Amor Arreglado Capítulo 28

Espero que hayan tenido un GRAN comienzo de año. Acá les dejo un capítulo más. Debo decirles también que luego de que se termine esta novela...( No esta ni cerca de finalizar, aclaro por la dudas) Tengo otra para subir... Nada, no sé porque se los dije con taaaanta antelación, pero bueno, tenía ganas de comentarlo a ver que piensan. A Peter probablemente lo odien un poquito en la próxima novela... O bastante. Un beso enorme, aviso que este va a ser el único capítulo del día. Pero mañana les subo más. Gracias por leer!! ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

-No, Peter, primero no estoy embarazada, segundo, voy a donde quiera.

-Lali… Enserio, no tengo ganas de discutir…

-Bueno, muy bien, entonces me voy, chau.

Lali se fue hasta la garita, donde se encontraría con Gastón. Pero no encontró a nadie allí. Estaba vacía. Chequeó la playa también y tampoco estaba. No quiso ir a su casa porque parecería como que lo buscaba la novia, y ella no llegaba a ser la novia, ni quería ser la novia… Decidió irse de nuevo a la casa. Al llegar se encontró a María riéndose por algo que evidentemente acababa de decir Peter. También vió a la mucama, que miraba a María con odio, y luego se dio cuenta que la mucama la estaba mirando fijamente a los ojos a ella, Lali. La miraba con odio también.

-Querida, no nos traes unos cafecitos? –le pidió María en un tono insulso.

-Con facturas, por favor –añadió Lali.

-Si, ya les traigo…

-Gracias, Luna, querida –dijo Mercedes cuando la mucama les trajo lo que pidieron. María, tomó el café y empezó a sorber de a poquito. Lali agarró un café, tomó un sorbo y lo dejó en la mesa.

-Nunca me voy a acostumbrar al café –comentó Lali.

-Nena! El café es una bebida muy distinguida… -La reprendió Mercedes.

Lali la miró con cara de pocos amigos –Y?

-Que te deberías acostumbrar a tomarlo! Además, siendo la esposa de Peter, que vas a tomar? Chocolatada?

-Precisamente, voy a tomar chocolatada. –declaró Lali. La mujer la criticaba hasta en lo que bebía!

Cuando Lali se fue a la cocina, Mercedes le comentó a María en un tono de confidentes –Yo no sé que hacer con esta chica, es una adolescente!

-Mamá, no es que tengas que hacer nada vos, eh? –Dijo Peter, tratando de pararle el carro a su vieja.

-Siempre fue así? –le preguntó María a Mecha.

-Ay, si Mery, nunca cambió! No, y es que yo la he tratado como una reina desde que vinieron a instalarse Peter y ella acá, pero me sigue tratando mal!

-Que horror, Mechita! –estuvo de acuerdo María.

-Mamá, no exageres, no parás de tirarle palos a Lali. Ella no es fácil pero vos la sacás de sus casillas, vieja.

-No, no y le pega el lenguaje a mi hijo… -añade Mecha como si no hubiera escuchado lo que Peter le acababa de decir. –No, no, ojala fueras mi nuera vos!

-Mamá, la podés cortar? –Peter ya estaba cansado de su madre.

-Ay, no, Mechi, no digas eso, por favor! –María se trató de hacer la buenita –Peter la eligió a Mariana, aunque hemos tenido una historia muy fuerte nosotros…

-Este… María, te podés callar, por favor? –le pidió Peter con los dientes apretados.

Justo Lali venía con una taza de chocolatada en las manos y había oído parte de la conversación. –¿De qué hablaban? –inquirió Lali controlándose para no matarlas a María y a su suegra.

-Te explico, nena, hablábamos de que estaría genial que tomes un ejemplo de María. Mira como actúa ella y vos copiale así aprendés a comportarte.

Peter simplemente esperó el estallido. Pero, curiosamente no ocurrió Lali simplemente dijo con ironía y un toque de humor –Nah, ni aunque me convierta en una María 2.0 me vas a odiar menos, Mecha. Seamos realistas.

Mecha se quedó callada, al igual que María y Lali se retiró a su cuarto. Se tomó la chocolatada y luego se acostó en la cama boca arriba. Estaba muy preocupada. Pero, no. Lo más seguro era que estuviera teniendo una verdadera crisis de ansiedad. No era probable que estuviera embarazada. No, ella no. Mucho menos con Peter. Se levantó y se dio una ducha de agua caliente para sacar los malos pensamientos. Luego se puso el camisón cortito y blanco de algodón. El que tenía una pequeña moñita rosa en el escote. Y se acostó, refrescada, en la cama. Se durmió al instante.

Peter entró al cuarto dos horas después para encontrarse a Lali durmiendo con el camisón más sexy que se pudo haber puesto. Si no la conociera pensaría que lo estaba provocando, pero ella seguro ni se había dado cuenta.

Al día siguiente, por suerte no hubo discusiones, al siguiente tampoco. Pero fue en el tercer día que estalló una gran discusión por la ropa.

-Nena, que hacés vestida así, y adonde vas? –Inquirió Mercedes despectivamente al ver que Lali se había puesto un vestido corto, color turquesa y se dirigía a la playa.

-Desde cuando supervisás lo que uso? –respondió Lali lo más amable posible que pudo. Lo cual fue muy poco.

-Nena, hoy hay un almuerzo muy importante.

-Quien viene? –pregunto Lali sin ganas.

-Nadie, voy a probar los nuevos cubiertos. Quiero que estén todos esplendidos.

Ahí sale María vestida muy elegantemente, y luego las dos miran a Lali despectivamente.

-Nah, no lo puedo creer, Lali! ¿Cómo te vas a vestir así? –Exclamó María haciéndose la que le importaba el asunto.

-Jirafa idiota –masculló Lali entre dientes. –A ver, gente…  -Lali ahí, estalló  -¡Yo no voy a estar en la cena de mierda, con los cubiertos de mierda, con gente de mier….!

-Ehh –intervino Peter- mi amor, que pasa? –preguntó nervioso.

-Pasa que, ¡me voy!

Lali se fue furiosa del living a la playa.

-No, hijo… Esta chica es impredecible, ¡estaba hace un minuto lo más tranquila y se pone furiosa de la nada! Yo, no la entiendo! Y mirá que me esfuerzo, pero… -Se hizo la que lloraba.- No puedo más!

María la consoló y Peter decidió seguir a Lali. La verdad, empezaba a sospechar que el embarazo se confirmaba por si solo. Cambios de humor, vómitos, mareos, hambre, sensibilidad.

La vió caminar toda enfurruñada hasta la garita de… Gastón? La vió entrar como si fuera su casa y decidió esperar a que saliera. Seguro iba a hacer alguna consulta rápida y saldría para irse a la playa.

Pero pasaron los minutos… y Lali no salía. Veinte minutos ahí adentro… Qué estaría haciendo?