lunes, 22 de julio de 2013

Opuesta Atracción Capítulo 33

Perdon,,, días difíciles, luego de la muerte de Cory Moneith no... no me daba para escribir... YO SOY RE FAN DE GLEE... No se si sabía y me pegó mucho su muerte. R.I.P. Cory.------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------


No es posible que sea un asesino serial, no?
Lali abrió la puerta con decisión, pero con una pequeña chispa de miedo.
No estaba del todo errada, lo que vio del otro lado de la puerta era para morirse de miedo.
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No era la primera vez que visitaba Los Ángeles, había venido en muchas ocasiones. Pero esta vez era diferente. Esta vez se quedaba a vivir… No permanentemente, claro, pero iba vivir ahí.
Los Ángeles era soleado. Muy soleado, hacía calor. Se sacó la campera y entró a la limo. Una limo lo esperaba, carajo. Esto es tratamiento de estrella, pensó con una sonrisa.
Lo malo de haber llegado de día, sim embargo, era que tenía unas ganas bestiales de dormir hasta el día siguiente. Y no. No, carajo. Según su agente, tenía, sí o sí que ir al estudio a conocer a los actores. Y, o sea, no le puede importar menos, ok? Quiere dormir. Dormir, y no es que en el avión no durmió, ok? Durmió como un oso, pero quiere dormir en una cama. En una cama con Lali para ser más específicos, pero no. Medio imposible ahora, porque, tipo están a cinco mil kilómetros. Cinco mil kilómetros? Tan lejos queda L.A. de Buenos Aires? Tenía que googlearlo, definitivamente. Lo googleaba en el camino de LAX hasta el laburo, iba a ser largo esto…
Al llegar a los estudios Paramount, sí, los estudios Paramount, carajo. Se baja de la limo y mira Ricky, que tiene una cara de cadáver, el pobre no durmió un carajo, cortesía de la señorita Mery del Cerro y Peter le pone una mano en el hombro.
-Cuánto tiempo nos tenemos que quedar acá de nuevo?
-Dos horitas, una hora como mucho, Peter, es conocer al elenco, ver como se llevan.
-Y vos tenés que venir… por qué?
-Porque yo tengo que hablar un temita con alguien.
-Hace la tuya, pero yo qué hago? A mí ya me conocen acá. –dijo Peter resuelto.
Ricky suspiró. –Vos soñás con formas de torturarme a mí, pendejo? Conocés gente, charlás un toque con la gente que tenés que laburar y yo hago lo mío y después nos vamos los a dormir un muy bien merecido descanso. Trato, campeón?
Pitt suspiró. –Trato, Ricky. –Él sonrió.
Fue entrar y quedar obnubilado. Las luces del set lo cegaron momentáneamente, al parecer lo mismo le pasó a su manager. –La puta madre, boludo. –masculló Peter.
-Tranquilo, vení… -Ricky lo guío a una esquina donde conversaban animadamente dos personas.
-Cris! –saludó Ricky.
-Ricardo! –exclamó la mujer rubia evidentemente llamada Cris.  –Hola! –parecía simpática. –Y Peter Lanzani!
-Hola. –saludó Peter, por alguna razón esa mujer lo ponía en un estado pacífico que no podía explicar, y le cayó inmediatamente bien.
-Hola, Peter, cómo andás, yo soy Cris Morena.
-Ella es la creadora de este proyecto, Peter, y este señor es el director, Mariano Demaría.
-Hola. –saludó Peter con una sonrisa. Le dio la mano a los dos.
-Bueno, muy contenta de que haya llegado nuestro protagonista! Vení que te presento a todo el elenco, sos el último en llegar, pero no importa. Vení. –le dio la mano y lo guío por unos pasillos, con Ricardo siguiéndolo por detrás.
El lugar al que Cris los guío era como una sala de recreación, había una máquina de café, muchos sillones, y mucha gente, el elenco.
-Chicos, escuchen un toque. –Inmediatamente, el murmullo y la conversación cesó. Así como así. Muchos ojos se despegaron de Cris para posarse en Peter e inmediatamente Peter distinguió admiración, celos, y envidia… esas eran las más comunes. –Bueno, como ya saben, él es Peter Lanzani, obvio… -El elenco ríe. –Peter acaba de llegar de un largo vuelo de Buenos Aires, así que se va a quedar acá un ratito y comienza mañana el horario de trabajo regular. Espero que le den todos una bienvenida agradable y… Arriba “Aliados”! –Un aplauso de todo el mundo, Cris afuera, y gente se acerca a Peter.
Varias personas llegan y dicen cosas que se esperan que digan (“Hola, soy tu fan!”, “Un honor trabajar con vos, Peter, un honor”, “No lo puedo creer, sos vos de verdad!” Qué no eran profesionales o algo?), al carajo el profesionalismo, muchachos… Al parecer, según Ricky, esta gente es nueva y está recién entrando al negocio, no sabiendo si siquiera se van a quedar en él. Peter es la estrella del programa. Punto final.
Viene esta chica pelirroja que Peter no le da dos miradas, y que Ricardo hace que Pitt sea muy cordial con ella. No entiende nada que una mujer se para al lado de la pelirroja y saluda a Peter, preguntándole si ya le informaron del arreglo.
-Eh? Qué arreglo? –le dice Peter a la mujer confundido. Ricardo se ve culpable y la chica no dijo dos palabras seguidas, mirá a Peter como si su vida dependiera de ello. Él ya se olvidó su nombre. Dios, qué está pasando?
-Peter, campeón, con Muriel -señaló a la mujer al lado de la pelirroja. –pensamos que… que hay que promocionar el programa, al igual que sus carreras. –La pelirroja sonríe y asiente.
-No le estaríamos dando un propósito a los carteles, entonces, no? –responde Peter sarcástico. Los tres pares de ojos lo miran decepcionados, los de la chica más que todos. –Y mi carrera tiene más que suficiente promoción, muchas gracias…
-Creí que ya le habías informado… -le dice la mujer a Ricardo.
-Todo a su tiempo, este arreglo les beneficia más a ustedes, claramente, así que los que tomamos las decisiones somos nosotros. –dice Ricardo, mostrando que es el manager que Peter eligió alguna vez, probablemente cuando estaba bajo una sustancia sospechosa o algo… Hasta el día de hoy no entiende como se quedó con Ricardo. No cuestiona porque elegir manager es complicado.
-No entiendo qué carajo está pasando acá, me dijiste que íbamos a socializar, y después nos íbamos a dormir, Ricky, esquivamos la parte de socializar y nos vamos dormir? Dale, Ricky.
Ricky suspira, la mujer bufa y la pelirroja luce como si le hubieran roto el corazón.
-El arreglo, Peter… el arreglo consiste en que vos, en orden de promocionar la serie y la franquicia, que finjas salir con Jenny acá. –dijo Ricardo en voz manager profesional. La mujer asiente con la cabeza y la pelirroja sonríe esperanzadoramente.
Peter no piensa dos veces, hasta se ríe un poco. –Ni a palos. –simple y llanamente.
-Por qué no lo pensás un poquito? –insiste Ricardo.
-No. –dice Peter. –No.
Ricky suspira.
-Se puede preguntar por qué no? –La pelirroja habla por primera vez. Peter alza las cejas.
-No tengo por qué dar razones. –dice Peter. Se dio cuenta de que sonó muy maleducado y que su compañera está al borde del colapso nervioso, y dado que es su primer día y no quiere hacerse enemigos en su trabajo, porque, francamente, no quiere dejar a nadie sin trabajo. (Obviamente si hay un desacuerdo o algo,  no echarían a Peter Lanzani, dah.) Peter suspira. –La verdad no entiendo en qué me beneficiaría. Estoy muy metido en el negocio.
-Ah… -responde simplemente la pelirroja. –Te beneficiaría en el sentido de que podrías estar saliendo con alguien que no es muy conocido, te daría una nueva imagen.
-Jaja, no. –La pelirroja lo mira confundida. –No, no. Ya salí con alguien que está completamente fuera de la farándula. –La chica lo mira sorprendida, ya Ricardo y la mujer se fueron, pensando de habían pegado onda y el trato había sido sellado. –Sí, salí, y nos va bárbaro. Nos va muy bien. En la última entrevista que hice, le confesé que quería tener hijos con ella y esas cosas que hacen los novios.
La chica quedó anonadada. Y aunque Peter, en su momento quiso olvidar ese momento en la entrevista del desastre (nombre que usa en su mente para describir cierto momento) se dio cuenta de que es la segunda vez en el día que menciona el tema de que va a tener los hijos de Lali. Se dio cuenta de que no odia la idea para nada.

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Al llegar al departamento en donde se iba a quedar se alegró de saber que por fin, había conseguido un auto y su hospedaje en uno de los edificios más prestigiosos de Miami estaba todo arreglado. Tenía comida, su ropa, sus cosas… No le faltaba nada. Decidió que se iba a tirar a dormir una siesta por un ratito.
El ratito duró tres horas y cuando se despertó eran como las siete de la tarde, o sea que en Buenos Aires serían las once de la noche, Lali debía de estar durmiendo. Peter se cocinó a si mismo un omelette (era un crack) y se tiró a dormir nuevamente.
Al despertarse, a las seis de la mañana para grabar, decidió que hacía mucho que no hablaba con Lali, y mejor la llamaba, porque… no es que lo hiciera quedar como un nene…pero extrañaba a su novia, ok? No es un asunto para reírse. Marcó su número y le contestó su novia, con un tono de voz impropio de ella.
-Hola? –contestó, su voz cansada, triste, sombría.
-Lali! Mi amor, cómo estás? –saludó el hablando muy fuerte.
-Pitt… baja la voz querés? Qué hacés, todo bien ahí?
-La, estás bien? –inquirió Peter confundido.
-Sí, sí, -dijo ella sin darle importancia. –Vos? Vos estás bien? Cómo está L.A.? –dijo Lali fingiendo entusiasmo.
-Bueno… es muy soleado, hay mucha más gente, la producción esta buenísima y ya conocí a los actores, que en realidad son medio amateurs, creo que soy el único pro ahí, pero todo bien. –Lali murmuraba ajá cada tanto. –Y nada, estoy quedándome en un apto que tiene una vista imponente al mar, mi amor, no sabés lo espectacular que es, imponente, me encantaría que estés acá conmigo… Se me ocurren cosas que podríamos hacer juntos… -terminó seductoramente.
-Ajá. Sí, emm, muy bueno, ok? Llamame más tarde, Pitt, realmente me tengo que ir ahora, te amo, sí? No lo olvides, chau. –Cortó.

Pitt se quedó con una sensación en el estómago que no pudo comprender, no sabía si definirlo como vacío o qué… pero lo dejaba inquieto e inseguro por primera vez en su vida. Y lo odiaba.

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Como dije, falta pila para que esta novela se termine, estuve escribiendo mucho y adelantando mucha la próxima. Pero todavía queda MUCHOOO de Opuesta Atracción (Dios que nombre horrible). Bueno.... quiero comentarios y perdón por la tardanza. Han sido días duros. RIP Cory.

jueves, 11 de julio de 2013

Una Opuesta Atracción Capítulo 32

Ok... no puedo ocultar la decepción ante la poca cantidad de comentarios... -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------



Me amás? Ésa es una palabra fuerte, Lanzani…

Se responde “yo también”.

Yo también.

Vos también qué?

Yo también te amo, tarado.

Ésa es mi chica ;)
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Lali juntó sus cosas y caminó hasta la parada de bondi más cercana. Mientras caminaba pensó que hacía mucho que no tomaba el bondi y luego se arrepintió del pensamiento porque sonó muy superficial. Dios… tener un novio cheto te afecta de una manera u otra. Pero no se iba a quejar porque toda la vida había tomado el bondi, francamente lo que más iba a extrañar de que Peter la llevara de un lado a otro era la buena música que tenía en su estéreo…y los asientos…y sus charlas y por supuesto, a él. Y a sus besos y básicamente a él. Dios, lo había visto recién hace seis horas. Suspiró al pensar en Peter.

Se detuvo en la parada del bondi. Estaba vacía, usualmente se llenaba a las cinco de la tarde, y recién era el mediodía, así tenía suerte. Se sentó y vio pasar auto tras auto. De pronto pasó un auto plateado y reluciente y se paró en frente de ella. Sintió su corazón dar un mortal porque ése podría perfectamente ser Peter. Y sí se había arrepentido de hacer esa serie y había decidido quedarse con ella? La ilusión corrió por sus venas como una droga sin que la parte racional de su cerebro pudiera decir nada. Una sonrisa se formó en su rostro que,  al bajar la ventana del auto, se ensanchó más. Se ensanchó más para que luego a Lali se le cayera la cara de decepción. Claro que no era Peter, claro. Suspiró y la decepción se apoderó de su estado de ánimo. Peter estaba en un avión. Probablemente a miles de kilómetros de acá.

El conductor del auto la miró fijamente. Su pálido rostro la miró inquisitivamente. Un pálido rostro que adquirió un tono rojizo cuando Lali lo miró a los ojos.

-Hola… -murmuró él. –Eh…

-Hola, Pablo. –dijo Lali, incapaz de ocultar la decepción en su voz. Tampoco pudo ocultar el suspiro.

-Eh… eh… todo bien? –dijo patéticamente.

Lali forzó una sonrisa. –Sí, todo bien, por?

Un conductor le tocaba bocina a Pablo por detrás y se empezó a poner nervioso. –Eh… nada, ey, Lali? Te llevo a algún lado? La verdad que estoy libre por el día y… no sé. –Lali lo miraba a los ojos. –Pero, podés decir que no si querés, o sea, no pienses que te estoy obligando o algo parecido, te estoy ofreciendo, no sé… te llevo? –Pobre, pensó Lali, se ponía muy nervioso de la nada. Era, tal cual como un nenito.
El conductor de atrás tocó bocina más fuerte y Lali pensó que mejor aceptaba la oferta, llegaba más rápido a su casa… -Muchas gracias. –le dijo con una sonrisa.  Se subió al auto y lo saludó con un beso en la mejilla. Pablo sintió su mejilla derecha arder, pero no dijo nada.

-Bueno… guiame, Lali… -dijo.

-Seguí derecho, yo te aviso cuando tengas que doblar. –respondió ella.

-Bueno… eh, trabajás en la agencia hace mucho?

-Hace un mes, ponele… -contestó Lali mirándolo.

-Qué…qué bueno, no? Está bueno trabajar ahí… -no tenía ni idea de que decir y los dos se sumieron en un silencio incómodo.

Lali rompió el silencio. –Vos trabajás en este de modelaje hace mucho?

-Eh…sí, desde que tengo catorce años, así que hace como tres años y medio que estoy en este negocio. –Era la primera vez que Lali lo veía hablando más o menos normal sin sonrojarse, le sonrió.

-Qué bueno, y te gusta? O sea, lo hacés porque te gusta o…?

-Me gusta, o sea, sí. Fue como un accidente que me hice modelo… -Lali lo miró inquisitivamente, esperando de que el continuara con la historia. –O sea… -continuó dubitativamente, no acostumbrado a que la gente le prestara este tipo de atención. –Estaba en la casa de un amigo, estábamos con… con unas chicas, bah, él estaba con unas chicas. –Por alguna razón se puso nervioso. –Y… y de la nada viene su padre, con un tipo, mi amigo es un actor, pero también es modelo, como yo… y el tipo, creo que era agente o algo, me vio y me dio su tarjeta. Todo se dio solo de ahí en más…

-Wow, qué fácil… -dijo Lali sonriendo. – Qué bien por vos, digo…

-Sí, pero… por más que ser modelo, no sé, tiene lo suyo… -se refería a la plata. –Creo que no es lo que me gusta hacer… Mi padre… -Daddy issues. –Mi padre quiere que yo continúe, porque la plata… la plata es buena y qué se yo… pero no es lo que me gustaría hacer. No sé si me entendés. Es como si esto fuera… fuera como que me estoy asfixiando. Me gustaría ir al colegio, estudiar algo que yo elija…siento que mi vida está siendo manejada en autopiloto y ni siquiera está siendo manejada por mí. –Se estaba poniendo rojo y sus ojos empezaron a abrillantarse por las lágrimas. –Siento que me vuelvo loco, siento que a veces pierdo el control y que no sé qué hacer… -empezó a respirar entrecortadamente y Lali tuvo miedo de que le viniera un ataque de asma o de ansiedad. Pero se calmó, eventualmente, luego de unos minutos.

Lali suspiró y eso fue lo que bastó para el pobre chico se diera cuenta de donde estaba, con quien estaba y qué estaba haciendo. Frenó el auto y la miró. –Perdón, perdón, debes pensar que soy un estúpido, perdón. 

Ahí fue cuando empezó a llorar. –Perdón.

Lali lo miró, parecía que tenía varios problemas, y ella, con todos los problemas que tenía, probablemente debería alejarse de gente con problemas y evitarlos…pero había algo, había algo con este chico, que hacía que ella quisiera acercase, abrazarlo y solucionarle todos sus problemas. -Pablo?
El alzó la cabeza y la miró con ojos rojos y rostro colorado. –Qué? –Lali percibió pena por sí mismo en su voz.

-Pablo, yo no sé qué te va a deparar la vida, pero quiero que sepas que si precisás una amiga, yo estoy… yo… también tengo mis problemas. Capaz, capaz podamos psicoanalizarnos juntos? Digo, todos los problemas tienen solución. –Capaz ella podía hacer lo que Peter había hecho por ella con este chico, Peter antes de amarla, la había ayudado a abrirse, a ser… más normal. La había ayudado a salir de ese agujero, de esa depresión. –No sé, si precisás una amiga, o alguien que te escuche… yo estoy. Nos conocemos poco y vos… no sé, vos no parecés el típico modelo engreído. –Lali sonrió acordándose de Peter. –Querés pasar a mi apto ahora, y no sé, tomar un café o algo?
Pablo le dio una sonrisa llorosa. –Dónde estuviste toda mi vida? –Lali rió. –Gracias. –Y en ése momento, Lali realmente creyó, que Pablo era un nene de cinco años, pidiendo a gritos ser querido y entendido.

-

Lali entró con Pablo a su apartamento y se sentaron en la mesa del living-cocina. Pablo sonrió.

-Ok, te voy a advertir… soy pésima haciendo cafés, mi especialidad son los fideos pegados. Elegí una opción. No pienso hacer dos cosas. –Él se sentó en el asiento de Peter y Lali ignoró el deseo de decirle que se siente en otro lugar ya mismo.

-Si querés yo puedo cocinarnos algo… si querés? –Lali alzó una ceja, de repente recordando que ése gesto hacía que Peter se excitara. –O sea, si querés.
Ella rió. –Cocinás?

-Y muy bien. –dijo el asintiendo con los ojos bien abiertos.

-Dónde aprendiste? –Lali no podía creer que este modelo cocinara, o sea, de dónde tenés el tiempo, flaco?

-Canal de Cocina. Es super interesante. –confiesa. Ella se derritió un poquito, sólo un poquito.

-No lo puedo creer, no lo puedo creer… -dice Lali asombrada. –No, en serio, me cuesta. Qué cocinás?

-Emm… de todo un poco? Puedo cocinar una lasagna. Te va? –aventura él.

-Lasagna? Qué querés a cambio? –bromea Lali.

Pablo, sin embargo está serio. –Esto es lo que yo te doy a cambio, por ser simplemente lo que yo necesitaba hoy. –sonríe tímidamente y Lali siente el deseo de abrazarlo.

Lali simplemente sonríe. Y dice algo que le salió de lo más profundo del alma. –Sos muy tierno, Pablo.

Alzó las cejas. –Ése soy yo.

-Este… Pablo… vos me querés contar un poco lo que te pasa? Capaz te puedo ayudar… no sé. Te veo… raro. –Pablo empezó a picar los ingredientes en la mesada de la cocina de Lali, escuchando mientras ella hablaba.  –No sé, si te sentís incomodo o algo, no… no te quiero incomodar, lo que quiero decir, vos podés… abrirte, yo no te voy a juzgar.

-Esa frase la usan muchos… -responde simplemente él, sacando la salsa pre hecha de la heladera. –Te importa si usamos esto? No tenés tomates frescos y no quiero decepcionarte con mi cocina…

Lali suspiró y sonrió. –No, está bien, vos mandás, yo no tengo ni idea de la cocina.

-Muy bien…

-Estás bien? –preguntó Lali, luego de unos minutos de silencio incómodo…

-Por qué no habría de estar bien? –dijo, y forzó una sonrisa.

-Sé sincero conmigo. –dijo Lali levantándose de la mesa de la cocina y caminando hacia él.

-Es muy estúpido.

-Todos somos estúpidos. –dijo Lali.

-Está bien… -suspiró. –Lo que dijiste recién…de que soy tierno… -suspiró de nuevo. –No…no me gusta ser el tierno, el tierno es el amigo. El tierno nunca obtiene nada…el tierno, el tierno nunca se queda con la chica. –admitió.

Lali rió y el la miró. –Estás mal.

-Decime una situación donde la chica se quede con el tierno. –pidió él. –Sólo una.

-Ya tengo una.

-No vale inventar.

-No estoy inventando, conocés los Libros de “The Hunger Games”? Peeta Mellark era el tierno, era un 
panadero, con eso te digo todo y Katniss se queda con él al final.

-Con quien tenía que competir Peeta?

-Con Gale, un chico más grande que él y que era cazador, no tenía nada de tierno Gale y perdió ante Peeta. –refutó Lali, mirándolo a Pablo triunfante.

-Ok… ta, un ejemplo, eso es uno en un millón. –dijo Pablo, pero su sonrisa había aparecido, así que Lali lo tomó como progreso.

-Tiene rico aroma eso que estás preparando, Pablo… -dijo Lali cambiando de tema, y Pablo sonrió porque así fuera.

-Sí? Decís, La? –dijo él.

Lali tosió repetidas veces, casi se atraganta. Por un momento Pablo desapareció y Peter le hablaba. Pero luego se dio cuenta donde estaba y que Peter evidentemente…no estaba. Y le disgustó enormemente, por alguna razón que alguien que no fuera Peter…y ocasionalmente su hermano, su hermano la llamaba “La” ocasionalmente, el punto es que le disgustó mucho que alguien que no fuera Peter la llamara así. Ése sobrenombre lo iba a asociar toda la vida con Peter, ya está, está hecho.

-Lali, estás bien? –preguntó Pablo con preocupación al ver a su anfitriona toser a muerte.
Lali se recuperó luego de un momento. –Sí…sí… pero por favor no me llames así. No…no me llames así.
Pablo abrió mucho los ojos. –Perdón. –dijo como si hubiera cometido un delito, o algo. –Perdón. –repitió. –Es... te ofendí o algo, Lali? Perdón.

Lali sonrió. –No… no me ofendiste, solo que ese nombre que llamaste, solo mi novio me llama así, nadie más, me suena muy raro si alguien más me llama así. –confesó Lali. Por alguna razón, mencionarle Peter a Pablo se sintió mal. Como si no congeniaran bien juntos.
Se mostró sorprendido nuevamente. –Ah… perdón. No…no sabía, perdón.

-Dejá de pedir perdón. No hiciste nada malo.

El chico la miró y sonrió levemente. Agarró dos platos limpios y sirvió los espaguetis, luego de revolver la salsa unas cuantas veces, la vertió sobre la comida y le puso queso rallado. Lali tenía que admitir, que se veía y olía fabuloso. Ahora solo quedaba degustarlo.

-Qué pinta que tiene esto Pablo, sos un genio culinario! –dijo Lali oliendo el plato en frente de ella.

-Muchas gracias. –dijo, y por primera vez, Lali advirtió una pinta de orgullo en su voz.

Comieron en silencio, de vez en cuando comentando temas de por ahí. Y cuando terminaron, Pablo no le permitió a Lali lavar los platos, insistiendo en hacerlo él. Lali le agradeció y él se despidió con un abrazo, levantándola varios centímetros del suelo.

-Eh… Lo podemos repetir? Me… me hace bien estar en un lugar donde… donde no me juzguen, vos… vos sos buena para mí.

-Mientras me alimentes… -bromeó Lali, Pablo se rió. –Obvio que podés venir acá, Pablo. Nos vemos mañana en el laburo. Cuidate.

-Gracias…Sólo…Gracias, Lali. –le dio un beso en la mejilla y se fue a paso cortado.

Lali le sonrió y lo acompañó hasta la puerta. Ella suspiró, decidió ponerse el pijama inmediatamente, estaba exhausta. Sentía como si ese día se hubiera alargado hasta horas inmensurables. Miró el reloj. Eran las siete de la noche. Las siete?! Tan temprano? No le importo, se tiró en la cama deshecho y olió el olor de Peter en las sabanas. Hace veinticuatro horas recién estaban haciendo el amor. Cómo era posible que en un día lo sintiera tan cerca y ahora tan lejos? Por lo menos en la cama había un pequeño atisbo del calor que hubo anoche.

Cerró los ojos y dormirse no le costó nada…
A las tres de la mañana sintió el timbre del apartamento. Cautelosamente, se abrigo y con la mejor cara de dormida se fijó por la mirilla, a ver quién era, pero la persona estaba tapándola con el dedo.

No es posible que sea un asesino serial, no?

Lali abrió la puerta con decisión, pero con una pequeña chispa de miedo.

No estaba del todo errada, lo que vio del otro lado de la puerta era para morirse de miedo.

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LLEGUE DE BRASIL, ESPECTACULAAAAR, NO ME FUE BIEN CON EL IDIOMA... SOLO HABLO INGLES..

NADA, ESPEREN EL PROXIMO EN DOS DIAS O ALGO ASI... QUIERO COMENTARIOS!!!
AHHH Y AVISO, QUE AUNQUE A ESTA NOVELA LE QUEDA MUCHO, MUCHO, MUCHO, MUCHOOOOOOOOOO YA EMPECE A ESCRIBIR OTRA NOVELA, QUE ES,,,, FUERA DE LO COMUN, CREO QUE NADIE HIZO UNA COMO LA QUE ESTOY ESCRIBIENDO, (NO LO DIGO POR SOBERBIA EHHH) Y NADA... TRANQUILO, PERO ESTOY SUPER INSPIRADA... COMENTEEEEEEEEEN

miércoles, 3 de julio de 2013

Una Opuesta Atracción Capítulo 31

Acá va, en cuanto termine de escribir este me fui a conseguir un wifi spot y lo subi, que buena que soy dios...


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-Mariana, sos mi chica del té, todas las mañanas quiero que vos, y sólo vos, me hagas el té. A esta misma hora.
-Sí. Todo bien.
-Bueno, te podés ir, linda.
Lali salió del camerino y se dirigió a su escritorio, luego de contestar unas preguntar inútiles de Jaz, le mando varios mensajes a Peter, explicándole la graciosa coincidencia.
No sabés lo que te tengo que contar, Pitt… -comenzó.
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Peter bostezó exageradamente. Dio un vistazo a su alrededor y se entristeció ligeramente al ver el ambiente en donde estaba: el avión, con su manager, que escribía frenéticamente en su celular con cara de loco. Inmediatamente, sacó su celular y leyó unos textos de Lali.
Se sorprendió de la coincidencia. Y se empezó a reír contestándole.
Sos la chica del té de María del Cerro? Sabe que sos mi novia? Porque creo que si Mery supiera te da un aumento o algo… soy así de convincente cuando me conviene ;)
Peter!! Apareciste! Te extrañé.
Peter suspiró. Nunca nadie lo había extrañado, sí, o sea, su familia, se va de viaje y lo extrañan. Pero esta clase de… atadura a una persona, que en su momento creyó que era cursi y sobrevaluada… nunca creyó experimentarla.
Aparecí, o más bien me desperté. Cómo es este asunto de que Mery del Cerro me quiere contratar? No sabe que tengo que filmar?
Ni idea, Pitt, son tus temas, yo le fui a llevar el té y después se me quedó hablando tipo… “Estaba hablando recién con el manager de Peter Lanzani, gorda…” y yo tipo…”ok…”.
Jaja, linda. Voy a hablar con mi manager de esto igual, no es probable que haga la campaña… pero si la hago capaz que vuelvo más temprano… Y trabajaríamos en el mismo lugar.
Ja… en qué estás pensando? Yo soy muy profesional, Peter… no hago ese tipo de cosas en mi lugar de trabajo, desubicado.
No?
Peter estaba sonriendo traviesamente esperando la respuesta.
;) Capaz.
Levantó la vista del teléfono un minuto y su manager justo lo llama. -Te despertaste, bien, campeón. Mirá, tema importante para discutir.
-Dejame adivinar, Mery del Cerro. –dijo Peter con una sonrisa.
Ricky lo mira sorprendido. –Sí… cómo supiste?
-Mi novia trabaja en la agencia con Mery, se enteró de que me querían y me contó.
-Creí que lo de Nina Colucci no fue nada.
-No fue nada. –respondió Peter.
-Entonces… con qué modelo salís?
-Con la recepcionista de la empresa… Lali, te acordás? –Seguía sin tener idea- Cuando viniste a casa, hace dos semanas, estaba yo en el estudio de papá y estaba esta ella con mi viejo en la biblioteca?
-Ésa es tu novia? No luce como tu tipo. Tus viejos se llevan bien con ella?
-La adoran. Cómo no te acordás? Prácticamente le dije por televisión nacional que quería tener sus hijos. Se me escapó, pero…
-Ah, sí, me acuerdo, imposible olvidarme de eso! Estás muy enamorado. –Peter asintió. Ricky lo miró, pero Pitt no pudo descifrar su expresión. –No sé si es bueno o malo eso.
-Por? –inquirió Peter, curioso.
-Por… por qué mejor no nos ponemos a trabajar? El temita de Mery del Cerro? Qué onda?
-Si me da el tiempo, no veo ningún problema en ir a hacer las campañas, pero tengo que grabar todos los días, y si tengo la chance de ir a Buenos Aires, no voy a ir a hacer las escenas, Ricky.
-Peter, capaz podríamos convencer a la productora de que se muden a Buenos Aires unas dos semanas antes, o no sé. Mery me dijo que al proyecto se unió Pablito, recién llegado desde Milán.
-No! El modelito volvió, la puta madre, cómo se lo extraña, carajo! –dijo sonriendo. –Hace mil que no lo veo a Pablo…Cuánto un año, dos? Y el hijo de puta no llamó ni nada.
-Vos tampoco te esforzaste en mantener contacto.
-See, pero conmigo es distinto, tengo trabajo, además de ser modelo, soy actor. Y tengo vida social.
-Siempre fue medio raro Pablo, no?
-Nah, tímido, introvertido, raro… sí, puede ser, pero es un tipazo. Agustín sabe que Pablo llegó?
-Ni idea, se enterará, no?
-Hay que juntarnos. –dijo Peter, con una sonrisa.
-A ver, tema de Mery del Cerro, quedó así? No lo hacés?
-No sé, decile que le respondemos en cuanto sepamos que nos dice la productora, pero que no se ilusione.
-Muy bien… -dijo Ricky anotando algo en una agenda e inmediatamente agarrando su celular.
Peter decidió que ya que tenía como ocho horas más de viaje, por lo menos las pasaba con Lali.
Hola…seguís en el laburo?
Tardó un minuto exacto en responder y cuando lo hizo, a Peter se le iluminó el rostro.
Ay, sí… me quedan dos horas igual… sabés cual es mi plan?
No.. decime.
Mi plan es ir a casa, ordenar una pizza, llamar a Lucas, de vuelta y dormirme en nuestra cama.
Te envidio, sobre todo por lo de nuestra cama… y La? No te estreses con lo de Lucas, no lo llames, cuando el flaco esté listo te va a llamar, sí?
No hablemos de ese tema, por favor… Así que querés venir a la cama conmigo? Deberías.
Peter sintió sus pantalones un poco más ajustados y trató de pensar en zombies, en duchas de agua fría, gatitos muertos…
No me podés mandar un mensaje así mientras estoy en un avión, a no sé cuántos kilómetros de vos. Literalmente estás siendo maligna, Lali.
Maligna? Peter vos te das cuenta del vocabulario que usas? Maligna? Por favor!
Sí, maligna.
Igual te quiero.
Yo también, La.
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Lali levantó la vista de su computador y miró a Jazmín, tenía una expresión soñadora en el rostro.
-Ey, Jaz… todo bien? –preguntó ella a su compañera.
-Eh? Sí, pero el modelo rubio de ojos celestes me pidió un té hace diez minutos. –dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
-Cuál? –Preguntó Lali, y sí, todos eran rubios de ojos celestes.
-El rubio de ojos celestes, Lalu. El alto. –explicó Jaz.
-Eh…sí, no me estás dando mucha info, Jaz.
Jazmín bufó. –No importa, che por fin te dejó de sonar el teléfono, lo oía vibrar una vez más y yo misma te lo tiraba por la ventana.
-Já, linda, no… -dijo Lali pensando en una razón válida para tirarle un florero por la cabeza a su compañera sólo por sugerir tirarle el teléfono.
Lali bajó la vista a su celular, Peter no le había mandado más mensajes, probablemente estuviera durmiendo nuevamente, Jazmín seguía mirando a un modelo especialmente caño que estaba de espaldas a ella. De la nada la puerta del edificio se abre y entra un extraño encapuchado, con lentes de sol oscuros y expresión cansada. Se baja la capucha y se saca los lentes y finalmente se deja ver.
Muy alto, pelo morocho oscuro como el azabache, piel tersa y pálida que parecía de porcelana, labios finos y sensuales y ojos verdes bien claro, con motas amarronadas. Los demás modelos se dan vuelta y lo miran con envidia, deseo y celos. Es que podría inspirar otra emoción en ese mismo momento?
Camina resueltamente hacia el escritorio de Lali y ella alcanza a ver como Jazmín le lanza una mirada que claramente dice “te mataría”.
-Eh…soy Pablo Martínez –saluda con una sonrisa y Lali puede ver los dientes blancos. Muy blancos, era modelo de Colgate? –Eh… a ver… Mery me está esperando, creo? Perdón, este… María del Cerro, se supone que me espera o algo…
Lali lo miró y sintió pena, parecía que tenía el exterior de modelo resuelto pero parecía un nene de cinco años que parecía haber sido agarrado haciendo una travesura. Lo miró inquisitivamente.
Antes de que ella pudiera decir algo, él suspiro y confesó. –No tengo ni idea de lo que tengo que hacer, mi vuelo se retrasó, hace dos años que no vengo a Buenos Aires y casi me atropella un auto en la venida acá… Mery está?
Lali rió. –María está en el camerino ocho. Consejo? No la mires a los ojos, ni suspires, ya está bastante enojada por tu retraso.
-Muchísimas gracias. –se estaba yendo, cuando de la nada paró en seco, volvió a ponerse en marcha para luego parar nuevamente, para luego seguir caminando y parar de nuevo. Finalmente, luego de otra vuelta en calesita, se dio vuelta y con voz muy baja, habló. –Perdón, tu… tu nombre? – La voz le salió inusualmente rasposa y Lali no entendió nada.
-Perdón?
Tosió varias veces, estaba rojo de vergüenza al terminar de toser y preguntó tímidamente. –Tu nombre? –Lali sonrió, no pudo evitarlo, realmente era un nenito de cinco años atrapado en el cuerpo sexy y la vida glamurosa de un super modelo. –Digo, capaz que te veo todos los días y esta… o sea, me gustaría saber tu nombre. –dijo.
-Mariana. –contestó Lali con una sonrisa, indicándole que no había necesidad de tanta timidez con ella. –Pero…
Él la interrumpió. –Mariana… -se dio cuenta de que la había interrumpido, un poco tarde. –Pe-perdón, qué estabas diciendo? –se volvió a poner rojo.
Lali soltó una risa leve. –Que me llamo Mariana, pero nadie me llama así. Me dicen Lali.
-Ah… bueno. –se quedó mirándola unos segundos hasta que se dio cuenta de que estaba ya demasiado tarde para su reunión con Mery. –Ah! Lo de María, perdón, eh… -miró para todos lados, pensando a dónde ir. –Ah, sí! –Lali lo señaló en la dirección correcta. –Ah, era ahí, bueno muchas gracias… nos vemos! –Casi se choca contra la pared y se volvió a poner rojo. Se fue caminando nervioso hasta que Lali lo perdió de vista.
-Medio tímido, no? –dijo con ironía Jazmín, luego de ver el breve intercambio de palabras de Lali y Pablo.
-Tímido se queda corto. –respondió Lali y suspiró. Ya quería irse a su casa, si veía otro modelo que no fuera Peter, se mataba.
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Peter se despertó unos minutos más tarde gracias a su manager.
-Campeón, conferencia en Skype con Mery del Cerro. –susurró Ricky.
-Qué? Creí que quedábamos en que se veía que se podía hacer y que YO veía lo que podía hacer, no que María decidía mis planes. –respondió Peter frustrado.
-Qué te puedo decir? La chica es insistente. Hace una hora que mi celular explota de mensajes de ella, parece que Pablo todavía no llegó y esta neurótica.
Peter suspiró y cortó la llamada entrante de Skype. –No la voy a atender. Mery y yo ya nos conocemos hace mucho tiempo y profesionalmente la respeto mucho… pero que me deje dormir, carajo!
Ricky rio. Miró su celular cansinamente y lo miró a Peter. –Vos estás durmiendo hace horas y yo desde que despegamos no pegué un ojo, campeón. Respondele que todavía quedan ocho horitas de viaje y pretende dormir sin interrupciones de cierta modelito rubia.
Peter suspiró nuevamente y atendió la llamada. La cara angulosa y perfecta de Mery del Cerro apareció ante sus ojos, junto con la tímida y blanca cara de su antiguo amigo. Pelo morocho desordenada, ojos verdes que parecían brillar en la oscuridad con motas amarronadas y sonrisa fina y confianzuda.
-Boludo, el teléfono funciona de los dos lados! –dijo Peter a modo de saludo.
Pablo rio. –Já, qué hacés tanto tiempo, Peter? En la ida a L.A.?
-El laburo… me voy a hacer una serie/novela, no sé qué mierda es, pero ya me estoy arrepintiendo…
-Eh…? –inquirió Pablo inquisitivamente.                          
-A ver! No estamos acá para un reencuentro amistoso, chicos! –exclamó María en un ataque… realmente no la podían culpar, ella no era una chica reconocida por una paciencia excepcional y entre que Peter la ignoró todo el día y que Pablo llegó tarde… -Ahora… -prosiguió más calmada. –Peter, Pablo, estamos acá para discutir las próximas campañas que ModelGroup tiene planeadas para los próximos tres meses. Las tenemos que hacer sí o sí en ese intervalo de tiempo porque después del verano me tengo que ir a L.A. para empezar la campaña para Victoria´s Secret y luego irme a la casa de mis padres en Italia. –Típico de María de presumir de sus trabajos y casas en el extranjero, pensó Peter… -Y Pablo…
-Me quedó en Buenos Aires por tiempo indefinido. –confirmó con una sonrisa. –Estaba pensando en…
-Si van a hablar de cosas que no tienen que ver con la campaña las hablan después! –dijo María, claramente estresada.
-Nos concentramos mejor? –dijo Pablo a Peter.
Pitt sonrió. –Bueno, Mery, para ir terminando… la verdad que voy a estar super ocupado, belleza. -Peter suspiró. –O sea, entendés que ahora estoy en un avión, no estoy seguro de poder llegar a tiempo a hacer las últimas campañas, voy a estar a full con cualquier cosa que sea que estemos haciendo, y créeme, Mery, créeme, preferiría estar trabando ahí, en ese mismo lugar, ése preciso lugar, más de lo que te imaginás.
Mery suspiró. –Peter, te quiero acá en dos meses, oíste? Dos meses. –estresó. Ahora, ésa era una chica a la que no se le decía que no. Pablo, que conocía a Mery desde antes que Peter, estaba intimidado.
Pero, éste era Peter de quien estamos hablando… Nadie, absolutamente nadie lo intimida, excepto una persona, claro… -Mery, no te estoy diciendo que no. Te estoy diciendo un tal vez. Me muero por ir a Buenos Aires, pero ésta es una oportunidad que simplemente no puedo dejar pasar, mirá las grabaciones se trasladan a Buenos Aires en tres meses, si me aguantás un mes, creo que puedo hacer funcionar las cosas…
-Te espero acá en dos meses… y medio. –Bueno, eso es lo que llamamos progreso.
Peter sonrió. –Ahora, con eso me puedo conformar, Mery… Nos veremos en dos meses y medio. Chau, Pablo, María.
Peter se desconectó y en ése instante María y Pablo sintieron que alguien tocaba la puerta. –Quien?
-El té! –gritó una voz de afuera. Abriendo la puerta cuidadosamente, Lali entró con una bandeja que contenía el preciado té de la top model.
-Marian! –Mery exclamó, una sonrisa escapó sus labios por primera vez. –Paulie, ella es Mariana, es mi chica del té.
-Sí… y la recepcionista. Lali. –Pablo sonrió y Lali vió como el rostro del chico se teñía de rojo carmesí.
-Hola… Pablo, no? –María bufó y a Pablo le brillaron los ojos.
-Sí…
-No lo conocías, gorda? Estuvo laburando en Milán por dos años, para Marc Jacobs, Dolce & Gabbana, entre otras… cómo es eso posible?
-Eh… -Lali no sabía que decir, usualmente tendría un discurso preparada para cuando la gente (Peter) la incriminaba sobre su falta de info en el mundo de los ricos y famosos, pero esta mujer la ponía muy nerviosa y realmente necesitaba el trabajo.
-Está bien. No tenés porque saber mi nombre. –dijo Pablo, que todavía lucía colorado. Lali le sonrió, este tipo le estaba cayendo inusualmente bien para ser modelo, no es que tuviera nada en contra de los modelos, pero el estereotipo hablaba por sí solo… ejem, ejem…Mery del Cerro.
Lali suspiró, había sido un día largo, y quería irse a su casa, mientras juntaba sus cosas vio que tenía un mensaje de Peter en su celular.
Laaaaaaaaa, vuelvo en dos meses y medio, sacá dos semanas a tu calendario con los días que te faltan para verme!
Lali rió. No podía ser posible.
Ay, Pitt, me pone muy contentaaaa!!! Mi amor, pero qué te hace pensar que tengo yo un calendario contando los días para verte? Creí que habíamos pasado la fase egocéntrica…
Jaja, es joda que no tenés un calendario para mí?
No…
Me siento estúpido, La..
No me digas…
Nos vemos en dos meses y medio, La, te amo.
Me amás? Ésa es una palabra fuerte, Lanzani…
Se responde “yo también”.
Yo también.
Vos también qué?
Yo también te amo, tarado.
Ésa es mi chica ;)

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NO ESPEREN EL PROX EN BREVE... SIGO VIAJANDO... NO TENGO NI IDEA CUANDO VUELVO. LO SUBI HOY PORQUE HAY UN DIA ESPANTOSO Y NO ME PUDE BRONCEAR... so yeah, lucky like that, people...