Y se fue así sin más. Al llegar a
su departamento, Simón estaba dormido, ella lo despertó con un beso.
-Hola, mi amor –lo besó.
-Lo conseguiste?
-Eh, más o menos, tenemos que
hablar.
-Qué pasó?
-Acabo de volver del trabajo
–mintió Lali- hay… una especie de curso de tres meses en España. Yo tengo
muchas ganas de ir, es un viaje pago. Y no quiero perder la oportunidad. Me voy
a arrepentir si no voy.
-Te vas tres meses, Lali?
-Si, me voy. Igual, nos vamos a
poder contactar, creo. Mi amor, hablame, qué pensás?
-Nada, hermosa, si a vos te hace
feliz, te voy a extrañar mucho. Cuando
te vas?
-No lo sé… Este… la verdad que no
lo sé. Pero lo averiguo mañana. Perdón por perderme la cena.
-Está bien. No importa. Te amo,
oíste? –Lali sintió una culpa sobrehumana.-
A las diez de la mañana del día
siguiente Peter pasó a buscar a Lali. Ella lo esperaba afuera, estaba vestida
con una remera de algodón blanca de manga larga y unos jeans, llevaba el pelo
suelto por la espalda. Y tenía puestas una zapatillas blancas Converse. Peter
tenía un traje, estaba formal, como siempre. Lali comparó sus dos vestimentas.
-Perdón por no ponerme algo más…
formal? No tenía nada que ponerme.
-Eso se arregla hoy mismo, te
llevo a comprar ropa.
-Qué tiene de malo mi ropa?
-Nada, solo que no es adecuada
para la mujer de un empresario como yo.
-No me quiero ni imaginar la ropa
que vos considerás adecuada, Peter…
Una vez dentro de la tienda la
dependienta le había traído ropa Lali suficiente para usar cuatro veces al día
por un año…
-A ver señora, pruébese esto,
esto, esto y esto. –dijo la dependienta del negocio.
Lali miro los precios, eran más
que tres sueldos de ella.
-Peter –susurró a su oreja- esto
no lo puedo pagar.
-No te preocupes por la plata.
-Me preocupo, y esto a mi no me
entra.
-Cómo no te va a entrar?
–Respondió Peter sorprendido- Estás más flaca que antes, te lo aseguro.
Lali no sabía si era un cumplido u
otra cosa, bien sabía ella el tipo de mujeres con las que salía Peter, altas,
voluptuosas, rubias. Ella no era nada de esas cosas.
-Bueno.
Al probárselo se dio cuenta de lo
contrario, por más que era una prenda ajustada a ella le quedaba un poco
suelta. Fue a mostrarle a Peter.
-Hay un talle más chico? -preguntó Lali
-Es el más chico señora –respondió
la dependienta.
-Bueno llevamos todo eso –Peter le
señaló la pila de ropa a la dependienta.
Lali llevó a Peter a un lugar más
apartado –No sé porque comprás esta ropa si dentro de unos meses voy a tener
que hacer de embarazada.
-Esta ropa la vas a precisar.
-Como digas…
Desayunaste hoy?
-No, pero no importa porque me
tengo que ir a…
-Yo te llevó a desayunar ahora.
-Peter no puedo ir…
Peter como siempre hizo casi omiso
a Lali. Con Peter era así.
Peter compró toda la ropa y no le
dio tiempo a protestar a Lali, la llevó de la mano y se la llevó a desayunar a
un café sumamente lindo.
-En dos días nos vamos.
-Dos días? –inquirió Lali con los
ojos bien abiertos –Peter no me puedo ir en dos días.
-Nos vamos en dos días, Lali. Si o
si.
-Bueno, las valijas no te
preocupes que tu ropa no vas a usar, vas a usar la nueva. Y el trabajo, vas a
tener que renunciar.
Lali lo miró incrédula- A ver,
quien te creés vos para meterte en mi vida?
-Tu esposo.
-Cuando nos divorciemos voy a
pedir una orden de restricción.
-Comé Lali, me tengo que ir a
trabajar. Escuchame, en DOS días te paso a buscar por tu departamento a las
seis y media de la mañana. Oíste? Chau.
Al llegar a su apartamento y
comentarle a Simón, su reacción no fue la que Lali esperaba.
-En dos días? –preguntó como
desinteresado.
-Si, mi amor en dos días no nos
vamos a ver tipo por tres meses. –Lali lo trató de besar pero el movió el
rostro.
-Bueno La, acerca de eso… Yo
pensaba que, viste, tres meses es mucho tiempo, princesa. Mucho.
Lali lo miraba con los ojos bien
abiertos.
-Y bueno, nada –prosiguió Simón-
que podríamos…cortar la relación y volver cuando vuelvas… No sé, estuve
pensando, Lali. Además, vos no vas a ningún lado con lo del divorcio, te re
olvidaste y ahora te vas tres meses a un curso de baile a no sé donde. Vos
sabés que las relaciones a distancia nunca funcionan.
-Ay si supieras lo que hago por el divorcio, querido…
-Bueno. Si es lo que querés –dijo
Lali fríamente- No te voy a obligar a estar conmigo. Simón, andate por favor,
necesito estar sola. Tengo que hacer mi bolso, andate.
Él se fue, y Lali ya no lo volvió
a ver.-
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ResponderEliminarte sigo desde colombia
que divina, muchas gracias!!!
ResponderEliminarMe alegra k CAmi te avisara,así te puedo comentar,te lo pedí en sus comentarios,y como siempre Cami tan atenta te comunicó el pedido ,para todas .Peter es muy estructurado y arrogante .Todo tiene k hacerse cuando el quiere y como quiere.Lo bueno k Simón no parecía interesado en Lali,si no ,se hubiera puesto mal ,en cambio le pide k se separen x el tiempo k ella estará fuera ,y después volver,¡cómodo el chico!así hace d las suyas sin cargo d conciencia.
ResponderEliminarGracias ,no salió la verificación d palabras,y comentar así, es mucho más cómodo y rápido.
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