Porque con este capítulo me van a odiar. Lo siento mucho pero esta historia esta tomando un rumbo no deseado. Mi más sincero perdón. --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Entró lentamente, y se tiró en la cama. Recién se dio cuenta de que
no había nadie en la casa, faltaban las constantes críticas de su suegra y las
exclamaciones de María y faltaba Peter. ¿Dónde estaba todo el mundo? Abrió las
habitaciones una por una. Hasta que llegó a la habitación de la turra. De
María. Ni siquiera se molestó en tocar. La turra no se lo merecía, ella no
había tocado la puerta de su matrimonio cinco años atrás.
Al entrar en la habitación de la turra, vió claramente a María y a
Peter besándose apasionadamente, ella estaba en ropa interior y él estaba en
cueros, todavía con el pantalón puesto. Su esbelto y largo cuerpo contra el
musculoso torso de Peter. Ni siquiera se habían dado cuenta de que Lali los
estaba observando, estaban muy ocupados tratando de comerse enteros. Lali sin
querer, dejó caer la cara copa de cristal en la que había estado tomando agua,
al chocarse con el piso de madera, se hizo añicos. Y recién ahí, Peter y la
turra se dieron cuenta de que los estaba mirando.
Era igual, igual al granero, igual a esa vez, solo que no había
nadie que le pegara una buena piña a Peter. Bueno, ella podía intentarlo.
Aunque… no eran nada. Simplemente estaban casados, iban a tener un bebé. No era
nada… No ni ahí solo esos dos detalles que los separaban de una pareja de ex
normales y corrientes. No había drama, no habían sentimientos de por medio. No,
ni ahí, para nada. Ni ahí… .
Peter ni se inmutó, dejó de besar a María pero la tenía pegadita
contra el, y ella sonreía triunfante. La muy turra… Lali, por el contrario, se
sentía destruida y traicionada, nuevamente. Pero esta vez era distinto, porque
no podía alejarse de Peter para siempre. No podía. Porque, ahora estaban los
dos metidos en algo que iba a durar toda la vida. Un bebé.
Haciendo acopio de todas sus fuerzas, trató de salir de la
habitación con toda la dignidad que pudo. Lo cual, era poca. Les lanzó una
sonrisa irónica, solamente para que se rompan las cabezas tratando de pensar en
lo que significa esa sonrisa hueca. Salió de la habitación caminando lenta y
pausadamente. Era hora de ponerse la armadura, y de contener las lágrimas.
Pasara lo que pasara no debía dejar escapar ninguna lágrima.
Llegó a su habitación, se sacó toda la ropa y la metió en el cesto
de la ropa sucia, se metió en la ducha con agua bien caliente y ahí recién
lloró. Las lágrimas se mezclaban perfectamente con las gotas que caían y sus
sollozos eran ahogados con el repiqueteo constante del agua contra el suelo de
la ducha de mármol. Se quedó debajo de la ducha unas dos horas.
Cuando salió de la ducha, decidió que ya estaba. Que hasta acá había
llegado. Ahora sí, iba a actuar como la adolescente rebelde que tanto odiaba su
suegra. Y que había enamorado a Peter.
Se vistió con un short muy corto, roto y un poco ajustado. Rebuscó
entre sus ropas y encontró una remera, también corta y ajustada. Era negra y
tenía impresa la frase “Fuck the World”, A la mierda con el mundo, sabía muy
bien que los Lanzani y María debían de saber inglés perfectamente, así que se
la puso. Luego se delineó los ojos con un lápiz de ojos bien negro y se pintó
los labios de rojo.
Se miró al espejo, sin contar la pequeñísima pancita (que nadie
notaba) y que tenía el pelo un poco más claro y largo, era idéntica a cuando
tenía dieciséis. Se sentó en la mesa del comedor y cruzó las piernas, hizo un
globo con el chicle que estaba masticando y lo explotó con la boca
desagradablemente. Su suegra la miraba con una expresión de asco, al igual que
María. Peter, en cambio, la miraba con los ojos y la boca bien abiertos. Estaba
atónito.
-Ay, Lali, qué te pasó? –preguntó María haciéndose buenita.
-Decidí que el estilo que estaba teniendo últimamente era estúpido,
no era yo. –Lo miró directamente a Peter mientras explotaba otro globo que
hacía con el chicle. –Era falso, desagradable. Y volví al estilo de mi
adolescencia.
-No te parece que estás grandecita para exhibir tanto cuerpo,
Mariana? –dijo Mery con aires de bondad.
-Me parece que me da el cuero. –dijo amenazadoramente. –A vos?
Peter, sin aliento casi dijo –Estás igual.
-Nena, vos estás loca? Exhibís palabrotas en una remera con si nada,
no das esposa de mi hijo.
-No, para nada, no doy esposa de su hijo. –dijo Lali nuevamente
mirando fijamente a Peter. –No doy para NADA esposa de Peter. Tenés razón. Qué
hay para cenar?
-Carne con risotto a los cuatro quesos.
-Que asco –dijo Lali sin reparos, como una adolescente.
-Que preferís comer, nena?
-Al portero. –dijo Lali con una sonrisa pícara.
Peter abrió mucho los ojos, que Lali viniera vestida como la había
conocido, vaya y pase. Pero que actúe como cuando la había conocido. No, por
favor esto no, pensó Peter.
-Mentira –dijo Lali con la misma sonrisa ante las caras pasmadas de
su suegra, la turra y su marido. –Ya comí antes un sándwich y un helado. Todo
bien. Me voy a dormir.
Y así se fue, causando la reacción esperada y deseada. Se fue al
cuarto, se lavó la cara, se sacó el maquillaje, y se puso un corpiño negro muy
provocativo y unas bragas a juego. Luego, simplemente se lavó los dientes y se
puso lo que quedaba del perfume que usaba cuando tenía dieciséis, tiró el frasco
al tacho y se recostó en la cama. La idea era lucir lo más sexy posible.
Dejarlo con las ganas. No tardó en dormirse, pensando que la venganza, estaba a
punto de empezar.
Peter entró a la habitación frustrado, enojado y sobre todo
emocionado. No, estaba enojado. Estaba… ¿cómo? Se había olvidado a todo el
mundo, porque la persona que estaba acostada en ropa interior dormida sobre su
cama. Se acercó a ella. Y de la nada sintió un aroma exquisito, lo hacía a
propósito. El mismo perfume que usaba a los dieciséis años cuando estaban
recién casados y más enamorados que nunca. Lo estaba tentando. Si conocía bien
a Lali, y lo hacía, la guerra estaba a punto de comenzar.
NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!
ResponderEliminarODIE CON TODO MI SER LA PRIMERA PARTE!!!!
ResponderEliminarPense que Peter en serio quería a Lali....QUE LE PASAA??
LO ODIEE!
ResponderEliminarSerá que María le dio algooa al &%#%##%$ de Peter?
AME LA SEGUNDA PARTE !!
ResponderEliminarLa actitud de Lali me encantó...Me la imaginooo y me encantaa!!!
Que demuestre lo qe es ella!
GRACIAS!!!!!!!!!!
Eliminarotro
ResponderEliminarcapitulo
ResponderEliminarmasss
ResponderEliminarporfavor
ResponderEliminarMaría es una TURRAA
ResponderEliminarOdio a María
ResponderEliminarm
ResponderEliminara
ResponderEliminars
ResponderEliminarmas nove!!! maria es una turra mal
ResponderEliminarVAMOS LALI!!!
No te preocupes, obvio entendemos la situación y SI mereces tanto :) Eres re buena escritora
ResponderEliminar"la guerra estaba a punto de comenzar." Buajajajaa!
ResponderEliminarHay Petercito en que lío te metiste! Ahora te vana vivir torturando jajajaa
ResponderEliminarmas
ResponderEliminarnove
ResponderEliminarmmmmmmmmmmaaaaaaaaaaaaaaaaassssssssssssss
ResponderEliminarotro mass
ResponderEliminarJajajaja sufre Peter
ResponderEliminar-Que preferís comer, nena?
ResponderEliminar-Al portero
Jajajajajajaja me encanto
MARA TON TON TON
ResponderEliminarno entiendo a peter para nadaaa! me hace enojar!
ResponderEliminarnove please
ResponderEliminarTenias razón, la historia dio un total giro
ResponderEliminarp.d. Decidte Peter
subi mas nove , ya estoy odiando a peter
ResponderEliminarnoveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
lina castillo
noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarotroo capitulo!
ResponderEliminarsubi otro daleeeee
ResponderEliminarmaldita mariaaaaaaaaaaaaa la odiooooo
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