracción (Dios que nombre horrible). Bueno.... quiero comentarios y perdón por la tardanza. Han sido días duros. RIP Cory.

jueves, 11 de julio de 2013

Una Opuesta Atracción Capítulo 32

Ok... no puedo ocultar la decepción ante la poca cantidad de comentarios... -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------



Me amás? Ésa es una palabra fuerte, Lanzani…

Se responde “yo también”.

Yo también.

Vos también qué?

Yo también te amo, tarado.

Ésa es mi chica ;)
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Lali juntó sus cosas y caminó hasta la parada de bondi más cercana. Mientras caminaba pensó que hacía mucho que no tomaba el bondi y luego se arrepintió del pensamiento porque sonó muy superficial. Dios… tener un novio cheto te afecta de una manera u otra. Pero no se iba a quejar porque toda la vida había tomado el bondi, francamente lo que más iba a extrañar de que Peter la llevara de un lado a otro era la buena música que tenía en su estéreo…y los asientos…y sus charlas y por supuesto, a él. Y a sus besos y básicamente a él. Dios, lo había visto recién hace seis horas. Suspiró al pensar en Peter.

Se detuvo en la parada del bondi. Estaba vacía, usualmente se llenaba a las cinco de la tarde, y recién era el mediodía, así tenía suerte. Se sentó y vio pasar auto tras auto. De pronto pasó un auto plateado y reluciente y se paró en frente de ella. Sintió su corazón dar un mortal porque ése podría perfectamente ser Peter. Y sí se había arrepentido de hacer esa serie y había decidido quedarse con ella? La ilusión corrió por sus venas como una droga sin que la parte racional de su cerebro pudiera decir nada. Una sonrisa se formó en su rostro que,  al bajar la ventana del auto, se ensanchó más. Se ensanchó más para que luego a Lali se le cayera la cara de decepción. Claro que no era Peter, claro. Suspiró y la decepción se apoderó de su estado de ánimo. Peter estaba en un avión. Probablemente a miles de kilómetros de acá.

El conductor del auto la miró fijamente. Su pálido rostro la miró inquisitivamente. Un pálido rostro que adquirió un tono rojizo cuando Lali lo miró a los ojos.

-Hola… -murmuró él. –Eh…

-Hola, Pablo. –dijo Lali, incapaz de ocultar la decepción en su voz. Tampoco pudo ocultar el suspiro.

-Eh… eh… todo bien? –dijo patéticamente.

Lali forzó una sonrisa. –Sí, todo bien, por?

Un conductor le tocaba bocina a Pablo por detrás y se empezó a poner nervioso. –Eh… nada, ey, Lali? Te llevo a algún lado? La verdad que estoy libre por el día y… no sé. –Lali lo miraba a los ojos. –Pero, podés decir que no si querés, o sea, no pienses que te estoy obligando o algo parecido, te estoy ofreciendo, no sé… te llevo? –Pobre, pensó Lali, se ponía muy nervioso de la nada. Era, tal cual como un nenito.
El conductor de atrás tocó bocina más fuerte y Lali pensó que mejor aceptaba la oferta, llegaba más rápido a su casa… -Muchas gracias. –le dijo con una sonrisa.  Se subió al auto y lo saludó con un beso en la mejilla. Pablo sintió su mejilla derecha arder, pero no dijo nada.

-Bueno… guiame, Lali… -dijo.

-Seguí derecho, yo te aviso cuando tengas que doblar. –respondió ella.

-Bueno… eh, trabajás en la agencia hace mucho?

-Hace un mes, ponele… -contestó Lali mirándolo.

-Qué…qué bueno, no? Está bueno trabajar ahí… -no tenía ni idea de que decir y los dos se sumieron en un silencio incómodo.

Lali rompió el silencio. –Vos trabajás en este de modelaje hace mucho?

-Eh…sí, desde que tengo catorce años, así que hace como tres años y medio que estoy en este negocio. –Era la primera vez que Lali lo veía hablando más o menos normal sin sonrojarse, le sonrió.

-Qué bueno, y te gusta? O sea, lo hacés porque te gusta o…?

-Me gusta, o sea, sí. Fue como un accidente que me hice modelo… -Lali lo miró inquisitivamente, esperando de que el continuara con la historia. –O sea… -continuó dubitativamente, no acostumbrado a que la gente le prestara este tipo de atención. –Estaba en la casa de un amigo, estábamos con… con unas chicas, bah, él estaba con unas chicas. –Por alguna razón se puso nervioso. –Y… y de la nada viene su padre, con un tipo, mi amigo es un actor, pero también es modelo, como yo… y el tipo, creo que era agente o algo, me vio y me dio su tarjeta. Todo se dio solo de ahí en más…

-Wow, qué fácil… -dijo Lali sonriendo. – Qué bien por vos, digo…

-Sí, pero… por más que ser modelo, no sé, tiene lo suyo… -se refería a la plata. –Creo que no es lo que me gusta hacer… Mi padre… -Daddy issues. –Mi padre quiere que yo continúe, porque la plata… la plata es buena y qué se yo… pero no es lo que me gustaría hacer. No sé si me entendés. Es como si esto fuera… fuera como que me estoy asfixiando. Me gustaría ir al colegio, estudiar algo que yo elija…siento que mi vida está siendo manejada en autopiloto y ni siquiera está siendo manejada por mí. –Se estaba poniendo rojo y sus ojos empezaron a abrillantarse por las lágrimas. –Siento que me vuelvo loco, siento que a veces pierdo el control y que no sé qué hacer… -empezó a respirar entrecortadamente y Lali tuvo miedo de que le viniera un ataque de asma o de ansiedad. Pero se calmó, eventualmente, luego de unos minutos.

Lali suspiró y eso fue lo que bastó para el pobre chico se diera cuenta de donde estaba, con quien estaba y qué estaba haciendo. Frenó el auto y la miró. –Perdón, perdón, debes pensar que soy un estúpido, perdón. 

Ahí fue cuando empezó a llorar. –Perdón.

Lali lo miró, parecía que tenía varios problemas, y ella, con todos los problemas que tenía, probablemente debería alejarse de gente con problemas y evitarlos…pero había algo, había algo con este chico, que hacía que ella quisiera acercase, abrazarlo y solucionarle todos sus problemas. -Pablo?
El alzó la cabeza y la miró con ojos rojos y rostro colorado. –Qué? –Lali percibió pena por sí mismo en su voz.

-Pablo, yo no sé qué te va a deparar la vida, pero quiero que sepas que si precisás una amiga, yo estoy… yo… también tengo mis problemas. Capaz, capaz podamos psicoanalizarnos juntos? Digo, todos los problemas tienen solución. –Capaz ella podía hacer lo que Peter había hecho por ella con este chico, Peter antes de amarla, la había ayudado a abrirse, a ser… más normal. La había ayudado a salir de ese agujero, de esa depresión. –No sé, si precisás una amiga, o alguien que te escuche… yo estoy. Nos conocemos poco y vos… no sé, vos no parecés el típico modelo engreído. –Lali sonrió acordándose de Peter. –Querés pasar a mi apto ahora, y no sé, tomar un café o algo?
Pablo le dio una sonrisa llorosa. –Dónde estuviste toda mi vida? –Lali rió. –Gracias. –Y en ése momento, Lali realmente creyó, que Pablo era un nene de cinco años, pidiendo a gritos ser querido y entendido.

-

Lali entró con Pablo a su apartamento y se sentaron en la mesa del living-cocina. Pablo sonrió.

-Ok, te voy a advertir… soy pésima haciendo cafés, mi especialidad son los fideos pegados. Elegí una opción. No pienso hacer dos cosas. –Él se sentó en el asiento de Peter y Lali ignoró el deseo de decirle que se siente en otro lugar ya mismo.

-Si querés yo puedo cocinarnos algo… si querés? –Lali alzó una ceja, de repente recordando que ése gesto hacía que Peter se excitara. –O sea, si querés.
Ella rió. –Cocinás?

-Y muy bien. –dijo el asintiendo con los ojos bien abiertos.

-Dónde aprendiste? –Lali no podía creer que este modelo cocinara, o sea, de dónde tenés el tiempo, flaco?

-Canal de Cocina. Es super interesante. –confiesa. Ella se derritió un poquito, sólo un poquito.

-No lo puedo creer, no lo puedo creer… -dice Lali asombrada. –No, en serio, me cuesta. Qué cocinás?

-Emm… de todo un poco? Puedo cocinar una lasagna. Te va? –aventura él.

-Lasagna? Qué querés a cambio? –bromea Lali.

Pablo, sin embargo está serio. –Esto es lo que yo te doy a cambio, por ser simplemente lo que yo necesitaba hoy. –sonríe tímidamente y Lali siente el deseo de abrazarlo.

Lali simplemente sonríe. Y dice algo que le salió de lo más profundo del alma. –Sos muy tierno, Pablo.

Alzó las cejas. –Ése soy yo.

-Este… Pablo… vos me querés contar un poco lo que te pasa? Capaz te puedo ayudar… no sé. Te veo… raro. –Pablo empezó a picar los ingredientes en la mesada de la cocina de Lali, escuchando mientras ella hablaba.  –No sé, si te sentís incomodo o algo, no… no te quiero incomodar, lo que quiero decir, vos podés… abrirte, yo no te voy a juzgar.

-Esa frase la usan muchos… -responde simplemente él, sacando la salsa pre hecha de la heladera. –Te importa si usamos esto? No tenés tomates frescos y no quiero decepcionarte con mi cocina…

Lali suspiró y sonrió. –No, está bien, vos mandás, yo no tengo ni idea de la cocina.

-Muy bien…

-Estás bien? –preguntó Lali, luego de unos minutos de silencio incómodo…

-Por qué no habría de estar bien? –dijo, y forzó una sonrisa.

-Sé sincero conmigo. –dijo Lali levantándose de la mesa de la cocina y caminando hacia él.

-Es muy estúpido.

-Todos somos estúpidos. –dijo Lali.

-Está bien… -suspiró. –Lo que dijiste recién…de que soy tierno… -suspiró de nuevo. –No…no me gusta ser el tierno, el tierno es el amigo. El tierno nunca obtiene nada…el tierno, el tierno nunca se queda con la chica. –admitió.

Lali rió y el la miró. –Estás mal.

-Decime una situación donde la chica se quede con el tierno. –pidió él. –Sólo una.

-Ya tengo una.

-No vale inventar.

-No estoy inventando, conocés los Libros de “The Hunger Games”? Peeta Mellark era el tierno, era un 
panadero, con eso te digo todo y Katniss se queda con él al final.

-Con quien tenía que competir Peeta?

-Con Gale, un chico más grande que él y que era cazador, no tenía nada de tierno Gale y perdió ante Peeta. –refutó Lali, mirándolo a Pablo triunfante.

-Ok… ta, un ejemplo, eso es uno en un millón. –dijo Pablo, pero su sonrisa había aparecido, así que Lali lo tomó como progreso.

-Tiene rico aroma eso que estás preparando, Pablo… -dijo Lali cambiando de tema, y Pablo sonrió porque así fuera.

-Sí? Decís, La? –dijo él.

Lali tosió repetidas veces, casi se atraganta. Por un momento Pablo desapareció y Peter le hablaba. Pero luego se dio cuenta donde estaba y que Peter evidentemente…no estaba. Y le disgustó enormemente, por alguna razón que alguien que no fuera Peter…y ocasionalmente su hermano, su hermano la llamaba “La” ocasionalmente, el punto es que le disgustó mucho que alguien que no fuera Peter la llamara así. Ése sobrenombre lo iba a asociar toda la vida con Peter, ya está, está hecho.

-Lali, estás bien? –preguntó Pablo con preocupación al ver a su anfitriona toser a muerte.
Lali se recuperó luego de un momento. –Sí…sí… pero por favor no me llames así. No…no me llames así.
Pablo abrió mucho los ojos. –Perdón. –dijo como si hubiera cometido un delito, o algo. –Perdón. –repitió. –Es... te ofendí o algo, Lali? Perdón.

Lali sonrió. –No… no me ofendiste, solo que ese nombre que llamaste, solo mi novio me llama así, nadie más, me suena muy raro si alguien más me llama así. –confesó Lali. Por alguna razón, mencionarle Peter a Pablo se sintió mal. Como si no congeniaran bien juntos.
Se mostró sorprendido nuevamente. –Ah… perdón. No…no sabía, perdón.

-Dejá de pedir perdón. No hiciste nada malo.

El chico la miró y sonrió levemente. Agarró dos platos limpios y sirvió los espaguetis, luego de revolver la salsa unas cuantas veces, la vertió sobre la comida y le puso queso rallado. Lali tenía que admitir, que se veía y olía fabuloso. Ahora solo quedaba degustarlo.

-Qué pinta que tiene esto Pablo, sos un genio culinario! –dijo Lali oliendo el plato en frente de ella.

-Muchas gracias. –dijo, y por primera vez, Lali advirtió una pinta de orgullo en su voz.

Comieron en silencio, de vez en cuando comentando temas de por ahí. Y cuando terminaron, Pablo no le permitió a Lali lavar los platos, insistiendo en hacerlo él. Lali le agradeció y él se despidió con un abrazo, levantándola varios centímetros del suelo.

-Eh… Lo podemos repetir? Me… me hace bien estar en un lugar donde… donde no me juzguen, vos… vos sos buena para mí.

-Mientras me alimentes… -bromeó Lali, Pablo se rió. –Obvio que podés venir acá, Pablo. Nos vemos mañana en el laburo. Cuidate.

-Gracias…Sólo…Gracias, Lali. –le dio un beso en la mejilla y se fue a paso cortado.

Lali le sonrió y lo acompañó hasta la puerta. Ella suspiró, decidió ponerse el pijama inmediatamente, estaba exhausta. Sentía como si ese día se hubiera alargado hasta horas inmensurables. Miró el reloj. Eran las siete de la noche. Las siete?! Tan temprano? No le importo, se tiró en la cama deshecho y olió el olor de Peter en las sabanas. Hace veinticuatro horas recién estaban haciendo el amor. Cómo era posible que en un día lo sintiera tan cerca y ahora tan lejos? Por lo menos en la cama había un pequeño atisbo del calor que hubo anoche.

Cerró los ojos y dormirse no le costó nada…
A las tres de la mañana sintió el timbre del apartamento. Cautelosamente, se abrigo y con la mejor cara de dormida se fijó por la mirilla, a ver quién era, pero la persona estaba tapándola con el dedo.

No es posible que sea un asesino serial, no?

Lali abrió la puerta con decisión, pero con una pequeña chispa de miedo.

No estaba del todo errada, lo que vio del otro lado de la puerta era para morirse de miedo.

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LLEGUE DE BRASIL, ESPECTACULAAAAR, NO ME FUE BIEN CON EL IDIOMA... SOLO HABLO INGLES..

NADA, ESPEREN EL PROXIMO EN DOS DIAS O ALGO ASI... QUIERO COMENTARIOS!!!
AHHH Y AVISO, QUE AUNQUE A ESTA NOVELA LE QUEDA MUCHO, MUCHO, MUCHO, MUCHOOOOOOOOOO YA EMPECE A ESCRIBIR OTRA NOVELA, QUE ES,,,, FUERA DE LO COMUN, CREO QUE NADIE HIZO UNA COMO LA QUE ESTOY ESCRIBIENDO, (NO LO DIGO POR SOBERBIA EHHH) Y NADA... TRANQUILO, PERO ESTOY SUPER INSPIRADA... COMENTEEEEEEEEEN