La
vió caminar toda enfurruñada hasta la garita de… Gastón? La vió entrar como si
fuera su casa y decidió esperar a que saliera. Seguro iba a hacer alguna
consulta rápida y saldría para irse a la playa.
Pero
pasaron los minutos… y Lali no salía. Veinte minutos ahí adentro… Qué estaría
haciendo? Peter decidió asomarse por la pequeña ventana de la garita. No se
veía nada, estaba muy borroso. Limpió el vidrio con la manga de la camisa. Pero
la suciedad de la ventana venía de adentro. Bueno… Ya era. Entraba, después de
todo, él era el jefe, el hijo del dueño. Listo, entraba.
Abrió
la puerta de sopetón pero no estaba preparado para la escena que se estaba
librando allí adentro. Lali estaba trepada, encima de Gastón, se estaban
besando y él la estaba agarrando de la cintura, de la panza donde
probablemente, seguramente, estuviera su bebé.-
Se
quedó parado, helado. Lali se dio cuenta de su presencia y se bajó de encima de
Gastón. Gastón se dio cuenta y se paró, pero lo que más le molestó fue que
mientras lo miraba para ver lo que quería él, Peter, Gastón le pasara el brazo
por la cintura a Lali. Ella, por supuesto, se soltó de su agarre, casi
cómicamente.
-¿Qué
hacés, Gastón? –dijo un tanto exasperada ella.
-¿Qué
carajo es esto? –preguntó Peter con un hilo de voz. Estaba completamente
congelado, ahora sentía realmente lo que era ver a la persona que uno amaba con
alguien más.
-Emm,
me parece que me perdí un capítulo… -dijo Gastón con una sonrisa, a Peter su sonrisa
e disgusto enormemente. Lo quería moler a golpes.
-No,
no, no, Gas. No te perdiste nada. Si me dejás…
-Lali, nerviosa, viendo que su
aventura de anonimato se le venía abajo, se dispuso a contarle la verdad a
Gastón.
-Mariana,
¿qué carajo es esto? –volvió a repetir la pregunta Peter, esta vez sacado,
fuera de sí.
-Ehh,
no señor, se llama La… - Riendo por la confusión. Hasta que le cayó la ficha,
miró a Lali y miró a Peter, miró nuevamente a Lali y a Peter, y otra vez.- Vos…
-señaló a Lali.- sos la esposa de él?
Lali
asintió débilmente –Eh, Gas, podemos hablar?
El
flaco sonrió. -¿Me comí a la esposa del jefe? –dijo con una sonrisa de oreja a
oreja.
Ahí
fue que empezó el verdadero descontrol. Peter se le tiró encima y le asestó una
piña a Gastón en la nariz, seguramente quebrándosela. Luego le asestó otro
puñetazo, y otro, y otro. Y sí, otro.
-Pará
Peter! Pará! –Lali decidió intervenir –Ey, pará! Pará! –A Lali le empezaban a
caer las lágrimas nuevamente con una facilidad increíble. Esto no era normal
–Pará! – gritó, esta vez cuando se volteó un segundo y vió la cara llorosa de
Lali fue que paró y Lali ayudó a Gastón a levantarse.
-Gas,
estás bien? –dijo Lali sintiéndose una mierda.
-Si,
mas o menos. Pega fuerte. –El flaco estaba hecho mierda…
-Gas,
perdón. –pidió Lali.
-Todo
bien, estuvo bueno –dijo sonriente a pesar de tener la cara desfigurada.
-Yo…
si me das un tiempo, yo te puedo explicar.
Con
una sonrisa dijo –Ey, no hay nada que explicar, desde el principio dijimos que
no era nada serio, Mariana… No lo puedo creer! Me comí a la esposa del jefe! –Lali
hizo una mueca al oír eso, estaba feliz y… después de todo, ella lo había
usado, pero si se lo tomaba tan bien, bueno… Mejor para los dos.
Lali
no pudo evitar sonreír. Y le susurró al oído –Tratá de no contarle a todo el
mundo.
-Estás
loca? Esto se lo cuento a todos. –dijo, a Lali no le importó tanto esto.
Peter
la agarró de la mano y se la llevó a la playa. Lali esperaba que usara la
fuerza bruta, pero simplemente la condujo delicadamente.
-Lali,
qué hacés? –dijo con el rostro cansado, triste, deprimido.
-Vos
y yo no somos nada, Peter. No creo que te tenga que dar explicaciones. –dijo
Lali secamente.
-Si,
tenés razón. Pero… Igual, aunque no seamos nada, a mi me… -Quiso decir Pitt,
tenía la voz ronca, cansada y parecía que acababa de correr ochenta kilómetros.
-Te
da celos? Imaginate mi situación, Peter! Te veo todas las semanas en la prensa
con una chica diferente, ahora me traés a esta mina con la que me engañaste
acá! Y para colmo, te llevás bárbaro con ella. Te parece que a mi no me da
celos? Me muero de celos! –le gritó enojada.
Pero él, en vez de contestarle enojado, sonrió
–En serio te da celos?
-Sos
idiota!? Yo estoy sufriendo! –Lali empezó a llorar de nuevo a cantaros. –Y no sé,
por qué lloro! No quiero llorar –dijo mientras lloraba.
Peter
se rió –Lali, estás embarazada. –Pero luego se acordó lo que acababa de pasar y
su expresión cambió radicalmente.
-No!
Tengo una crisis de ansiedad, que es muy distinto.–dijo llorando- Y no saques
este tema porque me voy a enojar! Vamos! –Y se fue caminando enfurruñada hasta
la casa. Cuando entró, despeinada, con la ropa arrugada, llorando y enojada,
tanto las mucamas como su suegra y María la miraron boquiabiertas. Y cuando
Peter la siguió corriendo las preguntas que se formulaban eran aun más.
Una
vez en el cuarto, Lali empezó a llorar más. Odiaba llorar, odiaba sobre todo
sentir que había traicionado a Peter. Porque lo que tenía con Gastón no había
sido nada. NADA.
-Me
siento mal –dijo cuando Peter entro al cuarto un tanto enojado, un tanto
preocupado por lo que acababa de decir.
-Qué
te pasa?
-Perdón.
No sé. Quiero que sepas que con Gastón, no sé, no era nada serio. Y no me
acosté con el. Ves? Nada serio.
-Sabés
que es lo peor, Mariana? Que me hagas escenitas de celos y te andes comiendo al
portero!
-No
era nada serio, Pitt.
-No
me digas así. Por favor. Sos una caradura. –dijo secamente. –Llamé al doctor,
arreglé para que viniera antes. –dijo. –Viene mañana.
-Cristóbal?
-No
sé, pero viene mañana el médico con los resultados.
El
día transcurrió silencioso, con risas falsas de parte de María y Mecha y
miradas fulminantes de Peter hacia Lali.
A
la mañana siguiente, aprovechando que María y Mecha no estaban, llegó Cristóbal
a las doce y media del mediodía.
-Hola.
–dijo sonriente Cris.
-Hola
–dijo fríamente Peter.
-Hola
Cris! –dijo Lali. –Dame los resultados ya. Así probamos que es una crisis de
ansiedad y no un embarazo.
-Bueno.
A ver… Yo… este, quieren abrir ustedes el sobre? Los dejó solos así pueden…–le tendió el sobre
a Peter, quien dudó pero luego lo agarró con firmeza y luego Cristóbal se
retiró afuera para dejarles un momento de intimidad.
Emm
–miró a Lali.- Miro yo o vos?
-Vos.
No, yo. No mentira, vos. –Dijo, aunque antes estaba segura de que era una
crisis de ansiedad, ahora dudaba.- Dale, Peter.
Peter
abrió el sobre con mucha lentitud, lo desdobló cuidadosamente y lo leyó
concienzudamente. Cuando terminó miró a Lali.
-Es…
-Qué?!
Estamos o no? –exclamó Lali ansiosa.
-Me
dejás terminar la oración?
-Si,
dale.
-Es
positivo, Lali. Estás embarazada.
Ella
suspiró. Se llevó las manos a la panza. –Bueno… Esto es sin margen de error,
no? Estoy como en shock, Peter –dijo Lali muerta de miedo.
-Sin
margen de error. –dijo Peter calmadamente. Su mirada se fue sola hacia la panza
inexistente de Lali. –Ehh, Doctor! –lo llamó débilmente Peter a Cristóbal.
-Bueno,
ya… ya recibieron la noticia, me imagino. –Miró la cara de shock de Lali y
sonrió tímidamente. –Todo bien ahí, Lali?
-Ehh…
Emm, si. –dijo mientras se sentaba en el sillón.
-Bueno,
qué les parece si hacemos una ecografía? Traje el ecógrafo acá…
Peter
miró a Lali y viceversa. –Bueno, dale –accedió Peter. -¿No, Lali?
-Si
–dijo Lali todavía en shock.
Diez
minutos más tarde Lali estaba tendida en el sillón.
-Ay!
Está fría esta cosa, Cris! –se quejó –Pará! Va a doler eso? Duele? No me
mientas, Cristóbal.
El
médico se rió –No, no duele Lali…
-Enserió
me lo decís –Lo recriminó Lali nerviosa.
Él
se rió –Y si, Lali, ¿Cómo te voy a mentir a vos? A ver, veamos, es muy chiquito
así que… -de pronto abrió los ojos bien grandes- Uy, si mirá ahí esa cosita es
el bebé. Bien chiquitito.
-A
ver –dijo Peter, y luego se quedó mudo.
-Yo
no veo nada! –se quejó Lali malhumorada.
-Mirá,
linda, ahí –señaló Cristóbal. Peter muy ensimismado con la ecografía omitió el
“linda” por parte de Cris.
-No
veo! –dijo Lali molesta.
-Mirá
bien, ahí, señaló.
-Ahí
veo la espalda de Peter! –Lali estaba molesta, asustada y ahora enojada.- ¿Te podés
mover que por tu culpa no veo nada?
-Pará
Lali, no te alteres –dijo Cris entre risas. –A ver, estás de un mes y poquito…
-Explicó.
-Y…
¿Cuándo… cuando… va a –Lali hizo una panza imaginaria en su abdomen.- cuando va
a crecer la panza?
Cris
se rió nuevamente. –A los cuatro, tres meses, por ahí. Te tenés que cuidar,
Lali. Los vómitos se van a ir yendo de a poco, cuidate mucho, no hagas deportes
extremos ni esas cosas que te gusta hacer a vos…
-Bueeeno…
Luego
de que le sacara el gel de la panza a Lali, les dejó una foto de la ecografía y
se fue. Abrazó fuerte a Lali y le dio un apretón de manos a Peter.
-Nos
vemos en unos meses. –dijo simplemente.
Lali
agarró la foto y se sentó en el sillón a observarla.
-No
lo puedo ver! –se quejó.
-¿Cómo
que no? Es muy chiquito pero algo se ve. Mirá acá.
Lali
hizo puchero. –No se ve nada, Peter.
-¿Qué
miran? –inquirió Mercedes entrando con varias bolsas en la mano y María atrás
con aun mas bolsas.
-Nada!
–dijo Lali escondiendo la foto.
-Nena,
no soy tarada, escondiste algo.
-Nada
importante. –respondió Peter tratando de quitarle importancia al asunto. Luego
miró a Lali -¿Estás bien?
-Estoy
perfecta. –Dijo ella – Me voy al cuarto, Peter.
-Te
acompaño.
Una
vez en el cuarto, las lágrimas brotaron de sus ojos.
-Ey, La, ¿qué te pasa? ¿Estás bien?
-No me puede estar pasando esto, Peter! No con vos!
-Ehh? –dijo un tanto ofendido.
-No, es que… tengo miedo –dijo llorosa y con voz débil –Peter tengo
miedo.
-No… no digas eso, La. Yo… te voy a cuidar, voy a estar con vos. No
te digo que esté menos enojado por lo de ayer… -dijo mientras la abrazaba.
–Pero voy a estar, siempre.
-De todos los flacos con los que he salido durante estos cinco años,
me alegra que me esté pasando esto con vos. –dijo Lali.
Peter la soltó suavemente y la agarró suavemente de los hombros,
luego la sentó en la cama. –Con cuantos flacos saliste?
Ella se rió por primera vez en el día –Con varios. –dijo con una
sonrisa, le encantaba ponerlo celoso.
-Ah… Si, de todas las minas, y qué minas, con las que he salido yo también
me alegra que seas vos la persona con la que me haya pasado esto.
Del rostro de Lali, ya de por sí bañado en lágrimas, empezaron a
caer gruesas lágrimas. Y se tiró boca abajó en la cama.
-No, La, no –dijo arrepentido. –Perdón. Perdón. –La agarró y la
sentó en su falda. –No llores, La.
-Estoy sensible –dijo llorosa. –Y tengo miedo, Pitt.
-Perdón. Yo también tengo miedo. –admitió.
-No es lo mismo, yo tengo… tengo… -más lágrimas salieron de sus ojos.
-Qué tenés La?
-Tengo… tengo hambre, Pitt. –y se rió con su risa contagiosa.
Se rieron por varios minutos, abrazados así, ella en su falda le
pasó los brazos alrededor de su cuello y le dijo en un susurro –Perdón por lo
de Gastón. En serio, era… no sé, una diversión. Como las tuyas.
-Ah, mirá vos.
-Peter, vos y yo no somos nada. –dijo Lali calmada.
-Nuestra situación es… complicada. –admitió Peter. –Pero, estoy
casado con vos.
-Justo vos me venís a decir eso que te tuve que ver por años en las
revistas con otras minas? Por favor…
-Por lo menos me podías ver.
-No te quería ver. –Admitió Lali –Yo estaba muy dolida, Pitt.
Entendeme.
-Si, perdón. Igual, bueno, ya pasó…
-No! Qué pasó? La razón por la que terminamos está caminando
libremente por esta casa de la mano de tu vieja. Qué pasó, ni pasó… -Exclamó
indignada.
-Bueno, ta, no te alteres.
-Esta bien… Che… tengo hambre, Pitt. Comemos? –dijo con una sonrisa.
-Si, vamos. –La alzó en brazos-
-Ta, bajame. –dijo riendo, todavía tenía la cara roja por el llanto.
-No, hoy te llevo así a todos lados.
-No, enserio quiero caminar –dijo un poco más seria.
-Pero yo no me quiero despegar de vos. –dijo el con una sonrisa
mientras ingresaban a la cocina–Qué querés comer, La? –preguntó Peter.
-Milanesas con puré. –dijo Lali sin dudar.
-Podría ser unas milanesas con puré para los dos? –le preguntó Peter
a una mucama que estaba de espaldas. La chica se dio vuelta, y a Lali le dieron
ganas de matarse, la mina era rubia, de ojos celestes, alta, y con un cuerpazo.
mas noveeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarMasssssssssssssssssssssssssssssssss
ResponderEliminarnove
ResponderEliminarnove
eres una genia escribiendo
nove
nove
noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarSon un amor los dos !!!!!
ResponderEliminarJajajajaja solo falta que por lo ultimo Lali comience a llorar y salga corriendo
ResponderEliminarMas!!! me encanta por favor sigue subiendo!!
ResponderEliminarRegalanos un capítulo másssssssssssss :-)
ResponderEliminarMAS
ResponderEliminarNOVE
ResponderEliminarENCANTA
ResponderEliminarAmo ver a Peter celoso
ResponderEliminarJajajajaja Gas hecho mierda pero súper feliz jajaja
ResponderEliminarPeter un tierno que quiere pasar el día con ella
ResponderEliminarPobre Lali esta que llora por todo es muy gracioso jajajajaja
ResponderEliminarPeter tiene razón en que su situación es complicada pero no da que le reclame cuando el hizo cosas mucho peores
ResponderEliminarAmeeeeeee el capitulo y amo la NOVE :)
ResponderEliminarOtroo !
ResponderEliminarCapituloooo
ResponderEliminar" No veo nada solo veo la espalda de Peter , te podes quitar ?" JAJAJA
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